Por José Antonio Pérez Valenzuela (Toñin el Poeta Caminante)*
El hecho de que en los casos de corrupción de
los últimos momentos de la República Dominicana estén involucrados los
personeros de los principales partidos políticos del sistema capitalista, es
una demostración de que la práctica corrupta y corruptora es una realidad que
se presenta en el accionar de dicho sistema.
Es en los gobiernos que se ejercen dentro del mismo sistema, que dichas prácticas corruptas se utilizan desde los partidos y de manera
individual en el Estado y desde los gobiernos, para poder capitalizar cada vez y
mucho más a los representantes de dichos partidos para que se conviertan en las
alcancías del financiamiento de campañas políticas clientelar y así, de esa
manera, se convierten en dueños y señores del capital accionario de las empresas
capitalistas corruptas y corruptoras, como lo son las mismas organizaciones que se
hacen llamar Partidos Políticos.
Es con el destape del entramado del caso de corrupción de la
empresa Brasileña Odebrecht, en donde se encuentran involucrados un empresario
y un sin número de funcionarios y legisladores de los diferentes partidos que
componen el sistema de partidos políticos de la República Dominicana, que sale a
relucir lo que hace mucho tiempo se constituyó en el modo de vida de la clase
política que ha dominado la República Dominicana desde hace cerca de
cincuenta (50) años.
*El autor es Gestor Cultural, vive en Barahona.-
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