Por Clemente Terrero*
Eso puede ser posible, si se produce un cambio en la proteína que codifica el punto de acción de las vacunas contra este virus. Vacunas que han sido elaboradas científicamente, con el propósito de detener su continua replicación en la comunidad.
Si esto ocurriera, estaríamos hablando de que todos los logros que se han alcanzado contra el virus en esta larga lucha, volverían para atrás, al punto inicial de la pandemia, es como comenzar de nuevo, y la inmunidad que se ha obtenido de forma natural o con las vacunas, no serviría para nada.
Estamos hablando de que podríamos volver a un mundo sin inmunidad, completamente virgen, a merced de la nueva variante, la cual tendría todo a su favor, igual que en su momento lo tuvo la vieja cepa que le inició la pandemia.
Si se produjera esa situación, podrían reaparecer nuevos brotes en todo el mundo, nuevas olas de casos y situaciones, como el abarrotamiento de los centros hospitalarios, y el colapso de los sistemas de salud en los países afectados.
Sin embargo, eso no se ha producido hasta ahora, aunque la amenaza está latente, dada la gran capacidad de mutación que ha demostrado este virus.
Hasta el momento, las diferentes vacunas que se están aplicando, como Pfizer, Moderna, Johnson and Johnson, AstraZeneca y la vacuna china Sinovac, así como la Sputnik, de origen ruso, han mostrado buena efectividad contra las variantes que han surgido.
La gente tiene que hacer conciencia de que la única forma de detener la aparición de una variante resistente a la vacuna, es avanzar lo más rápido posible en el proceso de vacunación, para disminuir el riesgo potencial que significa la replicación del virus en la población, principal condición para el surgimiento de una variante anti-vacuna.
Mantener la vigilancia virológica de forma permanente en todos los estados, para detectar cualquier cambio que se produzca en esta cepa viral, es una condición sine qua non para detectar temprano cualquier cambio que se produzca en esta cepa viral, y actuar.
*El autor es infectólogo, director del Hospital Infantil Robert Reid Cabral.-
El Omicron es bastante resistente a las vacunas y como dicen las referencias que sustentan las informaciones sobre los virus, si es más leve es más contagiante y a mayor letalidad menos contagiante. Ahora estamos pasando por una etapa de virus que al igual que la influenza son más comtagiantes pero a la vez atacan de manera más leve a la población siendo similares a una gran gripe.
ResponderEliminarSin temor a equivocarme,nuestros colegas,tiene todas las razones en sus preposiciones,ya que nuestros comprobamos son en una gran mayoría (jóvenes).irresponsables de lo que pueda pasar en sus hogares y en su comunidades.a Dios que nos proteja.
ResponderEliminarDr. Usted es una excelencia, este planteamiento no tiene desperdicio.
ResponderEliminarLo secundo 💯 por ciento.
Éxitos!
Buen comentario Clemente. Estoy completamente de acuerdo con tu planteamiento; sin embargo, vislumbro en la alta infectividad y contagiosidad de Omnicron y su relativa baja patogenusidad y legalidad, una oportunidad para crear una masiva pandedia que incline hacia abajo la curva de casos de Covid-19, obviamente no se puede dejar de mencionar el efecto dejado en la población vulnerable incluyendo el deterioro pulmonar y sistemico por las infecciones anteriores. Pero veo un futuro promisorio para la humanidad, sin dejar de implementar las medidas anticovid aprendidas.
ResponderEliminarEXCELENTE DR. TERRERO LO QUE EXPLICÓ EN ABRIL 2021 YA LO ESTAMOS VIVIENDO ACTUALMENTE. YO PARTICULARMENTE NO ME HE PUESTO LA PRIMERA VACUNA, TAMPOCO PIENSO HACERLO NO OBSTANTE ME CONTAGIÉ A PRINCIPIOS DE FEBRERO 2021.
ResponderEliminarSon muy acertados sus planteamientos Dr. Ha sido un visionario, creo que aun cuando puedan aparecer nuevas variantes como el omicrón, las vacunas siguen siendo la esperanza para el control y reducción de la legalidad. Concuerdo con usted en la necesidad de incrementar los esfuerzos para que todos se vacunen, solo así podemos enfrentar con mayor éxito esta pandemia.
ResponderEliminarYa está bueno para poner límites a las malas noticias. Primero, no creo que quien así escribe a estas alturas este tan seguro de lo que dice. Vivimos en incertidumbre y siembran incertidumbre.
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