Por José D. Sánchez
Tomé la decisión de dejar de escribir sobre el coronavirus después de
haber publicado tanto de ese tema en mi muro de Facebook, porque continué
leyendo y oyendo mentiras y sandeces.
Entendí además que se convirtió en otro negocio de la medicina y su
entramado internacional, como me dijo un cuñado español: Hasta que no se vendan
todas las mascarillas que están hechas, vamos a seguir embozao.
Al escuchar las medidas que desean implementar las actuales autoridades, me dio motivación para volver sobre el tema y dar “MI OPINIÓN” al respecto.
.
Para aquellos que vean este artículo y puedan pensar, ahora sí es bueno
hacer pronósticos. Voy a refrescar algunas de las cosas que dejé plasmadas en
los anteriores, para eso tendré que dar datos estadísticos o repetirlos, que
casi siempre son tediosos para la lectura y entendidos por aquellos duchos en
la materia.
El 20 de marzo, 2020, entra en vigor el toque de queda, teníamos 2
muertos y 72 infectados confirmados.
Establecía la inutilidad del mismo sin algunas medidas adicionales, que
se pueden ver muy drásticas, que tenían que implementarse para el éxito de la disposición,
luego tuve que escribir como se habían burlado y ridiculizado de la puesta en
práctica y ejecución del mismo, los resultados al día de hoy me dan algo más
que la razón.
Para el 20 de abril, 2020, 30 días después del toque de queda, teníamos
235 fallecidos y 4,964 contagiados.
En esa misma fecha se toma la decisión de aplazar las elecciones del 5
de mayo, también plasmé por escrito que consideraba muy desacertada esa medida
y que repercutiría negativamente en la propagación del virus.
Veamos:
El 5 de junio había 525 defunciones y 18,708 infectados, y para el 5 de
julio habíamos llegado a 794 muertos y 37, 435 contagios.
269 fallecidos y 18,727 de diferencia en un solo mes. Antes de concluir
el proceso electoral, se rompieron todos los récords establecidos en fechas
anteriores en pérdidas humanas y en cantidad de personas infectadas.
En uno de los artículos publicados, decía que “ el número de muertes
probables andaría en nuestra país en 1,600 máximo, si no acontecía un hecho que
rompiera el esquema de mis cálculos y que eso podía suceder con la realización
de las elecciones en una nueva fecha, como se hizo, antes y después.
Hoy, 22 de agosto del 2020, cuando esto escribo, nos encontramos con las
siguientes estadísticas:
21 de agosto, 2020, 1,533 defunciones, 89,867 personas registradas como
infectadas, solo contabilizadas las positivas por pruebas PCR, no incluidos los
resultados por tomografías y placas ( los niños solo pueden diagnosticarse con
radiografías, he oído).
Antes de las elecciones: 794 pérdidas humanas.
Después de las elecciones 739 muertes.
En total, 1,533 personas han perdido la vida por el COVID 19.
Antes de las elecciones: 794 fallecidos en 110 días = 7.21, promedio muertes diarias.
Después de las elecciones: 739 defunciones en 58 días = 12.74 muertes por día en promedio.
Cuando decía en uno de mis artículos que no importaba la cantidad de
contagios sino el número de pérdidas humanas y también estimaba la tasa de
letalidad al final de la pandemia por debajo de un 2%, aquí están los resultados
hasta ayer.
Fecha- fallecidos- contagios- letal.
5/7/: 794 37,445 0.0212
21/8/: 1,533. 89,867 0.0171
Si tomamos la diferencia entre las fechas veremos:
5/7 a 21/7: 739, 71,159, 0.0104
Aumentaron la muertes casi al doble, pero al casi triplicarse los
contagiados, la tasa de letalidad bajó casi a la mitad.
Sobre las vacunas encontraremos en una de las publicaciones lo
siguiente:
Hay alrededor de 150 anunciadas, pueden dar resultados 8 de ellas y la
primera estará lista en septiembre.
Hoy, posibilidades reales veo 6, si no me falla la memoria, lo que me
pasa a menudo:
La cubana, la de la India, la estadunidense, la china, la británica,
(Oxford) y la rusa.
Para septiembre solo se visualiza la rusa que está en producción.
POR QUÉ TRAIGO A COLACIÓN ESTOS DATOS?
Las nuevas autoridades están por implementar un plan de cerrar las
ciudades donde hay más incidencias de la pandemia y desde mi punto de vista es
un error.
1.- Los recursos a utilizar serían muy cuantiosos, los resultados serían
inmediatos, luego volvería la situación igual o peor, como ha sucedido con
intervenciones anteriores realizadas en Puerto Plata, Duarte, La Vega,
Santiago, Santo Domingo.
2.- Esos recursos utilizados no dinamizan la economía y se convierten en
deudas o gastos sin recuperación.
Cuando existían 10 provincias con menos de 10 contagiados, propuse
usarlas como modelo, en orden de importancia productiva, para establecer un
cerco epidemiológico, con vigilancia extrema, ciudades abiertas, producción
total, entrada y salida controlada.
Hoy estamos en mejores condiciones para hacerlo, tenemos personas
inmunizadas que sanaron del virus, de todas las profesiones y oficios, la
inversión sería menor en 5 provincias de una misma región, que en una de las
más pobladas, menos habitantes y la inversión se recupera con la producción y
con la dinamizacion y crecimiento económico.
Lo primero, primero: una masiva propaganda de orientación y educación
para conseguir que la población coopere, si no existe cooperación de los ciudadanos, el fracaso está asegurado. Además, desmontar la creencia y hasta la convicción
arraigada entre personas, incluso de muchas nacionalidades, de que el virus se
cura con remedios caseros y que existen medicamentos que inmunizan.
Este plan, si el modelo funciona, se iría expandiendo a otras provincias o
ciudades, el tiempo lo determina el éxito, y luego puede ser usado en las
fábricas, en las industrias y en el sector turístico.
Para el personal a usar, tenemos un registro, según los datos del Ministerio de Salud, de las personas curadas del COVID 19, con oficios y
profesiones, las idóneas para llevar a cabo las tareas que se necesitan.
El que desee oír que oiga y el que desee ver que vea.
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