Por Carlos Rafael Castillo Ramírez
En información publicada el día de hoy, 18 de agosto en curso, en la prensa nacional y en portales de internet, se reseña que el poder ejecutivo dominicano, mediante Decreto No. 666-23 expropia una cantidad hasta ahora indeterminada,o no informada, de terrenos localizados en la parcela 20, del distrito catastral No. 14/1ra. parte del municipio y provincia de Barahona, con el propósito de construir una base aérea para el Comando Sur de la Fuerza Aérea Dominicana, y declara de urgencia que el Estado Dominicano por vía de la Fuerza Aérea entre en posesión de esos terrenos.
Los terrenos de la mencionada parcela 20 son de propiedad privada y están colindantes con el aeropuerto internacional María Montés. De hecho, parte de los terrenos donde se construyó dicho aeropuerto, fueron en dicha parcela 20, pues en su momento fueron objeto de una primera expropiación mediante Decreto No. 649-86 de fecha 31 de julio del 1986, por el cual se le expropiaron a Miguel A. Fuentes la cantidad de 823,495.70 metros cuadrados, de la cual cantidad, y a la fecha, el Estado Dominicano sólo ha pagado la cantidad de 173,399.75 metros cuadrados, y tiene pendiente por pagar a su anterior propietario la importante cantidad de 650,095.95 metros cuadrados, desde hace más de 36 años (amarga experiencia).
Es conocido y notorio que el actual gobierno
está haciendo una fuerte y arriesgada apuesta para desarrollar el turismo del
Suroeste en la provincia de Pedernales, con el propósito de crear un nuevo destino
que diversifique la oferta turística dominicana y que con la esperada
generación futura de riquezas y empleos, propicie el desarrollo de una de las
zonas más pobre que tiene el país. Ese esperado desarrollo, tal como se ha
informado en los partes oficiales,incluye la construcción de varios hoteles a
ser operados por reconocidas operadoras hoteleras internacionales y un puerto
marítimo para cruceros en Cabo Rojo, así como un aeropuerto internacional en
Oviedo. Todo esto, en la proximidad de la zona de Cabo Rojo, Bahía de las
Águilas y Pedernales. Excelente y encomiable iniciativa gubernamental a la cual
deseamos el mayor de los éxitos.
No obstante lo indicado, es nuestra opinión que
no se debe vestir un santo, aún no canonizado, desvistiendo a otro por pobre que
fuere; y con esto me refiero a que las inversiones gubernamentales en
Pedernales, incluyendo la construcción de un aeropuerto internacional en Oviedo,
unido a la recientemente informada futura construcción de una base aérea al lado
del aeropuerto internacional María Montés, para nosotros arroja como única lectura, que en muy poco tiempo el María Montés desaparecerá como aeropuerto
internacional civil y se convertirá en una base aérea con una relativa mínima
inversión, pues ya existe una pista con suficiente longitud para casi todo tipo
de aviones e instalaciones propias para el manejo aeroportuario, y aunque no somos
conocedores de asuntos aeronáuticos, creemos que no es posible que un
aeropuerto civil conviva con una base aérea militar y viceversa. En otras
palabras, Barahona se quedaría sin aeropuerto civil internacional.
Como producto de trasladar de lugar la actual
base aérea, el Estado dispondría de una enorme cantidad de terrenos llanos que
tienen todos los servicios públicos y municipales para futuros desarrollos
inmobiliarios, sanitarios e industriales. Además, aproximaría lo que hoy es el
municipio de Barahona al distrito municipal de Villa Central, facilitando el movimiento de personas
y carga entre ambos municipios.
Desde su construcción y puesta en operación en el período 1986-1988, el aeropuerto internacional María Montés no ha tenido el uso que se esperaba, por razones que no son el objetivo de estos comentarios, pero no cabe duda de que ese muy escaso uso ha obedecido en gran medida a que el Estado Dominicano, realmente, no ofreció al sector privado regional las facilidades ni la seguridades jurídicas necesarias que incentivaran a los inversionistas crear instalaciones adecuadas para un turismo receptivo, ni ha propiciado la creación de un destino eco turístico que pudiera ser el de mayor impacto local e internacional del país. Lo poco que existe en la zona de Barahona, en materia de turismo ha sido producto de limitados esfuerzos privados.
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