21 de junio de 2016

Apuntes Para una Historia del Malecón Barahonero (II)

Por Virgilio Gautreaux P.

Mirando un poco más atrás, tan pronto Barahona ostentó la Categoría de Distrito Marítimo en 1881, su Cabildo-aunque plagado de precariedades-intervino en las cuestiones de salud pública de la población, tratando en lo posible evitar epidemias, supervisando el ejercicio de la práctica médica, incentivando la instalación de médicos y farmacias en la localidad. También estableciendo cuarentenas sanitarias marítimas o terrestres para evitar el ingreso o la propagación de
determinadas enfermedades (ver Werner Féliz-Historia del Pueblo de Barahona-1800-1900, págs 293 a 307). De igual modo, dando cumplimiento a la Orden Ejecutiva No. 247 de 27 de Diciembre de 1918, nuestro Cabildo destinaba un porcentaje de sus ingresos para cubrir parte de los gastos de salud de los y las barahoneras. En una ocasión el Ayuntamiento obtuvo a título de préstamo un torete para mejorar localidad del ganado local.

Asimismo, es bueno que sepamos que desde las dos últimas décadas del siglo 
XIX el muy limitado de recursos Ayuntamiento de entonces, cubría los gastos de alumbrado público. Además asumía el pago parcial del alquiler de locales escolares y contribuía al pago de sus maestros (ver nuevamente libro Werner Féliz, págs de 271 a 293). También acorde a la Orden Ejecutiva No 146 de 1918, el Organismo debía destinar el 15% de sus recursos a la educación. Posteriormente mediante la Orden Ejecutiva No. 721, en 1922 este porcentaje se aplicará en función de los ingresos globales de los Ayuntamientos (10% a los que recaudaran menos de $10 mil y 15% a los que tuvieran ingresos superiores a $10,000). Después con la Ley 72 de 1931 se tenía que destinar a las actividades educativas el 5% de los fondos del Cabildo. Otra disposición posterior-la Ley 831 de 1935-fijaba en 7% la contribución municipal a la educación barahonera.
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Hay que resaltar que muchas acciones que desarrolladas por el Ayuntamiento 
no se concentraban sólo en el radio de la Común de Barahona, sino que también desplegaba una serie de actividades que incidían en el desempeño de Cabildos de comunidades vecinas, tales como control de galleras, alquiler mercados, una barca sobre el río Yaque del Sur. También financiaba parcialmente escuelas y apoyaba la construcción de locales. No obstante, en algunas ocasiones lugareños de esas comunidades se quejaban de asuntos-que en su apreciación-consideraban como prácticas monopólicas del organismo barahonero.

En medio de los afanes desarrollistas, durante la primera invasión norteamericana (1916-1924)nuestros esforzados Regidores aprobaron una Proclama contra el Ejército de ocupación, que circuló por varias partes del país. También el Ayuntamiento financiaba parcialmente conferencias y actos patrióticos. Ante los 
continuos desórdenes que provocaba la soldadesca borracha e insolente, la Sala Capitular reunida de manera Extraordinaria con el Jefe militar local, le expuso con firmeza las tropelías de sus subalternos cuando estaban ebrios, logrando sacarle que aceptara la prohibición de que no se le vendiera alcohol a la tropa.

También durante ese período ominoso de ocupación, con buenos argumentos nuestro Ayuntamiento logró que mediante la Orden Ejecutiva No. 487 de fecha 4 de Junio de 1920, se le autorizara vender 200 solares y con esos recursos ejecutar una serie de obras de desarrollo tales como un matadero, un cementerio, arreglo de varias calles, canalización del rio Birán, la construcción de una carreta para transportar la carne desde el matadero hacia el mercado público, así como contribuir a la terminación de la iglesia católica y el arreglo de caminos vecinales, entre otras obras.

Captura de pantalla 2016-06-20 a las 23.32.17Para que calibremos el comportamiento de los Honorables Miembros de nuestra Sala Capitular luego del Golpe de Estado a Horacio Vásquez el 23 de Febrero de 1930, se convocan elecciones para el 16 de Mayo de ese año. En Barahona se produjeron muchas tropelías y abusos de las tropas del Ejército Nacional y pandilleros armados, además del uso descarado de los recursos del Estado a favor de la candidatura oficial. El grupo Trujillo-Estrella Ureña para conseguir adeptos en Barahona distribuía revólveres, otorgaba permisos de juegos ilegales por doquier, a la vez que autorizan juegos diarios en las galleras. Ante tanta anarquía, la sociedad barahonera y sus autoridades municipales, enfrentan decididamente esta avalancha, notificando oportunamente al Presidente Estrella Ureña cada atropello. La respuesta del Mandatario y Trujillo fue un Golpe de Estado al Ayuntamiento barahonero el 18 de Abril del citado año.

