La Galaxia Gutenberg
La aldea Global El hombre masa
El medio es el mensaje
Por Carlos Darí Sousa S.*
Son
solo partes importantes de la contribución que hace Herbert Marshall McLuhan,
Edmonton (Alberta, Canadá) 21 de julio
de 1911, Toronto 1980, al estudio de las comunicaciones y al papel que juega el alfabeto en los cambios dados en
la sociedad fundamentalmente occidental.
Pionero
en el ámbito de la información y de la comunicación y es por eso que lo llaman
teórico de los medios.
La
obra tiene la indicación que es la “Génesis
del <Homo typographicus>”, que es una nueva forma de interpretar la
historia del hombre que prescindía de su contexto inmediato para poner en
primer plano su contingencia sensorial y las consecuencias, tanto existenciales
como sociales de la misma.
La acentuación del sentido visual,
provocada por la aparición del alfabeto fonético, e institucionalizada por la
invención de la imprenta, era presentada como causa original de la
des-tribalización del hombre y de su posterior evolución histórica.
La aparición de la electricidad y el
auge de los medios electrónicos, que implican una reestructuración de la
interrelación sensorial a favor del lenguaje hablado, el tacto y el oído, pondrían
al hombre y la integración de toda la familia humana en una sola tribu. Este es el contenido de
la contraportada.
Es
un libro que prescinde de la estructura tradicional, pues no tiene capítulos, sí referencias al tema que va a
tratar, lo que dificulta su lectura y sobre todo la gran cantidad de citas a la
que recurre el autor, conté a 196 autores, algunos de los cuáles se cita más de
un libro.
“Toda
tecnología tiende a crear un nuevo mundo circundante para el hombre. La
escritura y el papiro crearon el medio ambiente social de los imperios del mundo
antiguo”. “En nuestros días, el súbito cambio de la tecnología mecánica de la
rueda a la tecnología del circuito eléctrico, representa una de las mayores
conmociones de toda la historia. La prensa de tipos móviles creó un nuevo mundo
circundante, por completo inesperado; creó el “publico”.
La
característica del “publico” creado por la palabra impresa, fue una intensa conciencia
de sí mismo, de orientación visual, tanto en el individuo como en el grupo.
McLuhan
da una nueva idea de la evolución histórica de las tecnologías, entre las cuales
está el desarrollo de la imprenta y su evolución, en contraste con la cultura
anterior, la medieval, que era fundamentalmente oral, era multifuncional, y en
la actualidad es lineal.
Cadmo, que según la tradición fue que introdujo el alfabeto fonético en Grecia, y
según el autor, esa invención inicia el tránsito de la cultura oral o audio
táctil para una cultura centrada en el sentido de la visión.
Los
romanos llevaron a cabo la traducción de la cultura del alfabeto a términos
visuales. Los griegos, tanto los primitivos como los bizantinos, en su
desconfianza por la acción y el conocimiento aplicado, se aferraron a gran
parte de la vieja cultura oral.
Podemos
preguntarnos por qué la fanática especialización de los fenicios, que
extrajeron el alfabeto de la cultura jeroglífica, no liberó en ellos ninguna
otra actividad intelectual.
“La tipografía tendió a transformar
el lenguaje, de medio de percepción y exploración, en un artículo
transportable”. Desde los sofistas a Cicerón, el estudio del lenguaje y la oratoria había
sido considerado como el camino hacia el poder y la acción ejecutiva de altura.
El programa ciceroniano de conocimiento enciclopédico en las artes y las
ciencias, volvió a tomar vigencia con la imprenta. El carácter esencialmente
dialogal del escolasticismo, abrió camino a un programa más amplio en las
lenguas y la literatura, para la formación del cortesano, el gobernante y el
príncipe.
“La tipografía no sólo es una
tecnología, sino también un recurso natural o materia prima, como algodón, los
bosques o el radio, y, como cualquier producto, configura no solamente
relaciones de sentido propio, sino también modelos de interdependencia comunal”. La imprente, por decirlo
así, transformó el diálogo o discurso compartido en información empaquetada, o
artículo transportable. Creó un sistema de precios. Porque el precio de un
artículo, hasta que el uniforme y repetible, está sujeto a regateo y ajuste. La
uniformidad y repetibilidad del libro no solo creó los mercados modernos y el
sistema de precios, inseparable de la alfabetización y la industria.
