Por Rafael Matos Féliz
Efer Peláez Ortiz, hijo de Alejandro Alcides Peláez Suero y Carmen Ortiz (fallecidos), es el hermano menor del buzo más grande de todos los tiempos de la región sur, Hugo Peláez. Efer nació en Barahona el 19 de septiembre del 1945. Cursó sus primeros estudios en la Escuela de Doña Cuca, esposa de German Medina; luego pasó al Patronato San Rafael (actual recinto de
Con poca edad, se le veía jugar pelota en lugares vacíos y jugó desafíos en el patio del matadero municipal, que está próximo a su casa. En esos primeros años jugaba center field y se hizo popular por su brazo. Batazos que se suponían hit, lo sacaba out en primera, desde el center. Se decía que tenía un misil en su brazo. Una de sus hazañas era tumbar cocos a pedradas. Se cuenta que un día acumuló 600 cocos (verdes y secos), tumbados a pedradas. Se cuenta también que en una ocasión, un torete herido se soltó de sus amarras en el matadero, y en el corre y corre, doña Carmen, su mamá, lo agarra para arrastrarlo hacia la casa; mientras el animal se acercaba peligrosamente hacia ellos. Efer logró soltarse y tomó dos piedras y cuando disparó, se oyó como tronó la frente del toro, este se trastabilló y cayó, momento que aprovecharon Efer y su madre para protegerse, antes de que el toro se incorporara nuevamente.
Jugó del equipo Farmacia Zaida y como su brazo era un poder, lo colocaron de pitcher. Se convirtió en un temible lanzador, no por su control, sino por el miedo de recibir un bolazo. Una vez le lanzó al estelar Raymond Vólquez y el lanzamiento fue tan pegado y tan rápido, que al defenderse, el bateador le pegó con el bate a la pelota y “sorpresa”: la sacó de cuadrangular. Este hecho aún se comenta en los predios beisbolísticos locales.
Por influencia de su hermano Hugo Peláez, Efer se interesa en la pesca submarina. Su primera competencia de importancia fue en 1966 contra un equipo de Santo Domingo, logró el Segundo Lugar y su hermano Hugo, obtuvo el Primero. El gran deportista Ruddy Wöel, le motiva para que use su potente brazo en el lanzamiento de la jabalina. Y así se inicia en esa nueva disciplina. No participó en competencia, por el temor de su entrenador, y ello porque un día de práctica en el estadio Nadím J. Hazoury, mientras Ruddy le enseñaba la técnica y cómo impulsarse y lanzar la jabalina, Efer la tomó y sin previo aviso, la lanzó tan fuerte que la chocó contra la pared del play, dañándose con el impacto la punta del instrumento lanzado.
En 1967, en una competencia de pesca submarina en Monte Cristi, obtiene el tercer lugar y Hugo Peláez, logra el segundo lugar. En 1973, un tiburón le mata un compañero de nombre Manuel, al cual apodaban “Lolo” y desde ese momento Efer dejó la pesca submarina, pues el trauma y la frustración le afloraban cada vez que se sumergía. Por otro lado, se establece que fue el mejor cazador deportivo de todo el suroeste. Era experto en cazar al vuelo.
A corta edad, se involucra en la práctica del karate con el profesor Mario D´oleo. Su avance en esta disciplina era impresionante. Un día, el profesor, debido a que ninguno de sus compañeros gustaba practicar con Efer, le pide que hagan “sombra”. Al rato, ambos peleadores se golpeaban sus brazos en forma ininterrumpida. Al día siguiente, el maestro no llegó a la práctica, y cuando fueron a buscarlo, lo encontraron con ambos brazos hinchados. Otro día hacían “kumite”, y al momento de cuadrarse, Efer sale disparado y le pegó en el pecho al profesor que lo tumbó largo a largo. Ahí mismo acabó la pelea, pues pensó que el maestro iba a vengarse. Poco tiempo después abandonó este deporte.
De pequeño, se le oía cantar rancheras mexicanas y las palomas de su casa iban a su encuentro, pues sabían que les traía maíz del mercado. ¡Tremendo espectáculo aquel! Actualmente Efer se dedica a la pesca al curricán y al calado de chillo, por Cabo Rojo, Pedernales. Ya no bucea, pues se operó de la laringe. Procreó a Moisés Francisco (fallecido), Alejandro Alcides, Julio Enmanuel y Carmen Natacha. También a Carmen Jordania y Ana Betania. Actualmente vive en el sector de Riosito, con su esposa Elizabeth Ortiz y tienen tres hijos: Efer Amílcar, Dimas Eliezer y Wánder Felipe.
¡¡EFER, ERES EXTRAORDINARIO EJEMPLO DE DEDICACION AL TRABAJO Y LA VIDA NATURAL. HONOR Y GLORIA!!
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