12 de diciembre de 2025

La Pérdida del Arte de Comunicar

Por Ernesto Heredia

En un tiempo no muy lejano, comunicar era un acto noble: transmitir ideas, informar con veracidad, provocar reflexión, defender causas colectivas y dar voz a quienes no la tenían. Hoy, lamentablemente, ese arte parece estar en peligro de extinción. La comunicación —que debería ser un puente entre el pueblo y la verdad— ha sido reducida a un instrumento al servicio de los intereses económicos y políticos de unos pocos. Lo que se publica, lo que se difunde y lo que se vuelve “tendencia”, ya no responde a la relevancia social, sino al beneficio de los grupos que controlan los medios. La esencia misma del periodismo ha sido secuestrada por no agendas que priorizan el poder, el dinero y la conveniencia política por encima del derecho ciudadano a estar informado. 

No es casualidad que noticias incómodas apenas asomen, mientras otras, irrelevantes para el bienestar de la población, acaparan titulares. No es casualidad que ciertas realidades se oculten, se diluyan o se narren de manera conveniente para proteger a los mismos de siempre. La comunicación se ha transformado en un negocio, y como todo negocio, se mueve al ritmo de quien más paga. Esta deformación tiene consecuencias profundas: una sociedad que no tiene acceso a información auténtica se debilita. Un pueblo que no escucha todas las voces se divide. Una ciudadanía que no puede confiar en lo que se le comunica queda expuesta, manipulable y desinformada.

Estamos perdiendo el arte de comunicar porque estamos permitiendo que lo compren. Y eso es grave. Comunicar no debe ser propaganda; comunicar no debe ser complacencia; comunicar no debe ser silencio selectivo. Comunicar es decir la verdad aunque incomode, aunque cueste, aunque genere resistencia. Recuperar ese arte no depende solo de los periodistas, sino también del pueblo. 

Exigir transparencia, apoyar medios independientes, usar las redes de manera responsable, compartir información verificada y rechazar el sensacionalismo, son pasos sencillos pero poderosos. La comunicación es un patrimonio social. Si la dejamos en manos de quienes solo defienden sus propios intereses, estaremos renunciando a una de las herramientas más importantes para construir un país más justo.

Es hora de despertar conciencia. Es hora de rescatar la esencia de comunicar.

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