“Víctor Hugo dice, y citado por McLuhan,
Lewis Munford en “Piedras y Bastones”, la
imprenta destruyó la arquitectura que hasta entonces había sido la memoria en
piedra de la humanidad. Con el Renacimiento, la gran distinción moderna entre
culto e inculto se extiende incluso a la construcción; el maestro de albañil
que conocía sus piedras, sus obreros y sus herramientas, así como la tradición
de su arte, dio paso al arquitecto, estos en el siglo XVII se rebelaron y
crearon el barroco”.
La pasión por la medición exacta
comenzó a dominar el Renacimiento. La separación entre la ciencia y la
fe, la ética y el arte, tan característica de nuestros tiempos, está en las
raíces del mundo industrial en que vivimos. Es cierto todo aquello que
solamente es verificable.
Uno
de los ejemplos más impresionantes de la nueva preocupación por la precisión, fue la decisión que tomó la Iglesia de Roma para facilitar un calendario
exacto, fue la introducción del calendario Juliano en el año 325 y que aún está
vigente.
A
esto sumamos la aparición de las estadísticas que permitió aislar la economía
de la estructura social general del siglo XVI.
El Arentino, como Rebelais y
Cervantes, proclamó que la tipografía tiene un significado garganturesco,
fantástico y sobrehumano. La exteorización o expresión de la mente bajo condiciones de
la cultura del manuscrito estaba muy constreñida. El poeta o el escritor se
hallaban muy lejos de poder emplear la lengua vulgar como sistema de
comunicación pública. Con la imprenta, el descubrimiento de la lengua vulgar
como sistema de comunicación pública fue inmediato.”
Pietro
Arentino (1492-1556) servirá para aclarar este cambio súbito. El Arentino fue
conocido en su tiempo por “flagelo de los
príncipes”. Con su enorme habilidad fundó “la prensa moderna y utilizó el arma hasta entonces desconocida de la publicidad, con una apreciación
incomparable de su poder”. Utilizó la prensa del mismo modo que ha venido
siendo utilizada desde entonces.
Daniel
Putman, citado por McLuhan, en su libro sobre Arentino, dice lo siguiente: “esa fuerza que hoy llamamos <el poder de la prensa> Arentino
la consideraba como el poder se su pluma.
Sabía que tenía un instrumento tremendo en sus manos, y lo empleaba con
tanta falta de escrúpulos como ha venido siendo empleado reiteradamente desde
su época”. Con razón fue llamado “el mayor chantajista” de la
historia, el primer exponente de la “pluma envenenada” , con ella se
reía del universo.
La imprenta alteró no solamente la
ortografía y la gramática, sino también la acentuación y la flexión de las
lenguas, e hizo posible las faltas gramaticales
La imprenta creó la uniformidad
nacional y el centralismo gubernamental, pero creó también el individualismo y
la oposición al gobierno en cuanto tal: En la semana de las Bibliotecas, el
Mineapolis Morning Tribune (17 de marzo de 1950) publicó en un editorial
titulado “El derecho a leer” (The Right to Read) unas declaraciones conjuntas
de Herbert Hoover y Harry Truman: “Nosotros los americanos sabemos que si
libertad significa algo, significa
derecho a leer cualquier cosa, escrita en cualquier parte, por cualquier
hombre, en cualquier tiempo”.
Nadie ha cometido jamás un error
gramatical en una sociedad analfabeta. Porque nadie oyó jamás ninguno.
El
alfabetismo había hecho del individuo instruido un sistema cerrado, y
estableció un vacio, entre la apariencia y la realidad.
Ha
sido la misión de La Galaxia de Gutenberg
examinar solamente la tecnología mecánica que emergió de nuestro alfabeto y de
la prensa de imprimir.
La
nueva galaxia eléctrica de acontecimientos ha entrado ya profundamente en La Galaxia
de Gutenberg. Incluso sin colisión, tal coexistencia de tecnología y
consecuencias causa traumas y tensión en toda persona viva.
Y
mucho de nosotros, en general, no podemos vivir si no tenemos junto a nosotros
los artilugios que nos da la sociedad moderna.
McLuhan
no se equivocaba, vivimos en “La Aldea Global”.
*El autor es catedrático universitario.-
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