19 de octubre de 2020

Lo Mucho, Hasta Dios lo Ve

Por José D. Sánchez

Dice una poesía hecha canción:

Quién me presta una escalera para subir a la cruz.

Reza un dicho popular:

Lo mucho hasta Dios lo ve.

Ningún pueblo cambia un gobierno bueno a menos que no sea con un golpe de estado o una intervención extranjera.

Lo sustituye buscando un cambio o por lo menos respirar otros aires.

Los bandidos, cuando tienen que salir huyendo, lo que no se pueden llevar lo esconden o lo entierran, por si mueren, se haga difícil su localización.

Nadie está escondido, nadie ha enterrado tesoro, nadie ha muerto ni nadie ha caído preso.

Pero están contratados 15 bufetes de abogados por si aparece un expediente.

Nadie puede hacer inversiones pensando en los tesoros robados por los bandidos, tampoco un gobierno que sustituya a otro, cambiado por el usufructo del erario público a favor de particulares, puede ni siquiera imaginar que va a encontrar las arcas llenas.

No existe justificación para ampararse en lo que todo el mundo sabía o sospechaba:

“SE LO LLEVARON TODO”.

Los candidatos sabían hacia donde iban y lo que encontrarían:

DEUDAS Y BANCARROTAS.

Las excusas baladíes que estamos viendo son cantos de sirenas y consignas de elecciones.

En tan solo dos meses tenemos compromisos de préstamos por 6,000 mil millones de dólares, con un reciente acuerdo con EEUU.

No solo la deuda superó la barrera del 50% del PBI, sino que en 60 días se ha cogido prestado más del doble de lo que hicieron aquellos malandros en 8 años.

La fórmula de Ito con los combustibles se está aplicando inversamente proporcional, en vez de bajar están subiendo semana tras semana.

Este pueblo no tiene la culpa de que los artistas dilapidaran sus fortunas para que se beneficie a todos con un seguro de salud.

Los músicos, las bandas municipales, las bandas de los bomberos no están incluidos, solo artistas de renombre, la mayoría no lo necesitan.

La lucha contra la corrupción y más “con los funcionarios de mi gobierno”, como expresaron antes y después de ganar, no ha pasado la primera prueba.

Pensaban los votantes que el presupuesto del 2021 bajaría significativamente con la eliminación de ministerios y oficinas inoperantes y viciadas y con la supresión de las botellas infinitas.

Le bajaron la asignación a la justicia.

Inexplicablemente subió.

Antes de entrar criticaban los altos salarios, pero al llegar lo han aumentado.

El presidente no cobrará su salario pero en viajes, comilonas, agasajos, flores y regalos, es posible que haya consumido más de lo que ganaría en los cuatros años.

Seguiremos viendo el traslado de las concubinas en helicópteros, aviones privados y yates de lujos?

No por ser concubinas, sino por hacerlo con dinero del pueblo, con dinero propio estoy de acuerdo.

BORRÓN Y CUENTA NUEVA?

MÁS DE LO MISMO?

No puedo rezar ni quiero a ese Jesús del madero... 

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