Por José Francisco D. Sánchez
Dice Joaquín Sabina en una de sus canciones: "Lo niego todo", y pensando en las aflicciones, dolor, tormentos, malos ratos y tantas situaciones frustrantes y negativas por las que han tenido que pasar los dolientes de las víctimas de ésta tragedia que ha consternado al mundo, le digo: Le acepto todo.
Indirectamente todos somos familiares de las víctimas, quedó de manifiesto con la solidaridad demostrada ante tan trágico infortunio y somos muchos los que, por lo menos, una lágrima hemos derramado con las fotos y videos de lo acontecido.
Nadie puede estar en los zapatos de otro y menos cuando se pierde un familiar en tales circunstancias, desde atrás no podemos juzgar dichos ni actuaciones, ni tampoco decir: yo no hubiera dicho ni hecho eso.
Cada quien tiene su forma de manifestar su dolor y sus sentimientos.
Los que hemos pasado por algo parecido, lo entendemos mejor.
No podrán olvidar aquellos que:
1.- Rogaron a su familiar para que no fueran a dicha fiesta y al otro día conocer una noticia desgarradora.
2.- Los que no sabían que sus familiares estaban ahí y fueron despertados por una llamada para comunicarle de su trágico fallecimiento.
3.- Los que creían, por una razón u otra, que su familiar se encontraba en otro lugar y no sepultado bajo los escombros.
4.- Más doloroso aún para aquellos que ayudaron a su familiar a escoger vestidos y maquillajes, despedir con un beso y con palabras como "que te diviertas", y luego tener que ir a recoger su cuerpo, inerte y ensangrentado.
Ni aquellos que pasaron por otras situaciones, no podrán olvidar.
No es para consolar ni mucho menos, pero debemos tener presente que todos los asistentes a dicha fiesta fueron buscando alegría y diversión, jamás pensaron que sería su última sonrisa, su último baile ni la última canción que escucharían, resulta hasta paradójico y trágico, pero es la verdad.
A los familiares podría sugerirle, después del colapso inicial, la dolorosa situación y haberle dado sepultura, muchas apresuradas e inusuales, a sus familiares, sopesen los pasos que van a dar de aquí en adelante, el hacerse famoso en las redes consiguiendo dinero por el hecho no les va a devolver a sus seres queridos y añorados, respeten sus memorias, la tranquilidad moral vale más que una fortuna o una compensación económica que se parezca a la venta del cadáver, repito, a la venta del cadáver de su deudo.
A la vez los exhorto a no quedarse con ninguna dudas, no desmayar y no escatimar esfuerzos ni gastos para llegar a la verdad de las causas y los responsables de la tragedia que los enluta, para que sé haga justicia.
Continuará.
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