Historia de la Cultura Universal III
Por Carlos Darío Sousa S.*
Lo ocurrido con la literatura griega, sucede con
otras manifestaciones de su cultura. Todo se propaga por el mundo conocido en
forma de círculos, incluso hasta las monedas. Tal sería el caso de las piezas
de oro utilizadas por el rey Filipo de Macedonia, en el siglo VI antes de nuestra
era. Se expandieron por toda Europa, circularon en Inglaterra y fueron imitadas
por diversos pueblos bárbaros.
Tanto los dibujos y los grabados griegos, son otro
caso interesante de la expansión de la cultura helena. Viajaron al través del
tiempo y del espacio hasta llegar a China y el Japón. Algo parecido a lo
ocurrido con las monedas de Filipo,
sucedió con los objetos de arte del Lejano Oriente.
En los dos casos citados hay un punto de similitud,
la onda expansiva de la civilización griega es el vehículo de transporte. Pero el
desarrollo evolutivo de ambas ondas, difiere. En el caso de las monedas,
estamos en presencia de un proceso degenerativo, como consecuencia del
distanciamiento de la onda. Conforme la onda se alejaba de su origen en el
tiempo y en el espacio, el arte pierde parecido con el original. En el caso de
los dibujos chinos y japoneses, ocurrió todo lo contrario. Conforme
retrocedemos en el tiempo, los dibujos orientales van pareciéndose más a los
originales griegos. La imagen de Buda, por ejemplo, va esfumándose poco a poco.
En las últimas muestras ya no es la cara de Buda, según vayamos aproximando al
siglo IV antes de nuestra era, sino la cara de Apolo.
Con relación a la teoría de Arnold Toynbee, tenemos
lo siguiente: “El arte griego de la era “helenística” y de la “imperial” se
expandió hacia el Este en dos vehículos distintos. Con los ejércitos de
Alejandro en el siglo IV a.n.e., y con el tráfico comercial del siglo II a.n.e.
Atravesó el Asia Menor, el Imperio Persa y llega a Afganistán. Conforme va trascurriendo
el tiempo y aumentando la distancia del punto original, la onda cultural va
perdiendo su vitalidad y calidad.
Ahora bien, al llegar a Afganistán ocurre un suceso
trascendental. La onda expansiva conductora del arte griego ya debilitado,
choca contra otra onda espiritual oriunda de la India. Se trata de la “forma
mahayaniana del budismo”.
El arte griego en decadencia se funde con el mahayan
y origina una nueva civilización, vitalizada y pujante. La civilización budista
mahayaniana. Así nace la civilización del lejano Oriente.
En resumen, una característica de las “ondas
espirituales de irradiación” consiste en lo siguiente: las ondas expansivas
tienden a debilitarse conforme se alejan de su origen y se aproximan a la
periferia. Dicho debilitamiento puede
superarse si dos ondas expansivas surgidas de centros diferentes, chocan y se
funden. La mezcla de la onda griega con la hindú, produjo la civilización
hinduista del lejano oriente. Pero hay otro ejemplo del fenómeno antes citado:
La onda expansiva de la cultura griega se fundió con una corriente Siria. El resultado, el producto de dicha
mezcla, dio origen a la civilización cristiana de nuestro Mundo Occidental.
En el caso de los Toffler, en su libro “Las guerras
del futuro”. La supervivencia en el alba del siglo XXI, nos da la siguiente
versión en el capítulo “choque de civilizaciones”. Samuel P. Huntington
escribió un ensayo con ese título. Paidós. 1996, se refiere a la reconfiguración
del orden mundial (por cierto, muchos utilizan el término postmoderno para
describir lo que viene tras la modernidad).
¿Cómo no es posible que en nuestra sociedad –dicen-
se produzcan cambios masivos sin conflictos?, nosotros creemos que la metáfora
de la historia como “olas” de cambio, es más dinámica y reveladora que hablar
de una transición al “postmodernismo”. Las olas son dinámicas. Cuando chocan
entre sí, se desencadenan poderosas corrientes transversales. Cuando se
estrellan las olas de la historia, se enfrentan civilizaciones enteras, y esta
arroja luz sobre buena parte de lo que en el mundo de hoy parece carente de
sentido aleatorio.
De hecho, una vez que se entiende la teoría del
conflicto de olas, se hace evidente que el margen de desplazamiento de poder
que comienza a operarse actualmente en el planeta, no es entre el Este y el Oeste,
o entre el Norte y el Sur, entre grupos religiosos o etnias diferentes. El
cambio económico y estratégico más próximo de todos, es la división del mundo
en tres civilizaciones y parcialmente enfrentadas.
*El autor es catedrático universitario.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.