11 de noviembre de 2022

El Pensamiento

Por Clemente Terrero 

El pensamiento es producto de un proceso mental, una facultad que poseen los humanos, es el resultado de una compleja actividad en el más alto nivel operativo del cerebro con el fin de crear ideas.

Se concibe que el pensamiento es un proceso donde interviene la razón, el cual puede ser producto de la voluntad interior de las personas o producido por estímulos sensoriales de la realidad exterior. 

El pensamiento es una construcción abstracta de la realidad que es elaborado por la relación constante del individuo con el medio que lo rodea. Todo lo que se cree y se hace es producto del pensamiento.

Ahora, es importante destacar que lo que se piensa puede ser verdadero o falso. 

Por eso es que los pensamientos pueden ser buenos o malos, dependiendo del sustrato que sirvió de base para su elaboración. El comportamiento de la gente va a depender de lo que piense. Recordar lo que dijo René Descarte: "Primero pienso y luego existo". 

No porque un pensamiento haya salido de su imaginación tiene que ser real, hay que tener cuidado con eso, porque no todo lo que se piensa es una adecuada interpretación de la verdad. Muy frecuentemente los pensamientos suelen ser un mal producto de la realidad, por eso, hay pensamientos que son positivos y otros que son negativos. 

Como las decisiones que se toman en la vida van a depender de lo que se piensa, es necesario depurar bien el pensamiento, que es un recurso valioso para manejarse en el entorno social, siempre y cuando se le dé una adecuada utilidad. 

Se ha dicho que el pensamiento se nutre tanto de los estímulos internos como de los externos. En el caso de los estímulos internos hay que evitar la influencia negativa de la imaginación, valorar lo que se piensa para no juzgar mal y lastimar a las personas. 

En ese mismo sentido, las premisas de la realidad exterior que sirven para construir un pensamiento, tienen que ser claras, objetivas, palpables y demostrables. Las informaciones que se usan en este proceso, para ser validas, tienen que tener fuertes evidencias, de lo contrario, se tiene el riesgo de caer en la especulación. 

Muchas construcciones del pensamiento surgen de premisas falsas, de chismes que personas tóxicas e interesadas ponen a circular, vendiéndola como ciertas, afirmando categóricamente su veracidad, y sin embargo, son una verdadera mentira. 

Las personas mal intencionadas transmiten informaciones falsas, buscando influir en la gente con la intención de crear ideas equivocadas, producir confusión y desorientación, para sacarle beneficio, aprovechándose de la buena fe y la bondad de la gente. 

Hay que manejar de forma lógica y racional el pensamiento, controlar los impulsos, meditar tranquilamente, sopesar y percatarse de que las informaciones recibidas sean de buena calidad. 

Tus pensamientos son valiosos, no permitas que se contaminen, evita que se usen en contra de tu voluntad.

2 comentarios:

  1. Excelente artículo. Gracias por compartir.

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  2. Muy buena contribución al fomento de la participación social que contribuya a la cohesión social y a la gobernabilidad democrática!

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