Por Dr. Vinicio López
La historia de los médicos pensionados es la historia más dura que médico alguno haya vivido. Por ser tan pocos en nuestro tiempo. las frecuencias de guardias eran rápidas como inhumanas. tanto para médicos generales como para los escasos especialistas que fuimos llegando a las provincias.
En el caso del Hospital Regional Jaime Mota para el año 1979, iniciando yo mi pasantía, sólo el Dr. Beltré Mora era el único pediatra de servicio 24/7. Igual el Dr. Vilomar en ortopedia y Norma Figueroa en ginecología y obstetricia.
Para 1981, Ángela Rivas, apoyada en el técnico Leonel Pérez, era la única anestesióloga para los hospitales Jaime Mota y Jaime Sánchez. Esta situación se mantuvo hasta Julio 1984 cuando llegué como anestesiólogo. Entonces hacíamos guardia una semana corrida para ambos hospitales. Igual Sena Matos y el Dr. Mateo.
El Dr. Ismael Batista en Cardiología y Juan López en Urología. Abrimos el camino para la llegada sucesiva de médicos especialistas hasta el prestigioso lugar en que nos encontramos hoy en La Región.
¿Esas entregas no son méritos suficientes para merecer un justo y digno reajuste salarial? Qué venga Dios y lo vea!!!
Finalmente y a propósito de la celebración próximamente de las elecciones en el Colegio Médico Dominicano (CMD), es importante recordar que los médicos pensionados somos más de SEIS MIL, suficientes para inclinar la balanza en favor de quien desde el primer día de lucha estuvo del lado nuestro, sin dobleces.
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