Por Tomás Aquino Méndez
Como si se tratase de ponerse una camisa y cambiarla por otra, los legisladores, al parecer, pretenden seguir subdividiendo el territorio de la capital. Casi de forma subrepticia, uno de los diputados de la provincia Santo Domingo sometió un proyecto para reducirla de tamaño. Ya en el 2002 estrecharon sus dimensiones. Eso trajo consigo tres nuevos municipios. Una cantidad inmensa de regidores, diputados y funcionarios locales. El objetivo, se dijo, era garantizar mejores servicios al ciudadano, porque el Distrito Nacional era DEMASIADO extenso. La realidad es que el beneficio real ha sido la creación de algunos empleos. Eso, de por sí, no es negativo. Resulta que otra vez, un diputado, depositó un proyecto para seguir el desguace, ahora de la provincia Santo Domingo. Se pretende crear una nueva provincia y con ella abultar la burocracia estatal. Cuando se dividió el Distrito, los autores alegaron que tendríamos una eficiente recogida de basura, mejores servicios de agua, luz, transporte; pero todo sigue igual o peor. La provincia que se propone, se nombraría “Matías Ramón Mella”. La integrarían los municipios Santo Domingo Norte, Santo Domingo Oeste, Los Alcarrizos y Pedro Brand. A la actual provincia le quedarían Santo Domingo Este, Boca Chica y Guerra. El argumento luce valedero. Su autor dice que busca “hacer más eficientes los servicios”, el mismo dicho de la división anterior. Lo único cierto es que esa creación traería unos empleos más y una redistribución de una parte del presupuesto de la nación. Probablemente muchos ciudadanos, especialmente ligado a los partidos, la ven positiva. Ya en el 2014 se intentó pasarlo y fue parado. En esa ocasión, el entonces diputado Redhames Gonzalez dijo “Yo pienso que no es el momento más indicado”.
Creo que el desguace territorial debe detenerse y hacer más eficiente lo que tenemos hoy.
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