8 de julio de 2018

EXPRESIONES

Militares en las calles
 
Por Tomás Aquino Méndez 
 
Militares en las callesEs cierto que desde el pasado miércoles hay más militares y policías en las calles. He podido ver una mayor vigilancia en distintos sectores, avenidas, vías comerciales, barrios de la capital y de la provincia Santo Domingo. He sido testigo de vigilancia y objeto de requisa en zonas consideradas “peligrosas”. Sin embargo, existen algunos PEROS para considerar exitosa este tipo de campaña. El primer PERO es que los delincuentes llevan la de ganar cuando cometen su tropelía, porque le tienen el tiempo medido a la patrulla móvil y si es fija, se mudan a otro lugar y siguen su accionar. Otro pero, que no entiendo, es por qué hay que preguntar al ciudadano, previo a una revisión, si es militar. Y he observado que algunos que responden positivamente son dejados ir sin someterlo al chequeo reglamentario.
¿Mucha confianza o actitud inexperta? Y el pero más preocupante es el que tiene que ver con la motivación económica. El salario que devengan esos militares y agentes no es para nada motivador. Es cierto que ese no es motivo para “macutear” o delinquir, pero da motivos para “flaquear”. Cualquier delincuente o grupo de estos que vaya a asaltar una gasolinera, un comercio o a un ciudadano cualquiera, puede poner en manos de estos agentes mucho más, en media hora, que lo que recibe durante 30 días de servicio y vigilancia peligrosa.  

Además, montar esos agentes en un camión o una camioneta y depositarlos en una esquina o  una vía comercial, con una macana, un revolver o un fusil y sin un centavo para alimentarse, no es una acción muy humana. De eso he sido testigo.  Militares que a las dos de la mañana, en vez de detener un vehículo para requisarlo porque resulta sospechoso o lleva un ritmo anormal, lo hacen para decirle: señor, como ciudadano ejemplar denos algo porque no hemos cenado y tenemos que amanecer en esta vigilancia. Yo lo viví. Leí también que al director del periódico El Día, José Monegro, le pasó igual. Con acciones esporádicas y operativos cuando la delincuencia está en su nivel más alto, no se le pone freno al delito.

Así no se combate a bandas de asaltantes que amenazan la paz ciudadana. Los operativos son, aparentemente, esfuerzos loables, pero han demostrado que no son efectivos para controlar este mal que nos amenaza. La disposición del presidente Danilo Medina, de enviar militares y policías a las calles, demuestra su preocupación por la tranquilidad ciudadana, pero, insisto, no parece la fórmula más efectiva para que las calles vuelvan a ser confiables, tranquilas y seguras. Es verdad que últimamente los salarios de los militares y policías han mejorado, pero eran TAN DEPRIMIDOS, que aún hay que retomar el tema salarial y estimularlos con dietas y alimentos decentes cuando sean llevados a las calles a realizar la labor en la que hoy se encuentran.

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