21 de mayo de 2022

El Poder de las Ideas (2 de 2)

Por Clemente Terrero*

Después de las disquisiciones que hicimos en la exposición anterior, lo que en realidad nos motivó a escribir este trabajo fueron las declaraciones de Frei Betto, publicadas en un periódico de Brasil, sobre las ideas. 

Frei Betto dijo: "El capitalismo socializó las ideas y privatizó los bienes materiales, mientras que el socialismo socializó los bienes materiales". Estás declaraciones son bastantes contundentes, porque plantean una critica a los lideres que en las sociedades socialistas buscaban garantizar el bienestar material de la gente. Interpretamos que eso pudo ser una de las causas del éxito del capitalismo y el fracaso del socialismo.

Nos llamó mucho la atención esa reflexión que nos obliga a reflexionar y cambiar la estrategia, reorientando las acciones del cambio revolucionario. 

Podemos inferir que Frei Betto quiso significar que el socialismo socializó los bienes materiales, pero privatizó las ideas, prevaleciendo la tolerancia y la creencia de que éramos los perfectos. No entendimos que para ser siostenibles era necesario promover la libre expresión y el debate de las ideas. Fei Betto no lo dijo exactamente así, pero es como lo interpretamos. 

La manera en como ambos sistemas manejaron  estos dos elementos de la vida, lo material y lo espiritual, pudo ser la causa principal de la desintegración de los grandes proyectos socialistas y del auge del capitalismo en el mundo. Los lideres socialistas se enfocaron más en resolver las necesidades materiales de la gente, dejando a un lado el componente espiritual, que tiene que ver con las ideas.

Somos del criterio de que cuando se socializan los bienes materiales al margen de un proceso de concientización y fortalecimiento ideológico de las masas, se puede estar creando monstruos, seres irracionales e insensibles, que en algún momento podrían atacarte y destruirte a ti mismo. 

Sin un buen ideal, las personas pueden ser ambiciosas, inclinadas hacia las cosas materiales. Por la falta de conciencia, el hombre es ambicioso, vanidoso, que valora mas el dinero que a las ideas y que a la gente. Con esa mentalidad no podrán nunca ser buenos políticos, mucho menos, buenos revolucionarios

Para los seres humanos que poseen esa mentalidad, los sueños y las ideas no valen nada, su alma está petrificada, como dice Betto, dedicadas al lujo y al consumismo. 

Lo bienes materiales no tienen valor en sí mismo, fuera del ser. Descarte dijo, "primero pienso y después existo". El que no piensa, es como si no existiera, por eso las ideas tienen valor en el ser social, las cuales siempre estarán en primer plano, porque las ideas son el fundamento de la vida, la libertad y la independencia. 

Juan Pablo Duarte tuvo sus ideas independentistas. Junto con sus compañeros trinitarios, hizo posible lo que hoy es la República Dominicana. Nuestro país es el  resultado de ideas libertarias. 

Asimismo, Juan Bosch, tuvo sus ideas de justicia, enseñó a sus discípulos a servirle a partido para servirle al pueblo, por igual. Igual Manolo Tavares Justo, con sus ideas creó el Movimiento Revolucionario 14 de Junio que luchó contra la tiranía de Trujillo. José Francisco Peña Gómez, sus ideas de justicia social y Francisco Alberto Caamaño Deñó, por sus ideas, vino a enfrentar la opresión del régimen balaguerista el 2 de Febrero del 1973.

En ellos, en ningún momento primaron los bienes materiales, el dinero ni el lucro. Lo que los impulsó a luchar fueron las ideas, para que un día, en el país dominicano, prevalezca la libertad y la justicia. 

El que vive sin ideas es como un vegetal. Démosle sentido a la vida, soñemos. Las ideas son el poder del cambio, son la razón de la existencia misma, que deben ser socializadas y defendidas hasta el final. 

Defender las ideas, es lo mismo que defender la vida.

*El autor es infectólogo, director del Hospital Infantil Robert Reid Cabral.-

1 comentario:

  1. Maestro Terrero, muy buena publicación, me encantó; estaré suscrito para más.

    ResponderEliminar

La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.