1 de enero de 2024

En el 2024 Solo Quiero Tener "Polvos Mágicos"

Por José D. Sánchez

Como esos polvos serán perecederos, debo echarlos sin desperdiciarlos, para que den los mejores resultados y tengo que pensar muy detenidamente donde voy a depositarlos. 

El orden de sus destinos no va a tener una disposición de importancia, sino que los iré regando según camino. 

Estos son los lugares escogidos para esparcirlos: 

Entre los delincuentes, para que estudien y preparen métodos nuevos y no se vean en la necesidad de mutilar ni matar y que paulatinamente vayan perdiendo el interés en lo que hacen. 

Llevaré a los impacientes y los violadores de leyes, para que la prudencia y la calma sean sus principales armas a la hora de enfrentar cualquier conflicto. 

Esparciré sobre los profesores, para que se conviertan en maestros. 

Entre los médicos, para que prime en ellos más el juramento hipocrático que lo mercurial. 

Los haré llegar a las maternidades, para que no nazcan niños enfermos ni deformes. 

No me puedo olvidar de regar entre las izquierdas, para que eliminen la disgregación y la conviertan en acciones unitarias. 

Una buena porción la dedicaré a las iglesias, para que las principales alabanzas a sus creencias y dioses sean prioritarias, las de conseguir que sus feligresías tengan cada día menos necesidades terrenales. 

Los polvos más especiales los echaré en la mentalidad y el accionar de los hombres que consideran a la mujer un objeto que se puede no solo maltratar, sino golpear y hasta eliminar. 

Los llevaré a toda la sociedad, para que vuelvan las enseñanzas de Ética, Moral y que la unidad familiar sea la base fundamental de todos los grupos y congregaciones. 

La claque política la considero insalvable, "no se puede gastar pólvora en garzas", y hay que dejar polvos para las pandemias y las calamidades que surjan sin estar esperándolas. 

Como de los polvos solo he usado la mitad, los seguiré empleando y dispondré de unos granos diminutos para eliminar todas las cicatrices provocadas por el odio y la violencia. 

También los llevaré: 

Donde haya tristeza, para que florezca la alegría. 

Donde haya hambre, para que no falten los alimentos. 

Donde haya guerra, para que llegue la paz. 

Donde haya desolación y desierto, para que retoñen frondosos bosques. 

Donde no haya agua, para que nazcan manantiales y ríos. 

En las mentes de todos nosotros, para cuando leamos o escuchemos una expresión, veamos la verdad, su real significado, antes de prejuzgar, y no ser primero mal pensado. 

No usaré ni una mota de polvo para mi uso exclusivo. 

Y, como aún me quedan polvos, venga usted y también tú conmigo, para hacerlos llegar a los lugares que dejé en el olvido. 

Feliz 2024.

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