11 de enero de 2025

Gremialismo Autoritario Caudillista

Por Clemente Terrero* 


En el esfuerzo de clasificar las corrientes gremiales de acuerdo a su forma de participación, sus propósitos, su manejo en el gremio, hay que prestarle
 atención al autoritarismo, el cual gravita fuertemente en los frentes de masas, por el impacto negativo que tiene en el ejercicio democrático y en el irrespeto a la dignidad de la gente. 

El autoritarismo y el caudillismo son corrientes sociales, políticas, económicas y religiosas, que abusan de la autoridad, no hay democracia, no es tolerante, no hay libertad y viola el derecho de todos. 

En el autoritarismo no hay consenso, porque los autoritarios lo resuelve todo, son intolerantes, no aceptan las críticas y a quien se atreve a hacerla lo reprimen y lo intimidan cuando están en apuros.

El autoritarismo suele sustentarse en el paternalismo, para que con el tiempo la gente se adapte y acepte depender de las dádivas del poder.

En quienes son  excluidos por esta corriente nace un sentimiento de impotencia y desesperanza de poder algún día cambiar esa amarga realidad, de salir de la opresión y la depresión. 

La corriente autoritaria opera con esas mismas características en los gremios, los máximos dirigentes son intolerantes, no aceptan las criticas y a quien le señala un error le entran con toda su furia y lo maltratan.

En el gremialismo caudillista no hay libertad, todo el que no se somete a su voluntad cae en desgracia, lo aplastan y lo excluyen de los procesos internos para que se mantenga en el anonimato, una forma de sacarlo del  juego. Los caudillistas son despiadados, atacan los que no se alinean a su corriente y no acata sus ordenes. 

El gremialismo autoritario se centra en la voluntad, en el deseo de una persona. Para esa corriente nadie mas tiene valor, solo los de su circulo y todos los que le obedecen, es una especie de dictadura moderna, disfrazada con hipocresía. 

Muchos gremialistas, por desconocimiento, por temor, tratan de mantenerse distante  de esos dirigentes que no le dan un trato digno, mas bien son tratados con desprecio los que no apoyan sus métodos en el trabajo gremial. 

Los gremialistas autoritarios cuentan con seguidores que los adulan y los alaban como ídolos, son gremialistas a ciegas, que apoyan sus propuestas sin reflexionar.

El gremialismo autoritario no respeta las resoluciones de los organismos, viola los procesos internos, no respeta los fundamentos y sobre todo, distorsiona la realidad a su favor, hace fraudes y mañas.

El gremialismo autoritario es una desgracia para el gremio, porque no respeta la democracia, la transparencia, la libertad, el crecimiento y desarrollo de los gremios.

Este estilo de gremialismo hay que detenerlo, para que no siga produciendo más daños de los que ha hecho.

*El autor es un gremialista militante del Colegio Médico Dominicano (CMD).-

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