El Método D’Hondt como el sistema más socorrido para la asignación de escaños
Cada 4 años en el fragor del proceso
eleccionario surgen los cuestionamientos y discusiones alrededor de la
efectividad y constitucionalidad del método D'Hondt, todo ello en franco y
abierto desconocimiento al propósito más elemental de la democracia, traducido
en las necesarias fórmulas matemáticas, que en órganos colegiados de
candidaturas plurinominales como los diputados y regidores, se tornan
indispensables y procuran reivindicar uno de los principios cardinales de todo
sistema democrático, que lo es la representación de la mayoría, pero
garantizando la proporcionalidad en función de la cantidad de votos obtenidos,
desterrando así el riesgo de que un partido que obtenga el 50 más 1, se quede
con la totalidad de la cámara de diputados o el control de la sala capitular en
los ayuntamientos. Veamos:
El método
D'Hondt o escrutinio proporcional plurinominal
Es un sistema electoral de cálculo
proporcional que divide el número de votos emitidos para cada partido, entre el
número de cargos electos con los que cuenta cada circunscripción. También
conocido como un escrutinio proporcional para las candidaturas plurinominales que
se utiliza, generalmente, para repartir o asignar los escaños de un parlamento
o congreso. Este método presente desde el 1878 y con más de 140 años en el
mercado electoral, lleva el nombre de su creador, el matemático y jurista belga
Víctor D'Hondt.
De los
métodos comúnmente utilizados para la conversión proporcional de votos en
escaños, el método D’Hondt tiende a favorecer un poco más que otras fórmulas
electorales a los grandes partidos. Sin embargo, la doctrina ha sido
consistente en afirmar que lo que más favorece a los partidos mayoritarios, lo
sería, como podremos inferir más adelante, las Circunscripciones Electorales
pequeñas, así como también el techo o umbral que se condiciona como requisito,
normalmente en las leyes para poder ser objeto de las posibilidades de un
reparto de puestos normalmente de elección popular, o bien sea de una condición, como lo es el caso dominicano de sacar el 1% de los votos válidos en un proceso
eleccionario para mantener su reconocimiento de legalidad en el sistema de
partidos políticos, con ello nos referimos a lo que la doctrina ha denominada
como barrera electoral.
Países con el método D’Hondt
Además de
República Dominicana, este método es acogido por una cantidad significativa de
países, podríamos decir que en la actualidad es el más utilizado de todas las
fórmulas electorales conocidas, hoy con presencia en un número superior a las
40 naciones, fundamentalmente en Europa y América, entre ellos: Austria, Bélgica, Bulgaria, España, Estonia, Finlandia, Hungría, Islandia, Luxemburgo, Gales, Macedonia, Moldavia, Montenegro, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Escocia, Serbia, Eslovenia, Turquía, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Perú, Venezuela, Albania, Camboya, Cabo Verde, Croacia, República Checa, Timor del Este, Israel, Japón y Kosovo.
Criterios que utiliza el
método de D'Hondt para la asignación de escaños
La fórmula
o método de D'Hondt para
la asignación o distribución de los escaños, en función de los resultados
electorales, toma en consideración de manera general los siguientes parámetros:
Solo
considera para fines de la obtención de candidaturas o escaños, aquellos
partidos o agrupaciones políticas que hayan obtenido por lo menos el 3% de los
votos válidos emitidos en la circunscripción de que se trate, en el caso
dominicano no se prevé ni se observa en la ley la regla del porcentaje máximo o
mínimo o barrera electoral para acceder al reparto de candidaturas ganables,
esto así por el tamaño de las circunscripciones y la poca cantidad de
candidaturas en juego, donde solo tendrán acceso a la posible repartición de
escaños los dos, o escasamente los tres partidos mayoritarios.
Otro parámetro
consiste en ordenar de mayor a menor, la cantidad de votos obtenidos por las
diferentes candidaturas participantes, dividiendo los votos por un número igual
al de las candidaturas de la circunscripción, resultando ganadoras aquellas
candidaturas que hayan obtenido los cocientes en atención a un orden
descendente.