Ese Cabildo era una verdadera fragua desarrollista, donde tenían cabida todas las propuestas de progreso. Para promover la expansión urbana se vendían solares y se urgía a sus propietarios que construyeran lo antes posible. En ocasiones la Corporación edilicia compraba casas para derribarlas y ampliar o extender diferentes calles. Participaba directamente en la construcción de las carreteras, caminos vecinales, dos alcantarillas, el Arco de Triunfo, un puente de hormigón sobre el rio Birán y su propio Palacio Municipal (1936) que en este año 2016 arriba a su 80 aniversario.

Barahona tuvo el privilegio de contar por varias décadas con una Sala Capitula integrada por SUPER-REGIDORES cuyo único interés era el engrandecimiento de la Perla del Sur. Por eso durante muchos años los asuntos más relevantes del desarrollo económico y social barahonero, se discutían en los salones de nuestro Ayuntamiento.

Nuestro Cabildo era la Vanguardia !!

El Ayuntamiento que por décadas debió operar desde una casa modesta techada de palma y sin candado, asumía sus responsabilidades con sus contribuyentes y también con los pobres de solemnidad. Con la autoridad que asumían sus integrantes, pautaba los diferentes usos que se daban al río Birán. En la cabeza y su parte alta estaba prohibido bañarse o llevar animales pues era el lugar donde los habitantes buscaban el agua de tomar, cocinar, aseo personal y por donde durante un tiempo estuvo la obra de toma del acueducto. Más abajo estaban los lugares donde se bañaban las personas, definiendo donde debían hacerlo según sexo. En otro lugar se establecía donde lavar la ropa, tomando previsiones cuando se tratara de indumentaria de personas con potenciales enfermedades contagiosas. Finalmente en las cercanías de la desembocadura del río, bien cerca del mar, se permitía bañarse los enfermos y lavar su ropa.

Asimismo, el Ayuntamiento desarrollaba, cuidaba y regulaba los balnearios públicos marinos de Punta Inglesa y Las Saladillas, manteniendo el orden público, la moral y las buenas costumbres.

Captura de pantalla 2016-06-20 a las 23.32.34Con el mismo celo que manejaba las aguas, las autoridades municipales mantenían un control estricto para evitar incendios en la ciudad, prohibiendo que en los hogares se dejaran encendidos fogones, tizones o brasas, luego de cierta hora de la noche. De igual modo, tenían dispositivos y regulaciones sobre el manejo de combustibles, sustancias inflamables y explosivas. En ese sentido, eran particularmente cautelosos en el otorgamiento de permisos para la instalación de bombas de gasolina y gasoil. En la medida que la ciudad se expandía, la Sala Capitular ordenó sacar las estaciones de combustibles del centro urbano, las cuales fueron reubicadas en las afueras de la población. Al mismo tiempo, obligaban que una empresa procesadora de madera, elevara la altura de su chimenea pues el humo molestaba una barriada cercana. También intervenía estableciendo el sitio en el cual debía instalar el ingenio Barahona un depósito de material inflamable.

A pesar de estas previsiones, en la ciudad se producían periódicamente incendios, siendo el de Septiembre de 1927 el que más daño causó, del cual se hizo eco la prensa nacional. Eso motivó que en 1929 -bajo los auspicios de la Cámara de Comercio-se creara el primer Cuerpo de Bomberos de Barahona. Esta organización desapareció a los pocos años y luego en 1945 se constituyó el que conocemos actualmente. Pero esa es otra historia que terminaremos en breve.

A partir de la formación de este nuevo Cuerpo, el Cabildo barahonero se ocupó de su fortalecimiento y equipamiento, dotándolo más adelante de un camión de dotado de escaleras, hachas mangueras, picos, sogas, sierras y otros instrumentos para combatir incendios. Este camión tenía numerosos cubos que se utilizaban para cargar agua en aquellos lugares de la ciudad donde no existieran tuberías de agua. También para usarlos en las comunidades aledañas. Es bueno destacar que el Ayuntamiento instaló en la ciudad de Barahona toda una red de hidrantes con su línea exclusiva de alimentación de agua, con el propósito de enfrentar cualquier siniestro que se produjera. Sólo los Bomberos podían operar estos dispositivos.

NO es verdad que esos SUPER-REGIDORES que tuvimos antaño autorizarían jamás la instalación de una estación de combustibles para entorpecer el desarrollo urbano de nuestra querida Barahona !!!

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