11 de enero de 2017

A PROPOSITO DEL DESARROLLO (XII)

Proyecto comunitario de Cachote

Por Rafael Matos Féliz

Cachote es un Paraje que está localizado dentro del Monumento Natural Miguel Domingo Fuertes, que es un Área Protegida que se ubica entre La Ciénaga, Paraíso, Polo y La Guázara. La zona es la principal representación del bosque nublado de las estribaciones costeras de la Sierra de Bahoruco, en la provincia de Barahona.

En este paraje residen unas 30 familias de lugareños y en los trayectos, desde La Ciénaga y de Paraíso hasta Cachote, se localizan varias pequeñas comunidades que desarrollan sus vidas entre los conucos, los cafetales, los frutales y la vegetación exuberante del bosque local.

Cuando se discutía sobre los límites de la Reserva de la Biósfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, la zona de Cachote se le ponderaba para que fuera parte de la Reserva. En todas esas discusiones participaban FUNDASUR, SOEBA, la Sociedad Ecológica de Paraíso (SOEPA), los comunitarios y dirigentes locales. Los encuentros, que se desarrollaron en Paraíso, fueron coordinados por el naturalista José Marcano.

Finalmente, Cachote o el Bahoruco Oriental, fue excluido de ser parte de la Reserva de la Biósfera. Se dijo que poderosos intereses mineros (en la zona hay varias solicitudes y permisos de explotación y exploración de los suelos montañosos), influyeron para su exclusión; dejando esa área, única, fuera de la protección nacional e internacional.

Esa situación no amilanó a los que conocíamos la importancia del área desde el punto de vista ambiental; donde ya se conocía de la extraordinaria biodiversidad (la mayor del país), en especial de flora y fauna. Presionamos para que la zona sea declarada como Área Protegida. Luego, varias instituciones y especialistas en medio ambiente argumentaron sobre las condiciones del área y finalmente fue declarada como Monumento Natural Miguel Domingo Fuertes.

Como en el interior del Área Protegida se encontraba la comunidad de Cachote, se definieron estrategias para que a las familias allí asentadas se les buscaran alternativas de vida y medios de producción, a fin de que sirvieran como guardianes para la preservación del área. Por esta razón, se les construyó un Centro de Visitación para el turismo de naturaleza. El referido centro se les entregó a los comunitarios bajo la supervisión de la SOEPA y la asesoría de Maltiano Moreta.

A partir de ese momento, los naturalistas de la región, del país y del extranjero se han dado cita en el Centro de Visitación de Cachote y de esta forma, la vida de los comunitarios ha dado un giro de 360 grados. Ahora, además de agricultores, son pequeños empresarios y de allí devino que una institución de voluntarios extranjeros les construyera (hace más de 10 años) una escuela en la misma zona, para sus hijos. Pero como son las cosas del destino, desde el gobierno se ha hecho imposible que en dicha escuela haya maestros bien pagados, para educar a los niños de Cachote.  

A varios politiqueros de esta desdichada nación, se les premia con becas de estudios para sus hijos, a fin de que vayan a estudiar al extranjero y luego que regresan se les vuelve a becar, mientras que a los hijos de los más laboriosos campesinos de nuestra nación, que están encumbrados en las montañas de nuestro país, se les niega el pan de le enseñanza formal. Como hemos dicho en ocasiones anteriores, los gobiernos y el gran capital encuentran las mil formas de aliarse para depredar y nunca hay manera de alianzas con los pequeños para proteger y conservar.

La problemática de Cachote no es tema que el Estado tenga como política pública, pues eso “no se ve”, no da brillo, no vende y como lo que se quiere es vender imagen, Cachote seguirá como un preciado tesoro, sólo para los que aman y respetan la vida.

Varias instituciones han puesto su grano de arena para darle sostenibilidad al proyecto de Cachote: SOEPA, Clúster Ecoturístico, Asociación de Guías, grupos de estudiantes de turismo, ambientalistas y muchas otras. Se han hecho propuestas para que se construya un circuito ecoturístico por la zona, que conecte a La Ciénaga, San Rafael, Paraíso, Cachote, Rancho Platón, La Lanza y Polo; pero hasta ahora no ha habido ningún oído estatal que se interese por esos “pobres diablos de montañas y cafetales”.

SOEBA, recientemente terminó un proyecto de instalación de Paneles Interpretativos para toda la zona de Cachote, los cuales le han dado un gran realce a toda el área y ello indiscutiblemente ha alentado una mayor visitación al lugar; pero a pesar de ello, los caminos son de difícil acceso y aunque se propuso construir una carretera en lugar de un camino vecinal, no aparece un “ministerio” que cumpla su rol con esos excluidos de las mieles y bonanzas, que viven por esos mundos perdidos.
                           
Rafael Matos Féliz

Por el Desarrollo Sostenible

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