Por Luisa Suárez
Las cifras lo revelan: la mitad de los miembros de una oficina comparten
información en la nube, la mitad de las impresiones realizadas son desechadas y
un 20% de ellas, nunca llegaron a las manos de los usuarios. Definitivamente
los flujos de trabajo ya no son los mismos.
Gracias a esa automatización, los procesos de relacionamiento entre
grupos de trabajo son ahora más ágiles y efectivos, una nueva forma de trabajo
a la cual las empresas han tenido que adaptarse para no quedar rezagadas en
esta vorágine tecnológica.
El resultado de un estudio de Accenture acerca
del futuro de la fuerza laboral, revela que el 82% de los colaboradores
reconocen que las tecnologías digitales van a transformar su forma de trabajar
en los años venideros. Un 44% considera que ese nivel de transformación será
significativo. Ante este panorama, casi el 70% de ellos evalúan desde ya las
nuevas habilidades que la empresa les exigirá en un futuro. Un porcentaje igual
está buscando de forma proactiva, adquirir dichas habilidades.
Por su parte, las empresas se centran en ahorrar costos, ser más
sustentables y favorecer esta movilidad y la productividad de sus equipos, sin
que estos deban sacrificar aspectos como la seguridad en el manejo de la
información. La idea principal es sumar procesos innovadores en las labores
diarias. Las opciones digitales han venido a simplificar los procesos
empresariales y a nivel personal, gracias al entorno de conectividad
colaborativa, un proceso que de forma simultánea, preserva los documentos
corporativos más sensibles.
Con el fin de alcanzar las metas propuestas, los negocios deben mejorar
los procesos documentales y acelerar los flujos de trabajo, una visión que se
enfoca en las personas y su información, haciendo más rentable el negocio, y a
sus colaboradores más eficientes.
Para
responder a estos nuevos desafíos de la fuerza laboral, Xerox ha desarrollado
un conjunto de soluciones que se extienden a través de diferentes industrias,
como la manufactura, la banca y la educación superior, para transformar
procesos manuales y propensos a errores en enfoques automatizados y precisos
que toman minutos en lugar de días. Además, estas soluciones de automatización
organizan información vital proveniente de múltiples fuentes -tanto de papel
como de naturaleza digital- que permite a las organizaciones ofrecer
contenidos a través de múltiples canales.
Un
ejemplo práctico en la industria de seguros, por ejemplo, es el procesamiento de reclamaciones, un proceso
común en Seguros que normalmente implica algunos de los siguientes pasos:
1. El asegurado diligencia el formulario
suministrado por la compañía de seguros.
2. El empleado escanea este formulario usando una
impresora multifuncional.
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