Por Nélsido Herasme
Con la asunción del Triunviro, luego
del golpe de estado al profesor Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963, con el
cual quedó abortada la vigencia de una Constitución progresista basada en libertades
y justicia social, nació el Barrio 27 de Febrero.
Este sector,
perteneciente a la Circunscripción 3, del Distrito Nacional, conocida
anteriormente como Zona Norte de la Capital, aún aguarda por el desarrollo,
progreso y bienestar social de sus casi 90 mil habitantes.
Los
munícipes, las organizaciones sociales y comunitarias del Barrio 27 de Febrero,
quieren la inclusión en el circuito de las 24 horas de energía, por ello
caminan de la mano con la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas
Estatales (CDEEE) y la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Edeeste).
También necesita de un centro de
estudios que acoja una mayor cantidad de jóvenes y niños en edad escolar, porque
son mucho los estudiantes que en este instante están recibiendo el proceso de
enseñanza en casas alquiladas. En cuanto a la salud, es mucho el sufrimiento de
los moradores, especialmente de los adultos mayores, luego de iniciada la demolición del viejo Hospital Luis
Eduardo Aybar (Morgan) para darle paso a la llamada “Ciudad Sanitaria”. Los
moradores dejaron de contar con su hospital público, mientras que al día de hoy
solo reciben atención del personal medico y paramédico del Sistema Nacional de
Emergencia 911.
El barrio demanda de una mayor calidad en la recogida de basura,
además del remozamiento de sus calles y de la construcción de sus aceras,
contenes y badenes en los sectores de Agua Dulce y Loma del Chivo.
Dos grandes problemas se presentan y es la falta de
espacios para la recreación y
esparcimiento y el que tiene que
ver con el suministro de agua potable en los hogares, la que nunca llega suficiente, a pesar de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo
mantener un programa de enviarla tres veces a la semana, mientras se la pasa rompiendo
las calles y aceras en busca de conexiones.
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