Para los
casos en que los cocientes coincidan en dos candidaturas diferentes, resultaría
ganador, el que en el sumatorio total de votos haya obtenido un número mayor,
de igual forma, aunque no muy probable que suceda, si en el escaño en disputa
las dos candidaturas obtienen también un empate en el total de los votos, este
empate se resolverá por sorteo y los posteriores de forma alterna.
No
obstante, a las virtudes, sobre todo prácticas y de una profusa utilización,
diríamos que casi parte de la cultura electoral de una gran cantidad de países,
que pudiéramos atribuirles al método D'Hondt, cabe reconocer de la existencia
de otras fórmulas electorales, incluso muchas de ellas más proporcionales que
el propio método D'Hondt, por citar algunas: las de resto mayor: a) Cuota de
Hare, b). Cuota de Droop, c). Cuota Imperiali, d) Cuota de Hagenbach-Bischoff;
entre otras como la de la media más elevada, a cuya clasificación corresponde
el D'Hondt, como el de Sainte-Laguë tradicional y la modificada. Asimismo,
también aparecen dentro de las denominadas fórmulas mayoritarias, la de mayoría
relativa, la mayoría absoluta, la del Voto alternativo, el Voto limitado, el
Voto único no transferible, el Voto acumulativo, el Voto fraccionado o por
puntuación y el Voto único transferible.
Algunas ventajas del
método D'Hondt
Facilita
el equilibrio democrático, permitiendo que cada partido político logre un
número de escaños y representación en correspondencia con los votos obtenidos.
Este método privilegia la proporcionalidad y un reparto más equitativo y
plural, denotando mayor legitimidad y aceptación de los resultados en los
procesos electorales, al considerar y garantizar la participación de la
diversidad de los partidos.
El método D’Hondt en la ley orgánica del régimen
electoral dominicano, (No.15-19)
Al margen de las virtudes que pudiéramos reconocerle a la
fórmula de D’Hondt, como herramienta que hasta el momento ha rendido frutos
aceptables, somos de opinión que al presente este método debió haber sido
superado, planteándose una especie de híbrido, que diera mejores resultados que
los servidos hasta la fecha, con la asignación de escaños, ello así porque a
nuestro juicio el método D’ Hondt puede
calificarse de antidemocrático, en el sentido de que tiende a favorecer a la
primera o a las dos primeras mayorías.
El
resultado práctico con este método para la experiencia dominicana es que los
ganadores de candidaturas plurinominales, no necesariamente lo serán los
candidatos que tengan más votos, sino aquellos con la doble condición de ser
los candidatos más votado y del partido más votado. Así las cosas, es posible
que en una jurisdicción un candidato obtenga más votos que otro (por ejemplo,
un candidato x obtiene más votos preferenciales que su contrincante) pero, al
realizar la asignación de escaños, se considera primero el llamado “voto de
escaño”, o sea la cantidad de votos obtenida por el partido, y a ese partido se
le van asignando los ganadores de acuerdo a la posición que deba cubrirse (por
ejemplo, diputado 1 de la circunscripción 1, y así sucesivamente).
Dado que
en el sistema político dominicano solo hay dos mayorías políticas, y las
restantes se sitúan muy cercanas entre ellas a nivel de votación, entonces la
asignación de escaños corresponde, de hecho, a la primera o segunda mayoría;
en circunscripciones, donde se sortearon cinco diputados, en 2016, las dos
primeras mayorías los obtuvieron todos, y de hecho la primera mayoría acaparó
siempre entre tres y cuatro diputaciones, de las cinco en competencia.
Lamentablemente,
como ya hemos expuesto, debimos haber procurado otras fórmulas para asignar los
escaños plurinominales. Se dice y así lo hemos reseñado precedentemente, que
otros métodos como el de la Cuota de Hare o el de Sainte-Laguë en cualquiera de
sus versiones tradicional o modificada, pudieran haber rendido un reparto más
plural y democrático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.