Por Tomás Aquino Méndez
Dice el refrán que “al encuero todo le llega, menos ropa”. El “encuero”, en este caso, es mi adorada región suroeste. La más pobre, la más olvidada, la que no tiene voceros ni en el senado, ni en la cámara de diputados, ni en los ayuntamientos y menos en las gobernaciones. La inversión del Estado sigue siendo la más baja de todas las regiones. Cuando en alguna oportunidad nos alegra el inicio de un proyecto importante, en poco tiempo se esfuma la alegría.