5 de septiembre de 2016

LECTURAS Y VIVENCIAS DE CARLOS DARÍO (Lunes 5 de septiembre, 2016)

Historia de la Cultura Universal III

Por Carlos Darío Sousa S.*

Resultado de imagen para arnold toynbeeLo ocurrido con la literatura griega, sucede con otras manifestaciones de su cultura. Todo se propaga por el mundo conocido en forma de círculos, incluso hasta las monedas. Tal sería el caso de las piezas de oro utilizadas por el rey Filipo de Macedonia, en el siglo VI antes de nuestra era. Se expandieron por toda Europa, circularon en Inglaterra y fueron imitadas por diversos pueblos bárbaros.

Conforme avanzó el tiempo y se amplió la distancia, las imitaciones iban perdiendo sus características originales.

Tanto los dibujos y los grabados griegos, son otro caso interesante de la expansión de la cultura helena. Viajaron al través del tiempo y del espacio hasta llegar a China y el Japón. Algo parecido a lo ocurrido  con las monedas de Filipo, sucedió con los objetos de arte del Lejano Oriente.

En los dos casos citados hay un punto de similitud, la onda expansiva de la civilización griega es el vehículo de transporte. Pero el desarrollo evolutivo de ambas ondas, difiere. En el caso de las monedas, estamos en presencia de un proceso degenerativo, como consecuencia del distanciamiento de la onda. Conforme la onda se alejaba de su origen en el tiempo y en el espacio, el arte pierde parecido con el original. En el caso de los dibujos chinos y japoneses, ocurrió todo lo contrario. Conforme retrocedemos en el tiempo, los dibujos orientales van pareciéndose más a los originales griegos. La imagen de Buda, por ejemplo, va esfumándose poco a poco. En las últimas muestras ya no es la cara de Buda, según vayamos aproximando al siglo IV antes de nuestra era, sino la cara de Apolo.

Con relación a la teoría de Arnold Toynbee, tenemos lo siguiente: “El arte griego de la era “helenística” y de la “imperial” se expandió hacia el Este en dos vehículos distintos. Con los ejércitos de Alejandro en el siglo IV a.n.e., y con el tráfico comercial del siglo II a.n.e. Atravesó el Asia Menor, el Imperio Persa y llega a Afganistán. Conforme va trascurriendo el tiempo y aumentando la distancia del punto original, la onda cultural va perdiendo su vitalidad y calidad.

Ahora bien, al llegar a Afganistán ocurre un suceso trascendental. La onda expansiva conductora del arte griego ya debilitado, choca contra otra onda espiritual oriunda de la India. Se trata de la “forma mahayaniana del budismo”. 
El arte griego en decadencia se funde con el mahayan y origina una nueva civilización, vitalizada y pujante. La civilización budista mahayaniana. Así nace la civilización del lejano Oriente.

En resumen, una característica de las “ondas espirituales de irradiación” consiste en lo siguiente: las ondas expansivas tienden a debilitarse conforme se alejan de su origen y se aproximan a la periferia. Dicho  debilitamiento puede superarse si dos ondas expansivas surgidas de centros diferentes, chocan y se funden. La mezcla de la onda griega con la hindú, produjo la civilización hinduista del lejano oriente. Pero hay otro ejemplo del fenómeno antes citado: La onda expansiva de la cultura griega se fundió con una corriente  Siria. El resultado, el producto de dicha mezcla, dio origen a la civilización cristiana de nuestro Mundo Occidental.

En el caso de los Toffler, en su libro “Las guerras del futuro”. La supervivencia en el alba del siglo XXI, nos da la siguiente versión en el capítulo “choque de civilizaciones”. Samuel P. Huntington escribió un ensayo con ese título. Paidós. 1996, se refiere a la reconfiguración del orden mundial (por cierto, muchos utilizan el término postmoderno para describir lo que viene tras la modernidad).

¿Cómo no es posible que en nuestra sociedad –dicen- se produzcan cambios masivos sin conflictos?, nosotros creemos que la metáfora de la historia como “olas” de cambio, es más dinámica y reveladora que hablar de una transición al “postmodernismo”. Las olas son dinámicas. Cuando chocan entre sí, se desencadenan poderosas corrientes transversales. Cuando se estrellan las olas de la historia, se enfrentan civilizaciones enteras, y esta arroja luz sobre buena parte de lo que en el mundo de hoy parece carente de sentido aleatorio.


De hecho, una vez que se entiende la teoría del conflicto de olas, se hace evidente que el margen de desplazamiento de poder que comienza a operarse actualmente en el planeta, no es entre el Este y el Oeste, o entre el Norte y el Sur, entre grupos religiosos o etnias diferentes. El cambio económico y estratégico más próximo de todos, es la división del mundo en tres civilizaciones y parcialmente enfrentadas.  

*El autor es catedrático universitario.-

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