Por: Nélsido Herasme
En la
praxis política ha quedado demostrado que el Partido de la Liberación
Dominicana y la familia Castillo sólo veían corrupción y narcotráfico en
el Partido Revolucionario Dominicano.
En
cada decenio la familia Castillo diseña un tema, los cuales
trabajan a favor de sus aliados.
Recordemos
los años 70s, el fraude balaguerista en contra del Acuerdo de Santiago, el
escamoteo de cuatro senadores del PRD, a través del “Gacetazo” de
1978, luego las denuncias y los álbumes de corrupción en la década de los 80s y
las acusaciones de narcotráfico, bellaquerías de Vincho contra todo
Ni
siquiera el doctor José Francisco Peña Gómez se le salvó a estos “impolutos y
zares" de la anticorrupción.
Al líder de masas del PRD trataron de vincularlo al bajo mundo,
la brujería y la corrupción.
Recordamos el regreso de un viaje que hizo Peña, quien al llegar
al Aeropuerto Las Américas, sus maletas fueron zarandeadas por la seguridad de
la terminal y luego peledeístas y vinchistas inventaron todo tipo de
artilugios, con el objetivo de indisponerlo con la sociedad y reducirle su
liderazgo político, llegando a enarbolar las consignas: “Peña Gómez y su maleta
con droga y papeleta” y ¡Zape, zape, cógelo Vincho!..
Al PLD le ha tocado hoy saborear esta amarga experiencia.
Hoy, por más esfuerzo que hagan los peledeístas y el silencio de
sepulcro de la familia Castillo en el ocultamiento de situaciones que empañan
la imagen del gobierno peledeistas, hay que decirlo, que la corrupción y el
narcotráfico han envenenado su gestión.
El gobierno del PLD ha sido reventado por el narcotráfico. No
hay forma de justificar y de querer demostrar lo contrario.
El PLD y los Castillo han fracasado en su lucha contra la
corrupción y el narcotráfico.
El último escándalo que parece haber provocado la renuncia del
doctor Vincho Castillo de la Dirección General de Ética e Integridad
Gubernamental, es la que tiene que ver con la aplicación del reglamento de la
nueva ley 169-14 y la declaración de culpabilidad del el ex jefe de
operaciones de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), en un
tribunal de los Estados Unidos.
En los gobiernos del PLD los casos se suscitan
uno tras otros. Nelson Mauricio Solano Guzmán, quien fue premiado con la
concesión de obras, pedido en extradición por la justicia de Estados Unidos,
después vino lo de Paya, siguió lo de Parmalat, Figueroa Agosto y Arturo del
Tiempo. De nada vale manipular los medios de comunicación, por sacar los
temas de narcotráfico y corrupción de la palestra pública.
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