Por Rafael Matos Féliz
A Cri-Crí Canario al entrevistarlo para esta reseña, se le señaló que su nombre correcto debería ser Antonio Crisques Canario y respondió que no, porque a él, todo el mundo lo conoce como Cri-Crí Canario desde pequeño. Nació el 10 de mayo del 1936 en Barahona. Su padre fue Carlos Crisques, de origen inglés y su madre, Gregoria Canario.
Cuando tenía 8 años, va a la escuela primaria localizada casi al frente del Cuerpo de Bomberos.
Allí se le conoció como un niño muy revoltoso, y a cada rato, se metía en pleitos por cualquier sencillez con sus compañeros. Estos pleitos le hacían perder muchas clases y al mismo tiempo, perdía también el interés por la escuela. Apenas llegó a completar, en varios años, el segundo grado de la educación primaria. Con 12 años de edad, dejó la escuela de manera definitiva.Cuando
cumple 13 años, su hiperactividad y el deseo de hacer algo positivo en la vida,
lo encaminan a buscar trabajo y es así como un maestro de albañilería llamado
“Caíto”, lo contrata como ayudante, y al poco tiempo, se le ve haciendo
mezclas, cargando bloques y cubos en la construcción del edificio que hoy ocupa
En el 1950 y con 14 años, comienza a jugar béisbol en el antiguo play donde luego se instaló el mercadito de Villa Estela. Perteneció al equipo de su barriada y se enfrentó contra los equipos del “Parque de Los Sueros”, “Batey Central”, “La Playa”, “Fábrica de Camilla” y otros. Cri-Crí Canario para esa época jugaba el center field y como bateador tenía la posición de abridor. Los que le conocieron, dicen que era una bala corriendo de home a primera; lo que hacía que fuera seguro embasarse con rodados al cuadro.
En
1952, juega juvenil con el combinado de Barahona. Se desempeñó en el left field
y su principal hazaña, además de su velocidad, era ligar y promediar dos hits por juego. Cuando pasa a
A partir de ese momento, su brazo izquierdo comenzó a conocerse como un azote de bateadores. Sus curvas y cambios eran un veneno para los contrarios. Lanzó contra San Juan, Azua, Elías Piña, Baní, San Cristóbal, Las Matas de Farfán y otros equipos. Se recuerda cuando Moro Reyes lanzaba por Barahona contra San Juan. Barahona ganaba por la mínima y a Moro Reyes en esa entrada le pegan dos hits y luego da una base por bola, llenándose los sacos. Cri-Crí entró en rol de relevo. Ponchó al primero y con curvas, ponchó al segundo. Desde las gradas, Luís Sánchez le dijo que si hacía el cero, le regalaría un peso. Acto seguido, el general Ludovino Fernández le gritó, que si lo hacía, le daría 5 pesos. Un minuto después sonó la algarabía: Cri-Crí ponchó al tercer bateador. El público lo alzó en brazos, y él se ganó la fortuna de ¡seis pesos!
Cri-Crí
tiene la gloria, de que en casi todos lo juegos que lanzó, ponchó entre 10 y 12 bateadores, pues su curva era sencillamente imbateable. Como también era un buen bateador,
en muchas ocasiones lo ponían de emergente. Participó como refuerzo para
Participó
con
¡¡CRI-CRI CANARIO, ERES
ORGULLO BARAHONERO. PARA TI HONOR Y GLORIA!!
Ese señor es un orgullo para nosotros los barahoneros,lógicamente un producto muy escaso para la época;lamento decir que hemos perdido la esencia de nuestra cultura , incluyendo nuestro Deporte, el folclor nuestro. Lamentablemente vivimos en el mundo que no fuimos creados.
ResponderEliminarRAMON ALIRIO FLORIAN TRINIDAD