Carta de despedida a Doña ARLETTE*
Doña Arlette: Disculpe que interrumpa su amoroso encuentro con su Rafael,
el de todos, sé que la esperaba ansiosamente, pero también estaba consciente de
que su presencia en este plano fue una luz para alumbrar un glorioso pasado y
resguardarlo del olvido, fue la lucha de toda su vida, que nadie olvidará la
ofrenda de la vida del esposo, entregada en aras del respeto a la Constitución,
la institucionalidad y la soberanía. Dios ha entendido que era la hora del beso
eterno, el del esposo ido a destiempo y la viuda valiente y pertinaz en la
defensa de su legado y memoria, sean pues
bienaventurados, como la hermosa
pareja luctuosamente separada en aquel abril de nuestras heridas y de nuestras
glorias.
Sólo me queda decirle que conservo gravada en mi mente la nota que me
entregara en una ocasión, pidiéndome no abandonar la idea que le planteara de
un monumento al Coronel Fernández Domínguez, en la 30 de Marzo, en el preciso
lugar donde lo convocara la inmortalidad, ascendiendo las verjas del Palacio
Nacional, para que sirva, no sólo a la memoria de su gesto y de su vida, sino
como recuerdo a todos los soldados, de que el lado correcto de sus luchas está
al lado del pueblo, y que todo poder usurpado demanda un soldado trepando
paredes para vencer cualquier tipo de ignominia contra las instituciones de la
República. En ese sentido, recojo su antorcha, algún presidente habrá de
recoger y hacer germinar esa semilla, consagrando un memorial a los valores del
respeto a la soberanía popular.
Les felicito, a ambos, por fin juntos para la eternidad, aunque desde este
plano sintamos la pena de la partida.
Con deferente afecto y respeto;
José Ricardo Taveras Blanco
*Arlete era la viuda del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, ideólogo de la Guerra de Abril de 1965.-
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