Proyecto comunitario de Cachote
Por Rafael Matos Féliz
Cachote es un Paraje que
está localizado dentro del Monumento Natural Miguel Domingo Fuertes, que es un
Área Protegida que se ubica entre La Ciénaga, Paraíso, Polo y La Guázara. La
zona es la principal representación del bosque nublado de las estribaciones
costeras de la Sierra de Bahoruco, en la provincia de Barahona.
Cuando se discutía
sobre los límites de la Reserva de la Biósfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, la
zona de Cachote se le ponderaba para que fuera parte de la Reserva. En todas
esas discusiones participaban FUNDASUR, SOEBA, la Sociedad Ecológica de
Paraíso (SOEPA), los comunitarios y dirigentes locales. Los encuentros, que se
desarrollaron en Paraíso, fueron coordinados por el naturalista José Marcano.
Finalmente, Cachote o
el Bahoruco Oriental, fue excluido de ser parte de la Reserva de la Biósfera. Se
dijo que poderosos intereses mineros (en la zona hay varias solicitudes y
permisos de explotación y exploración de los suelos montañosos), influyeron
para su exclusión; dejando esa área, única, fuera de la protección nacional e internacional.
Esa situación no
amilanó a los que conocíamos la importancia del área desde el punto de vista ambiental;
donde ya se conocía de la extraordinaria biodiversidad (la mayor del país), en
especial de flora y fauna. Presionamos para que la zona sea declarada como
Área Protegida. Luego, varias instituciones y especialistas en medio ambiente
argumentaron sobre las condiciones del área y finalmente fue declarada como
Monumento Natural Miguel Domingo Fuertes.
Como en el interior
del Área Protegida se encontraba la comunidad de Cachote, se definieron
estrategias para que a las familias allí asentadas se les buscaran alternativas
de vida y medios de producción, a fin de que sirvieran como guardianes para la
preservación del área. Por esta razón, se les construyó un Centro de Visitación
para el turismo de naturaleza. El referido centro se les entregó a los
comunitarios bajo la supervisión de la SOEPA y la asesoría de Maltiano Moreta.
A partir de ese
momento, los naturalistas de la región, del país y del extranjero se han dado
cita en el Centro de Visitación de Cachote y de esta forma, la vida de los
comunitarios ha dado un giro de 360 grados. Ahora, además de agricultores, son
pequeños empresarios y de allí devino que una institución de voluntarios
extranjeros les construyera (hace más de 10 años) una escuela en la misma zona,
para sus hijos. Pero como son las cosas del destino, desde el gobierno se ha
hecho imposible que en dicha escuela haya maestros bien pagados, para educar a
los niños de Cachote.
A varios politiqueros
de esta desdichada nación, se les premia con becas de estudios para sus hijos,
a fin de que vayan a estudiar al extranjero y luego que regresan se les vuelve
a becar, mientras que a los hijos de los más laboriosos campesinos de nuestra
nación, que están encumbrados en las montañas de nuestro país, se les niega el
pan de le enseñanza formal. Como hemos dicho en ocasiones anteriores, los
gobiernos y el gran capital encuentran las mil formas de aliarse para depredar
y nunca hay manera de alianzas con los pequeños para proteger y conservar.
La problemática de
Cachote no es tema que el Estado tenga como política pública, pues eso “no se
ve”, no da brillo, no vende y como lo que se quiere es vender imagen, Cachote
seguirá como un preciado tesoro, sólo para los que aman y respetan la vida.
Varias instituciones
han puesto su grano de arena para darle sostenibilidad al proyecto de Cachote:
SOEPA, Clúster Ecoturístico, Asociación de Guías, grupos de estudiantes de
turismo, ambientalistas y muchas otras. Se han hecho propuestas para que se
construya un circuito ecoturístico por la zona, que conecte a La Ciénaga, San
Rafael, Paraíso, Cachote, Rancho Platón, La Lanza y Polo; pero hasta ahora no
ha habido ningún oído estatal que se interese por esos “pobres diablos de montañas
y cafetales”.
SOEBA, recientemente
terminó un proyecto de instalación de Paneles Interpretativos para toda la zona
de Cachote, los cuales le han dado un gran realce a toda el área y ello
indiscutiblemente ha alentado una mayor visitación al lugar; pero a pesar de
ello, los caminos son de difícil acceso y aunque se propuso construir una
carretera en lugar de un camino vecinal, no aparece un “ministerio” que cumpla
su rol con esos excluidos de las mieles y bonanzas, que viven por esos mundos
perdidos.
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo Sostenible
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