Por Alejandro Santana
Aunque a muchos
torpederos se les antoje negarlo, el ejercicio del periodismo es un
asunto muy serio, tan serio como debe ser de responsable un médico en un quirófano.
Pero el ejercicio
del periodismo se ve entrampado en los diferentes segmentos
poblacionales, el pueblo quiere y reclama un ejercicio independiente, pero que
dé a conocer sus necesidades, reales o no.
La oposición quiere
un periodismo que difunda sus quejas, razonables o no, mientras que
los del poder necesitan a un periodismo vinculado a sus ejecutorias, que se las
difunda, mentiras o verdades.
Al periodista todos
lo quieren usar a su antojo y acomodo, esa es una realidad que es fácil
comprobar, todos necesitan a un periodista para que les difunda sus
pretensiones, puntos de vista y hasta las verdades extremas de grupos.
Recuerdo que en las
aulas, Lipe Collado insistía en la verificación de las fuentes por confiables
que sean, insistía el maestro Lipe, "no se conformen con lo que su fuente
les informe. Vayan más lejos, verifiquen".
Y lo hacía bajo el
alegato de que la fuente puede ser parcializada, mal intencionada, o
deseosa de hacer echar a correr lo que le interese en un momento dado.
Lipe Collado, un
brillante periodista, que siempre supo jugar con despertar el interés en
un tema, supo explotarlo, difundirlo, y lo hacía con destreza, sin dejarse usar
por personeros interesados.
Recuerdo que a raíz
del desembarco de Playa Caracoles, el vespertino La Noticia lo envió al
escenario del desembarco, produjo buenos reportajes sobre los acontecimientos
acaecidos en el lugar, pero también supo jugar con el morbo.
Una de sus crónicas
desde el lugar de los hechos, indicaba como titular la muerte de un hombre en Playa Caracoles, una nota de interés: "En Playa Caracoles, escenario del desembarco de Caamaño, matan hombre".
La nota calzada con
su firma, destacaba un hecho que nada tenía que ver con el desembarco, aunque se
había producido en el lugar donde este había ocurrido.
"Por Lipe Collado:-
En Playa
Caracoles, escenario del desembarco de Caamaño Deñó, un hombre fue ultimado de
varias estocadas en una barra donde compartía tragos con una meretriz".
Fulano de tal,
tantos años, recibió varias estocadas de parte de la meretriz, fulana, con
quien compartía tragos en la barra el Clavelito Rosado.
El informe policial
indica que el incidente de sangre se debió a que el muerto se negó a
pagar el dinero que la meretriz reclamaba por haberlo acompañado durante varias
horas.
Lo relevante para
la fecha era que se estaba en el escenario de un desembarco de guerrilleros y
que el pueblo estaba deseoso de informaciones provenientes del escenario,
Playa Caracoles.
Supo usar un
titular atrayente desde un escenario donde había una situación de guerra.
Eso no pasó en San
Francisco de Macorís, desde donde se difundieron al mundo imágenes de
despliegue militar, de armas, de vehículos de guerra, de soldados
camuflados y apertrechados.
En momentos en que
en esa Provincia había una huelga y que ya había ocurrido un muerto y varios
heridos, pero que las imágines eran falsas y que le llegaron a un
periódico de una fuente para ellos de "entero crédito" y que esa fuente
a su vez, las había recibido de una supuesta fuente de "entero crédito".
Es ahí
donde el ejercicio honesto y coherente del periodismo se pone a prueba, y es ahí
donde el maestro Lipe Collado insistía, ¿qué tan confiable es tu fuente?, agregando, "tu fuente no es mi fuente" Y para llegar a serlo debo contactarla
para que sea "mi fuente".
El periódico Hoy,
un medio responsable donde laboran periodistas respetables, honestos y
confiables, se dejó manipular por quienes pretendieron difundir una falacia
disfrazada de signos de veracidad que resultó no ser.
Imágenes diversas,
fotos aparentemente tomadas en un escenario donde se habla de la existencia
de una situación de guerra si se quiere, pero de una verdad manipulada por
los mismos sectores que quieren a un periodismo que difunda lo que les
interesa.
Es ahí donde el
periodista debe cuidarse, donde el periódico juega su papel de informar con
veracidad, contactando las fuentes para no salir a desmentir y pedir
perdón por un tremendo error informativo, manipulado por sectores
interesados.
Claro que pedir
perdón no es un pecado, es hasta un acto de valentía, teniendo
presente que muchos periodistas prefieren que les llegue la
muerte, antes que desmentir una información.
Que el editorial
del Periódico Hoy, de fecha 5 de agosto del 2017, nos sirva a todos los
periodista como una de las mejores razones para verificar siempre la
fuente de un corresponsal o un aliado en materia de información, porque
todos los sectores pretenden tener periodistas que les difundan lo que a ellos
interesa en un momento dado.
Hay que cuidarse,
de los ciudadanos, de los políticos opositores, del poder y hasta de los que, no
perteneciendo a ningún sector de interés, nos quieran usar para sus fines, porque
serio debe ser el periodista, el medio y las notas que se sirven, es decir,
debemos tener la habilidad de salir del laberinto en que nos quieren
entrampar sectores manipuladores, pescadores en río revuelto.
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