"Él no me hizo nada"
Por Bienvenido Heredia
Así contestó una joven a varios policías y curiosos (entre ellos yo), quienes, al verla tirada en el suelo, en la arena de una playa perteneciente al municipio de Barahona, sin poder levantarse, nos preocupamos. No podía ponerse en pie porque le dolía mucho la pierna derecha.
Como curioso que llego a contemplar la playa (casi siempre lo hago), pregunté cuál era el motivo de que estuviera adolorida, y me dijeron que llegó a la playa con alguien que parece ser su pareja, se enfrascaron en una discusión, él le dio varios empujones, se montó en su vehículo, ella se aferró a una de las puertas, y el muy señor aceleró con ella agarrada de la veloz jeepeta, arrastró a la chica y...¡fuan!, se cayó, cosa que a él le importó un comino, la dejó tirada, se fue raudo del lugar y no regresó
Hubo que cargarla, dos agentes policiales la sentaron en una silla, porque no quería que la llevaran a ningún otro lugar y siguió diciendo que él no le hizo nada, que no tenía nada.
Ese "Él no me hizo nada", puede tener varios motivos: 1.-Está enamorada de "su" hombre; 2.-Él es quien le subvenciona los gustos; y/o 3.-El muy señor es tan violento y tan propietario de ella, que podría darle una "mejor" paliza si se entera de que dijo lo que realmente sucedió.
Este breve relato (no novela ficción), lo escribo porque cada día se acentúa más entre los hombres machos, varones, masculinos, la idea de que ellos pueden golpear a la hembra que tienen como pareja, sin que ésta pueda reaccionar defendiéndose, porque entonces, el tipo se enfurece tanto que la elimina, la asesina.
Cuando la mujer acepta maltratos, aún sean verbales, lo que le espera es una vida de martirio, de humillación, golpes constantes, una vida de miedo continuo, de infelicidad y, potencialmente, la posible e irremediable muerte.
El bajo nivel de educación que prima en la sociedad, no nivel de formación académica, no, hablo de nivel de educación ciudadana, de formación humana, de saber que una relación de pareja debe ser compartida en igualdad de condiciones, que ninguno es dueño del otro, que nadie nos pertenece y que nuestras rabias debemos soportarlas en nuestro interior, que es mejor contar hasta un millón o retirarnos hasta que se nos baje el enojo, la rabia, (lo que muchos llaman "Manejo de la Inteligencia Emocional), antes de atentar contra ella o contra él (muy pocos casos).
Debido a que la violencia de género, la violencia intrafamiliar, se manifiesta generalmente del hombre contra la mujer, no hay que ser psicólogo ni terapeuta de pareja para sugerir a las féminas que antes de decidir convivir formalmente con su "amor", identifiquen las acciones y reacciones de éstos en momentos de tensión entre ambos. Eso se ve desde el primer momento de dificultad: cómo le habla, cuánto controla sus salidas, sus amistades, el uso del teléfono, etc. Si toleran esas cosas que parecen pequeñas, el desenlace de la pareja puede ser fatal. No es que deben devolver golpes contra golpes, es sencillamente poner un pare a tiempo, mostrar su dignidad como mujer y poner a valer su autoestima.
Protéjanse mujeres, no toleren el más leve irrespeto y maltrato, porque luego podría ser muy tarde.
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