Katmandúa, Nepal.-El primer
ministro de Nepal, Sushil Koirala, ha declarado este martes que el número de fallecidos por
el terremoto del pasado sábado podría
superar los 10.000. El último balance de las autoridades informa de más de 4.300
fallecidos y más de 7.000 heridos, pero todavía falta por conocer la cifra de
numerosas aldeas remotas que se
han visto gravemente afectadas por el seísmo de 7,8, grados que el pasado sábado asoló el país.
Además, una nueva avalancha en Rasuwa, al norte del país —una
popular zona de trekking— ha dejado unos 250 desaparecidos, según ha informado
este martes el gobernador del distrito. Entre ellos, ha indicado, puede haber
turistas extranjeros. "Esta área se encuentra en un parque natural, que es
popular entre los turistas. Estamos tratando de rescatarlos, pero el mal tiempo
y las lluvias obstaculizan los esfuerzos", ha declarado el gobernador,
Uddhav Bhattarai, a Reuters.
En Katmandú, la población intenta volver a la normalidad. Este
martes han vuelto a circular los autobuses, hay algunos comercios abiertos y de
momento no hay desabastecimiento de comida (básicamente se puede conseguir
arroz y fideos) ni de agua. Los ciudadanos que tienen familia en otras zonas
afectadas por el terremoto sufren la incertidumbre de no tener noticias de
ellos. De hecho, ahora mismo lo peor puede estar en las áreas rurales más
inaccesibles.
"El Gobierno está en pie de guerra y haciendo todo lo
posible para rescatar y ayudar a la población", ha asegurado Koirala en
una entrevista con la agencia Reuters. Los escombros de edificios enteros se
acumulan en la esquina más inesperada. Los parques y los descampñados en la capital nepalí, están ocupados por tiendas
de campaña, de mejor o peor calidad, levantadas por aquellos que han perdido
sus hogares o temen perderlos en posibles nuevas réplicas.
"La gente está durmiendo a la intemperie bajo la
lluvia", ha lamentado jefe del Gobierno nepalí, al recordar que numerosas
casas se han venido abajo o podrían no resistir una nueva réplica. Las
autoridades del país (28 millones de habitantes) han pedido ayuda internacional
y tiendas para los damnificados. El tratamiento de los heridos y la
rehabilitación del país supondrá “un gran desafío”, ha dicho.
Los cálculos de víctimas dados por el primer ministro sitúan
esta tragedia camino de superar el terremoto de 1934, cuando perdieron la vida
8.500 personas. La ONU ha alertado este martes de que unos ocho millones de personas se han visto afectadas por
el terremoto en Nepal, además 1,4 millones necesitan ayuda urgente básica.
Fundamentalmente agua, comida, abrigo y medicación.
Mientras, la ayuda comienza a llegar al país después de tres
días sin apenas suministros por el caos en el aeropuerto. Los hospitales del
país están colapsados y las necesidades más básicas de la población aún siguen
sin ser cubiertas. Los primeros grupos de extranjeros han comenzado a abandonar
Nepal. El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha evacuado ya a 127 compatriotas —todos
los que había localizado en el país, son los primeros europeos en salir— a
India en tres aviones, dos vuelos comerciales y otro de las fuerzas aéreas. No
obstante, 103 españoles están aún en paradero desconocido.
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