NUESTRAS GLORIAS- Femo Peterson

Por Rafael Matos Féliz

Otra de las luminarias que irradiaron con su luz el firmamento deportivo de la región sur, lo fue Anselmo Carlos Vangeneguen Petterson (Femo), quien nació en la ciudad de Barahona el día 9 de marzo del año 1924. Sus progenitores fueron el señor José Augusto Vangeneguen, inmigrante de la isla San Martín y la señora Anita Petterson, enfermera inmigrante de la isla inglesa Santa Cruz. Ambos vinieron al país al abrirse el BARAHONA SUGAR COMPANY, empresa que posteriormente se le conoció como Ingenio Barahona.

Femo Petterson, como se le ha conocido siempre, corrió la misma ruta de la gran mayoría de los deportistas que nacieron en la primera mitad del pasado siglo XX. Su infancia tuvo influenciada por las actividades deportivas relacionadas con el béisbol, y ya entre los 9 y 12 años, se destacaba en los intercambios de pelota.

Fue un Center Field de calidad, y su compromiso y disciplina deportiva se fueron acerando hasta cumplir los 18 años de edad. A partir de esa fecha, se destaca en todos los equipos de los cuales formó parte. Perteneció al equipo “WHISKI B” y luego al “WHISKI A”. Con ellos participó en torneos nacionales de béisbol durante los años del 1943 al 1945. Su estilo fildeando era impresionante y su promedio se acercaba siempre a los 300. Luego pasa a formar parte de la selección que representó a Barahona y que logró el banderín de CAMPEÓN de la Región Sur en el año 1947. Así Barahona pasa a competir en la ciudad capital por el CAMPEONATO NACIONAL. Para 1948, a la novena barahonera, Campeones del Sur, le tocó enfrentarse con la novena de Santiago que había logrado el banderín de Campeones de la Región Norte. Este duelo entre titanes se escenificó en la ciudad de Barahona.

El primer partido, que se realizó en la mañana,  fue ganado por los sureños; mientras que el segundo juego, que fue escenificado en horas de la tarde, fue ganado por el aguerrido equipo santiagués. Luego de dividir victorias, ambos equipos y los fanáticos que se deleitaron con sus extraordinarias actuaciones, se confundieron en solidarios abrazos y manifestaciones de cariño y de espíritu deportivo.

Al regresar los cibaeños a su región, ocurrió un accidente al avión HI-12 de Dominicana de Aviación que los transportaba. A este fatal accidente se le conoce como LA TRAGEDIA DE RÍO VERDE. Esta desgracia enlutó y entristeció a todos los fanáticos y a todos los dominicanos en una forma tan impresionante, que aún hoy día, cuando Femo Petterson narra la tragedia, lo hace con una evidente tristeza y pesar.

Entre los años 1949 y 1950,  Femo se enroló al equipo de la Policía Nacional, y del 1954 al 1956 jugó con el Escuadrón de Caballería del Ejército Nacional, y finalmente, participó con la Marina de Guerra en el ‘56. Luego en el año 1959, Femo deja de jugar béisbol y pasa a participar en torneos de Softball y finalmente se enrola con la Liga softbolística “Los Caneros”, de la ciudad de Barahona, la cual lo exaltó al Salón de la Fama del Deporte de esta provincia. 

Femo dejó de practicar deporte debido a un accidente durante un fuego en la ciudad de Barahona, allí perdió la vista del ojo izquierdo y fue operado de emergencia del ojo derecho.

Ha sido reconocido por varias instituciones, entre las que se cuentan La Liga Liquito Hernández, La Liga José Gómez, Liga Los Caneros, CONADECO, Consejo Nacional de Drogas, Comisionado de las Naciones Unidas y por los Bomberos del Condado de Hudson. También en Puerto Rico, por la Asociación Pro-desarrollo de Barahona; ha recibido placa como "Viejas Glorias" y el Ayuntamiento le reconoció su aporte como bombero. En el 2000, Betzaida Burroughs, como Directora de Deportes, entregó una placa a Femo Petterson, a Manuel Viera Nolasco (Come azúcar) y a Papito Pagán, como homenaje por su vida deportiva.

Anselmo C. Vangeneguen Petterson (Femo), vive en la calle María Trinidad Sánchez No. 66 de la ciudad de Barahona, junto a su esposa Rosa Herminia Pérez y criaron a Johnny (fallecido) y a Omar de Jesús. Actualmente Femo está pensionado como coronel del Cuerpo de Bomberos y lleva en sus hombros la carga de 96 años de vida. Es el único deportista sobreviviente de los jugadores que enfrentaron a los campeones de Santiago el 11 de enero del 1948.

¡HONOR A TI, GLORIA VIVIENTE DE NUESTRA HISTORIA DEPORTIVA!