La Tercera Dosis de la Vacuna de Covid-19/ ¿Es válida si o no?

Por Clemente Terrero*

La decisión de aplicar una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 ha generado mucho revuelo en la población, una polémica entre diversos especialistas del área de la salud y personas interesadas, que han venido con posiciones encontradas, unos a favor y otros en contra. Así es la vida.

Los que están en contra alegan que esta decisión es apresurada, que no está avalada por ningún estudio científico internacional, que lo que se busca es beneficiar a grupos económicos de la República Dominicana y del extranjero.

En verdad, esos argumentos pueden tener cierta validez, tomando en cuenta que las cosas deben siempre hacerse con criterio, pero a veces hay situaciones que trascienden y hay que tomar decisiones, sobre todo que vayan a favor del bien común.

Vamos a analizar estos argumentos:

Se plantea que para aplicar esa tercera dosis primero deben hacerse estudios que justifiquen la misma. Sobre este argumento en particular tenemos que decir que estudios ya han sido realizados, son los que explican los porcentajes de eficacia y reacciones adversas de esas vacunas. En base a esos resultados es que sabemos el alcance que tiene cada vacuna en la población.

¿Para qué más estudios, para decir lo mismo que dijeron las farmacéuticas?, ¿cual es su responsabilidad? No creemos que sea justo  perder el tiempo en esa tarea. Creo que más bien debemos aprovechar el tiempo para avanzar, dedicarlo a acciones para frenar la pandemia.

Ahora, si estos estudios se van a hacer para demostrar resultados científicos distintos a los ya reportados, se podría aceptar, de lo contrario, no creemos que valga la pena si solo es para decir lo que ya se sabe, que es el porcentaje de personas que no van a crear inmunidad con cada vacuna.

Las investigaciones han demostrado que la vacuna  Coronavac - SINOVAC, tiene una eficacia de un 50 por ciento, clara evidencia de que una proporción importante de la población vacunada no va a desarrollar inmunidad. ¿Para qué repetirlo entonces?.

Esa relativa baja eficacia que tiene la principal vacuna que se le está aplicando a la población dominicana, aunado a la cantidad de personas que se han enfermado a pesar de estar vacunadas, produce preocupación y mueve a que se busque una salida para que proteja a la gente, esto esto se logra reforzando la vacunación.

En ese sentido, defendemos una tercera dosis de vacuna anti-covid-19 en la población dominicana, porque ésta va a producir beneficio en varias direcciones: 

El primer beneficio que se va a lograr con la tercera dosis es la potencialización de la inmunidad en las personas que generaron anticuerpos con la vacunación, aumentando el poder de neutralización contra el virus, garantizando una mayor protección a su salud.

El segundo beneficio es lograr que  todos los que no produjeron anticuerpos post- vacuna, tengan la oportunidad de producirlo, con lo cual se amplía la cobertura de inmunidad contra la covid- 19 en la República Dominicana.

Basado en esa premisa fue que recomendamos al Presidente del Colegio Médico ponerse una tercera dosis de vacuna hace casi un mes, porque nos dimos cuenta que no tenía suficiente anticuerpos a pesar de haber recibido dos dosis de la vacuna Sinovac. El fin era evitar el riesgo de que adquiriera la enfermedad.

El tercer y último beneficio es que, con una tercera dosis se avanzará mas rápido hacia el objetivo de alcanzar la inmunidad de rebaño, tan deseada por todos los países, la cual es sumamente importante en estos momentos en que circulan tantas variantes, con más poder de contagio y agresividad. Con una tercera dosis habrá más personas inmunes y se traducirá en menos contagio, menos casos de la enfermedad y mucho menos muertes por Covid en el país.

Finalmente, es bueno aclarar que la aplicación de una dosis extra de las vacunas que han sido aprobadas, es una decisión de Estado, basada en la pertinencia de las políticas de salud del país. Me resisto a ser dependiente y actuar como los monos, no más copiando.

Que digan que somos los primeros y únicos que tomamos esa decisión, eso no es malo, todo lo contrario, habla bien de nuestra capacidad, independencia y soberanía.

Si ya conocemos el camino por qué debemos detenernos, vamos ha avanzar lo más rápido que podamos, para evitar que más personas de buen corazón caigan en esta guerra no convencional.

*El autor es infectólogo, director del Hospital Infantil Robert Reid Cabral.-