8 de mayo de 2016

EXPRESIONES

Por eso mi reclamo
Por Tomás Aquino Méndez
 Por eso mi reclamo“Millones de litros de agua se fueron directos al mar con las intensas lluvias que se han producido en la región Suroeste desde el pasado miércoles”. Así iniciaba nuestro periodista Benny Rodriguez, una nota enviada a la redacción del Listín Diario el pasado viernes. Eso es penoso. Un regalo de la naturaleza desperdiciado por falta de visión ¿o de planificación?
Lamentable que tanta agua, que en solo un par de meses pudiésemos estar necesitando, se hayan desaprovechado para preservarla con visión futura. No entendemos las razones para que hasta ahora se le haya dado la espalda a la construcción del Metro del Sur.
Esa ha sido una de las razones para insistir, hace más de doce años, en la construcción de Monte Grande. Y digo doce, porque es el tiempo en el que vengo escribiendo públicamente, porque desde antes, estamos insistiendo con esta obra.
Recuerdo que a los gobiernos de Antonio Guzmán y Salvador Jorge Blanco, vía mi amigo Juan Francisco Acosta (q.e.p.d), les hice llegar mis inquietudes sobre esta importante presa. En ese tiempo estaba más inclinado en que se hiciera porque las tierras de El Salado, en la provincia Bahoruco, tenían potencial para producir, a pesar de su alto contenido de sal. Agrónomos con los que hice contacto en ese tiempo, me aseguraban que esas tierras “podrían desalinizarse” con suficiente agua y ponerlas a producir cualquier rubro.
Pero esa es parte de la historia. Tiempo después la visión se amplió. La preocupación por las riadas frecuentes del Yaque del Sur, sus daños a bienes y propiedades, más la reducción de las aguas en la laguna Rincón, nos pusieron a pensar en que Monte Grande ya no podría verse como un proyecto para poner a producir miles de tareas en Bahoruco e Independencia, sino más de 400 mil en toda la región. Además de generar energía, garantizar agua potable y proporcionar apoyo a ofertas turísticas futuras. No es un capricho. Ni deseo de “molestar” a nuestros gobernantes.
Lo que está sucediendo hoy con las lluvias en el Suroeste, nos da la razón.  Miles de litros de agua caída en la zona pudiese estar en esa gran reserva que será Monte Grande y evitar que la sequía nos castigue con tanta fuerza como lo hizo hace solo unos meses.  Es cierto que nunca se podría acaparar toda el agua que nos ofrece la naturaleza en época lluviosa, pero sí retener una muy buena cantidad y preservarla para su provecho en el riego y el consumo humano. Dice el refrán que “después del palo dado, nadie lo quita”.
No hay que lamentar lo que se perdió, pero sí prever que se repita la misma historia año tras año. MONTE GRANDE YA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.