6 de abril de 2021

NUESTRAS GLORIAS- Luis Roberto Peña Féliz

Por Rafael Matos Féliz

Luis Roberto Peña Féliz, nació en Barahona el 22 de enero del 1938. Fueron sus padres, Alcibíades Féliz Vidal y Claudina Peña Cuello. Con poca edad, inicia sus actividades escolares y va a la Escuela Adventista que estaba en la hoy calle Colón, frente al mercado público.

Con apenas 10 años, participa activamente en los deportes escolares: baloncesto, voleibol y béisbol. También, y junto a su tío Amado Peña, practicó pelota en las calles polvorientas de la comunidad de la Guázara, donde residían sus abuelos maternos. Luego, se interesa por el fisiculturismo, debido a su admiración por el atleta conocido como Charles Atlas, quien representaba un ídolo internacional del fisiculturismo, sin el uso de herramientas.

Con 14 años, va a la Escuela Normal, localizada en el malecón, a estudiar el bachillerato. Se destaca en baloncesto, siendo un niño, y forma parte del equipo de adulto que representaba a Barahona. Allí compartió con Alfredito Patnella, King-Kong Rodríguez, Ñoño Cuello, Papito Careta, Calepua Lembert, Wilfrido Fiallo, Bienvenido Peláez y otros más. Jugaban en la cancha Guarocuya, detrás del patio del Ayuntamiento. También participó en bailes folklóricos, representando a las escuelas. Esta actividad le apasionaba mucho, pues veía a las muchachas más bonitas del pueblo, las cuales se aglomeraban para disfrutar de las cadenciosas interpretaciones musicales.

En el 1957, Roberto Peña se va a la capital a estudiar Educación Física y Deportes, y como el Liceo Juan Pablo Duarte se encontraba próximo a la Escuela de Educación Física, aprovechó la oportunidad y allí terminó el bachillerato. Estuvo en la capital durante el año 1957 y parte del 1958. Al graduarse, se traslada a Santiago y durante cinco meses de estadía realiza un curso de Pedagogía, Metodología y Administración de la Enseñanza. Curso auspiciado por el Servicio Cooperativo Interamericano de Educación de Estados Unidos.

En Santo Domingo compitió en todos los deportes olímpicos, contra la Aviación Militar, Marina de Guerra, Ejército Nacional, Escuela de Artes y Oficios, Universidad de Santo Domingo y por las noches, practicaba lucha libre y boxeo. Llegó a practicar con los hermanos luchadores Relámpago y Rayo, y con el Bucanero. También se inició y practicó softbol y como tenía un cuerpo atlético y era muy fornido, se destacó en esta disciplina como uno de los mejores jugadores.

En 1958 regresa a Barahona y se le nombra como Profesor de Educación Física y Deportes en la Escuela Normal. Así se convierte en una extraordinaria estrella deportiva y en un gran atleta. Se involucra en baloncesto y en voleibol con equipos locales. Perteneció a equipos del Batey Central y Barahona, y participó en casi todas las competencias provinciales y regionales, con excelente actuación. Perteneció al equipo de softbol del Ingenio Barahona como pitcher, siendo también muy bueno; de ahí pasó a reforzar a varios equipos que fueron a competir a Puerto Rico, Panamá y Curazao.

En 1963, fue nombrado Inspector Regional de Educación Física y Deportes y como entrenador de jóvenes, se llevó la satisfacción de que muchos atletas que pasaron por sus manos, descollaron hasta alcanzar el estrellato, entre ellos, Toño Pérez, Cuqui Suero, Ernesto Vargas, Américo Patnella, Ruddy Wöel, Leonel James y muchos más. Tiene la gloria de llevar al equipo de la Selección de Voleibol de Barahona a ganar el Campeonato Nacional en el año 1963, siendo jugador y manager al mismo tiempo.

El fisiculturismo lo convirtió en levantamiento de pesas y construía sus propias pesas con tubos y latas llenas de cemento. El gimnasio de Jaime Vangeneguen Petterson (Mito), localizado cerca del puente del Río Birán, se convirtió en su lugar habitual para las prácticas. En esta disciplina representó a Barahona en varias competencias regionales. Entre sus compañeros se encuentran Rafael Pineda, Eliezer Espinal, Toño Pérez, Danilo Olivero, Mito, Ismael Martínez (Pabú), entre otros.

Roberto Peña fue parte del Comité organizador de las celebraciones de las festividades patrias, que se realizaban los 27 de febrero. A él siempre le tocaba organizar lo concerniente a las actividades deportivas, los famosos juegos del malecón: “Palo enceba’o”, “gallina ciega”, “corridas de cintas a caballos”, “regatas en yolas”, “carreras de velocidad”, “carreras en sacos” y muchos más, que eran la atracción del público, por lo que el malecón, durante las festividades patrias, parecía un hormiguero.

Roberto Peña fue árbitro y arbitró en béisbol, voleibol, baloncesto, softbol, lucha libre y boxeo. Se  casó con la maestra Dominga Sanlatte y con ella procreó a Sandra y a Robertico. En 1979, va a residir a Michigan, Estados Unidos, en la ciudad de Grand Rapids. Allí, ha sido elegido dos veces como miembro del Consejo de Educación de la ciudad.

¡¡ROBERTO PEÑA, ERES ORGULLO NUESTRO. HONOR Y GLORIA PARA TI!!

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