19 de junio de 2016

EXPRESIONES

No es la pobreza
Por Tomás Aquino Méndez

No es la pobrezaEl auge de la delincuencia provoca diversas reacciones. También induce a muchos “comentaristas” de radio y de televisión a “analizar” por qué muchos jóvenes delinquen cada día. Además, profesionales de la conducta buscan razones para justificar esa desviación de decenas de muchachos entre los 14 y los 30 años.
He notado entre muchos de estos “analistas” la coincidencia en atribuir a la pobreza, la marginalidad y la falta de empleos, las razones “principales” que llevan a la mayoría de estos jóvenes a delinquir.
Sin ser un experto en conducta, me permito descartar que la pobreza y la marginalidad sean causas fundamentales para delinquir. Me inclino un poco más al aspecto de la desintegracion familiar.  O al hecho de que decenas de adolescentes están teniendo hijos “solas” y luego los abandonan con la abuela, la tía o una amiga.
Y me expreso contrario a los “analistas”, porque no he escuchado a UNO SOLO de esos que se dedican a delinquir, justificar su accionar en el hambre que pasa él y su familia. Tampoco he escuchado que uno de esos jóvenes decidió “asaltar” a un ciudadano, una gasolinera, un colmado u otro tipo de negocio, para buscar dinero y comprar la medicina de la abuela o el tío enfermo.
Muy por el contrario, casi siempre que caen presos o en intercambio de disparos uno de esos jóvenes, la familia dice que “ignoraba” que su pariente se dedicara a esa actividad. Claro, la familia siempre asegura, cuando cae uno de ellos, que aunque “no era un santo” no tenían que eliminarlo, sino apresarlo, y están en lo correcto, esa debe ser la decisión de la autoridad. Comparto esa preocupación de la familia.
Aunque hay que entender al jefe de la Policía cuando dice que sus agentes no se dejarán matar por los delincuentes y defenderán su accionar enfrentándolos.
En lo que sí insisto es en que vivir en un barrio marginado, recibir un salario bajito o estar sin un empleo, no justifica que nadie se dedique a asaltar, robar, asesinar. Si esa es la razón, más de ocho millones de dominicanos estuviesen dedicados a delinquir y esta sería  una sociedad invivible.
Es por eso que rechazo los argumentos esgrimidos por esos “analistas", comentaristas y profesionales de la conducta que atribuyen a esos factores el auge de la delincuencia en la sociedad.
Conozco a muchos jóvenes empleados, profesionales nacidos y criados en barrios y comunidades muy pobres y su honestidad es incuestionable. Muchos de estos sin un empleo bien remunerado, pero a quien nadie puede señalar con el dedo acusador.
Abogo por la creación de más empleos. Pido al Gobierno y al sector privado urgentemente un aumento de salarios para todo servidor público y privado y creo que debemos vivir en una sociedad más justa e igualitaria.
Pero... por favor, que nadie justifique que jóvenes de barrios o agentes de la policía, caigan en la delincuencia “dizque” por haber nacido en un  barrio humilde o ganar un salario muy bajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Caracola agradece su disposición de contribuir con sus comentarios positivos, siempre basados en el respeto a los demás y en la ética de la comunicación popular.