Proyecto Perla del Sur y la agresión a la Madre Tierra (1)
Por Rafael Matos Féliz
Ya nos imaginamos las diabluras y pestes que nos lanzarán, pues aquí se
acostumbra, que las intervenciones de funcionarios, de grandes empresarios y del
gobierno, siempre vienen precedidas de loas, de alabanzas y adulaciones y más
si están rodeadas de “pagos por publicidad” y las bondades y frases sonoras
como: “despegue del Turismo”, “muchos empleos”, “desarrollo económico”, ideadas
y manejadas por la promoción mediática.
Ocurre y viene a ser, que el oleaje en la zona de las costas de
Bahoruco y La Ciénega, es muy fuerte, lo que permite que solo existan en las
playas cantos rodados o gravas. Ese fuerte oleaje es un importante recurso para
las prácticas de surfing y ello ha permitido que en la zona se celebren competencias
nacionales e internacionales de ese deporte acuático y que haya ganadores
locales en varias categorías.
Ocurre y viene a ser, que nuestra región se encuentra en la trayectoria
de las tormentas tropicales o huracanes, y los fuertes oleajes costeros, al
anteponérseles obstáculos en su trayectoria, pueden cambiar su dirección; y eso
puede tener consecuencias catastróficas en zonas menos protegidas, como son las
playas de Bahoruco y La Ciénaga. Los efectos y posibles daños, hasta ahora ningún
modelo matemático los puede prever con certeza.
También ocurre y viene a ser, que para el proyecto Perla del Sur, el
material rocoso y de base para los rompeolas, se extrae de las estribaciones
costeras de las montañas entre La Ciénaga y el balneario San Rafael. Montañas
estas que son de bosque húmedo y con una pendiente por encima del 60%; donde la
Ley 64-00 prohíbe hacer lo que se está haciendo, y más aún, próximo a la zona del
“Derrumbao”, donde han sido frecuentes deslizamientos de tierra de las montañas
hacia el mar.
Resulta y viene a ser, que para las playas de La Ciénaga y Bahoruco,
frente a la desembocadura del río, se
han incentivado los permisos para extraer chatas y bolos (cantos rodados) de
las orillas, que son el material que protege el litoral contra la erosión de
oleaje. ¿Y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales?…!Bien,
gracias!
Como algunos sufrimos del “Síndrome de la Idiotez”, nos gustaría saber
qué dice la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) y el Plan de Manejo Ambiental
(PMA) que se le hizo al proyecto Perla del Sur, y nos gustaría saber quién lo fiscaliza.
Resulta y viene a ser, que en la zona de extracción de las rocas para
los rompeolas del Perla del Sur, en el Derrumbao, nacen caños de agua, por las
infiltraciones de las lluvias de la parte alta, pero lo más grave es que se
conoce que se han registrado microsismos, por la cercanía de ese sistema
montañoso a la falla tectónica llamada Trinchera de los Muertos, que pasa por
Barahona y se interna en el Mar Caribe. Esperamos que los santos nos agarren
confesados, si se registra un sismo de mayor magnitud en la zona.
Si eso ocurriera, que puede ser y nadie puede evitarlo, existen todas
las probabilidades que la montaña agredida con la extracción de rocas y por su
pendiente extrema, se venga abajo, con las peores consecuencias para toda la
zona litoral y para la geomorfología de las montañas. Ello paralizaría todo el
tránsito desde Pedernales a Barahona y viceversa. Sería un desastre.
Reconociendo la forma de pensar de los aduladores, si algo fatal
llegara a ocurrir por la agresión a la Madre Tierra, de seguro que se comentará
y se publicará que todo se debe o se debió a que nosotros nos pusimos a hablar
de eso y como somos unos azarosos y tenemos “boca de chivo”, la naturaleza nos
cobró esas palabras y nos castigó por ello.
Rafael Matos Féliz
Por el Desarrollo
Sostenible
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