Empero, el prelado consideró que el incremento de sueldos debe
estar
acompañado de un plan que evite que, al mismo tiempo, las empresas
incrementen los precios de sus mercancías.
“Lo que yo
he visto siempre es que cada vez que hay un aumento de salario, en seguida los
más ricos aumentan todos los productos”, dijo.
“Yo creo
debe haber un plan de austeridad, para que las empresas puedan ganar menos,
pensar en ellas menos y los más pobres puedan tener algo”, precisó.
Diversos
sectores del país reclaman incrementos de sueldos que les permitan conjurar los
últimos aumentos en los artículos de consumo básico y los servicios.
Las
centrales obreras reclaman un incremento salarial del 30 por ciento, para los
trabajadores públicos y privados.
Los reclamos
en ese sentido se incrementaron luego que el presidente Danilo Medina y algunos
sectores empresariales reconocieran que es imposible vivir con los actuales
niveles de sueldo.
Monseñor
Grullón Estrella apeló a la solidaridad del sector empresarial para salir del
círculo vicioso que aumenta la pobreza entre los trabajadores.
“Si aumentan
solamente el salario y ellos aumentan seguido los productos. Ellos crecen más y
los pobres se vuelven cada vez más pobres”, consideró.
“Los
salarios han aumentado, pero cada vez hay más pobreza, cada vez la gente
consume menos”, dijo.
“Los
impuestos han aumentado y la gente come menos, consume menos. Es un círculo
vicioso que tenemos que evitar, porque hay que buscar la equidad y la
solidaridad”, insistió.
En la
actividad, que se inició el pasado jueves, participó también una amplia
representación de sacerdotes, diáconos, religiosas, y laicos de las 11 diócesis
del país.
El cónclave
fue coordinado por el Instituto Nacional de Pastoral (INP), un organismo creado
por la Conferencia Nacional del Episcopado.
“Estuvimos
viendo el caminar de la Iglesia y para donde vamos este año que viene, 2015”,
dijo Grullón Estrella a los periodistas.
Explicó que
el próximo año los católicos dominicanos harán hincapié en en la promoción y la
práctica del amor, la solidaridad y la santidad.
“En el amor
queremos ver las necesidades de los demás, ver al que está afligido, al que más
necesita, a tantas personas que necesitan, no solamente lo material, sino
también el alma, espiritual”, señaló el religioso.
“Nosotros
queremos este año que viene amar esas personas, acercarnos a ellas como el buen
samaritano, porque hay muchas personas que se sienten solas, abandonadas,
enfermas, que están en la cárcel y no tienen a nadie que les vea, que ya
cumplieron y no tienen dinero para salir de la cárcel”, precisó.
Saludó el
Plan de Regularización de Extranjeros iniciado por el Gobierno y pidió a los
empresarios que tienen empleados extranjeros ilegales que los ayuden a
registrarse.
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