Campaña de fumigaciòn y el control de los mosquitos (1)
Por Rafael Matos Fèliz
En estos días hemos visto vehículos de Obras Públicas y otras
instituciones, aplicando insecticidas para controlar las plagas de mosquitos
que frecuentemente, en los periodos de lluvia y de calor, nos azotan en todo el
territorio nacional. También, hemos visto en programas hablando de las acciones
para la eliminación de los criaderos de mosquitos. Eso está muy bien; pero en
esta ocasión queremos referirnos a las fumigaciones o aspersiones.
En lo que va del presente año (2019), se han reportado en República
Dominicana más de 2,600 casos de dengue; lo que equivale a un 433% más que en
el mismo periodo del año 2018. Aunque el
boletín del Ministerio de Salud señala que no se han reportado muertes por la
enfermedad, en el hospital Robert Reíd Cabral se reportan 14 muertes bajo
sospecha de dengue; una de ellas del municipio de Tamayo y hace alrededor de
una semana una niña de 5 años, en el barrio La Playa de Barahona, falleció bajo
el diagnóstico de ser afectada por el DENV-2.
En la última semana se reportaron 385 casos de dengue, de los cuales
300 fueron en Santo Domingo, 49 en Bani y 36 en Barahona. También en todo el
país se han reportado, durante los primeros 6 meses del presente año, unos 217
casos de malaria, de los cuales dos se reportaron como muertes. Esta situación
ha despertado la alarma en la población y se escucha por doquier la exigencia
de la atención temprana a los afectados y el control de los vectores del virus,
es decir, de los mosquitos.
En los barrios donde se realiza la campaña de fumigación, la misma se
hace en uno o dos días y luego no se vuelve a pasar por la misma zona. En nuestro
entender, ese método de control de la plaga no dará resultado duradero ni
mediano. El ciclo de vida o biológico de los mosquitos no se rompe con ese
esquema de control. Una hembra, que es la que chupa sangre, dura como adulta de
30 a 45 días y durante ese periodo puede ovipositar (poner huevos) cinco veces;
llegando a poner entre 600 y 900 huevos en su vida.
Además, las hembras vuelan apenas entre 80 y 150 metros cerca de su
hábitat, Eso quiere decir que tendrá las nuevas camadas o poblaciones de
mosquitos en los mismos lugares. Pero además, las fumigaciones solo matan a los
insectos adultos que son alcanzados por el insecticida; los mosquitos que están
en fase de huevos, de larvas o de pupas no son afectados y son esas etapas del
ciclo biológico, las que poblarán de nuevo las casas, patios y parques, en dos,
tres, cuatro, o más días.
Por ello, es necesario volver a fumigar en esos lugares entre tres y
cuatro veces en un mismo mes. De esta forma, se puede romper el ciclo durante
la época de apareamiento. Otro tema relacionado con las fumigaciones, es el
referente a los productos usados para el control. No se recomienda el uso de
insecticidas organofosforados por su peligrosidad para los humanos, peces y
abejas Pero aun así, las fumigaciones no son suficientes para controlar y
disminuir la plaga de mosquitos.
Aquí señalamos, que la falta del servicio de agua potable en cantidad
y calidad en las viviendas, es la principal causa de los criaderos caseros en
todo el país y del aumento de las enfermedades y muertes, pues eso conlleva, a
que en muchas casas se vean compelidos a guardar agua en tanques, cacerolas y
otros recipientes, que se convierten en las mejores incubadoras de los
mosquitos.
Se requiere integrar otras acciones y en ellas deben intervenir todas
las instituciones, entidades de la sociedad civil (juntas de vecinos, gremios,
asociaciones, etc.), esto así, porque de todas las acciones, las más importantes
tienen que ver con la prevención y la eliminación de los criaderos. Es
necesario educar a los ciudadanos en esos aspectos y que, desde el Estado, se
promueva la dotación de agua potable a las viviendas y no los negocios de agua
al por mayor y al detalle, como ganancias de unos pocos en oposición a la salud
y derechos de los ciudadanos.
Continuaremos con el tema,
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo
Sostenible
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