3 de marzo de 2014

TNT: No hay Humo sin Fuego (y II)

Por Manuel Núñez

Las investigaciones y los deseos de ocultar la verdad
Como muy preocupantes calificó las circunstancias, el Ministro de lo Interior, José Ramón Fadul; como una afrenta al país la definió el Ministro de Defensa, Almirante Sigfrido Pared Pérez. De las investigaciones llevadas a cabo por los cuerpos de seguridad se deducen las conclusiones siguientes;
1.Que la campaña se halla vinculada a las operaciones que realiza en el país una ONG pro haitiana. Muy probablementela fundación Zile que dirige el señor Edwin Paraison, quien se ha empeñado en atribuirle la campaña a los evangélicos dominicanos y de manipular a las autoridades.
2.Que las manifestaciones realizadas por estos grupos se han llevado a cabo en varias provincias del país, en Elías Piña, Santo Domingo, Dajabóne Higüey.
3.Que han empleado el disfraz de que se trata de un grupo religioso, para, bajo ese ropaje de supuesta respetabilidad, engañar a las autoridades.
4.Que las declaraciones del señor Paraison se hallaban henchidas de mentiras. A) No se trataba de grupos evangélicos como recogió la Prensa adepta a sus declaraciones. B) El pastor Lorenzo Merán, portavoz del CODUE, que agrupa a las Iglesias evangélicas, declara que no hay ninguna Iglesia evangélica dominicana que se halle en tales tratativas. Además aclaró que el señor Paraisson no puede hablar a nombre de los evangélicos dominicanos. Porque ni es evangélico ni es dominicano. Entre las revelaciones del CODUE se echa de ver, parejamente, que los haitianos que han penetrado país bajo la cobertura de las Iglesias evangélicas, las han convertido en cajas de resonancias de rituales del vudú
5.En una maniobra de último minuto, un importante diario recoge las declaraciones del pastorJhorma Rivera, de la Asamblea de Dios, de la Iglesia la Trinidad, señalado por Paraison como responsable de la campaña en el 2011. Con esas declaraciones se le quiso echar agua al vino; ponerle un torniquete a las revelaciones que iban saliendo. El embajador haitiano, Fritz Cineas, aprovechó para darnos una paliza verbal propia de las verduleras. Dos periodistas de planta del diario que dio a la estampa las declaraciones de Paraison (HOY 27-2-2014) trataron de caricaturizar en sus columnas de comentarios al Ministro de lo Interior y Ministro de Defensa. Al parecer, para esos periodistas eran más creíbles las mentiras de Paraison que las investigaciones del Estado. Posteriormente, las cosas tomaron otros derroteros.
En una entrevista que el reverendo Rivera dio a un diario digital ( Cristiano digital) y en la versión reproducida en Diario Libre, Rivera negó rotundamente que fuera autor de la presente campaña, que imprimiera camisetas y que empleara a haitianos en sus campañas evangélicas. Todo esto huele a chamusquina. Aquí lo único claro, es que nada está claro.
A la investigación le quedan muchas incógnitas por descifrar. ¿Cuál es el propósito de los extranjeros que llevan estas camisetas?La propaganda en español, y no creole muestra la intención darnos a conocer un proceso de ocupación. ¿Y luego, quien paga estas operaciones? ¿Podrán apropiarse ante nuestras narices de un territorio que no les pertenece? ¿Se creen tan listos que nos van a engañar montando unos dispositivos de propaganda de ocupación y que seremos tan imbéciles de creerle sus mentiras? ¿Cuál era el propósito de las intervenciones de Paraison?
Para conocer lo que ha sido el comportamiento del señor Paraison bastaría desempolvar sus actuaciones turbulentas, desafiantes, cuando era cónsul en Barahona. Hay mucha tela por donde cortar. Tiene una personalidad tan controvertida como la de Rasputín. Se presenta ante los demás como sacerdote anglicano, rara avis, ni católico ni protestante, sino todo lo contrario. No lleva a cabo en el país ninguna misión religiosa, sino política. Ex cónsul y es Ministro de los haitianos de la diáspora. Es director ejecutivo de la Fundación Zile (isla en creole).El ropaje de religioso le va de perlas, camuflaje perfecto para ocultar sus operaciones. Varias personalidades le han dado su apoyo y son figurantes en el directorio de su Fundación, registrada en el 2005, los mentores locales son el sacerdote Julio Acosta, de Solidaridad Fronteriza; Telesforo Isaac, sacerdote episcopal, David Álvarez Martin (decano en PUCMM), Pierre Philippe, Christianne Blot, Serge Burguidy Gilbert, haitianos, y el embajador adscrito Alberto Despradel. Sus operaciones son financiadas por el Gobierno provincial de Quebec (Canadá), donde, posteriormente, han abierto una pequeña oficina ante sus mentores.
Tanto en el país, como en el extranjero el señorParaison se ha dedicado a atacar al poder judicial dominicano y a convertir el combate a la disposición de un poder del Estado en un objetivo capitalde la ONG que dirige. Tales operaciones quebrantan el artículo 76 del código penal dominicano.
Art. 76.- Toda persona que, desde el territorio de la República, se ponga o trate de ponerse de acuerdo con Estados extranjeros o con sus agentes, o con cualesquiera institución o simples personas extranjeras, para tratar de que se emprenda alguna guerra contra la República o contra el Gobierno que la represente, o que se les hostilice en alguna forma, o que, contra las disposiciones del Gobierno, se intervenga de cualquier modo en la vida del Estado o en la de cualquiera institución del mismo, o que se preste ayuda para dichos fines, será castigada con la pena de treinta años de trabajos públicos. La sanción susodicha alcanza a todo dominicano que desarrolle las actuaciones mencionadas aunque ello se realice desde territorio extranjero.
¿Tendrá el señor Paraison una patente de corso para violar la ley y burlarse de los dominicanos? ¿Por qué se ha hecho de la vista gorda ante la campaña que ha desarrollado este señor dentro y fuera del país? Las leyes ni se ignoran, ni se olvidan ni se negocian, sencillamente deben de aplicarse. Las autoridades están para hacerlas cumplir.
No hay que llamarse a engaños sobre los ejercicios de hipocresía de estos personajes pseudorreligiosos. Recordemos que Aristide era sacerdote, y mando a matar a decenas personas con el suplicio del collar de fuego (el pere Lebrun) y a pegarle fuego a la Catedral de Puerto Principe y a cometer toda suerte de tropelías. Estamos ante lobos disfrazados de corderos. Y hay que andar con pies de plomo. El propio Paraisson que se presenta ante los ingenuos como un hombrecillo afable, ha creado una fundación para mantener vivo en el candelero el resentimiento y el odio de los haitianos en los que influye, llamada memoria de 1937. Paraison vive de la condición de víctima internacional de los haitianos. Simplifica la realidad y la reduce a dos aspectos. Hay dos países. Hay un abusador y una víctima. Haití es la víctima. El mundo debe intervenir para restaurarle los derechos de los haitianos en Republica Dominicana, que es el Estado abusador. Bajo esta lógica, se pide dinero; se crean movimientos; se obtienen condenas internacionales del Departamento de Estado para, en su momento, solicitar una intervención internacional. De lejos, se les ve el plumero. Habrá muchos dominicanos llamados al engaño. Pero como dijo Abraham Lincoln, y como solía citar Juan Bosch:
“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”
La porción del pueblo que no se dejará engañar, plantará la resistencia en la palestra pública, en las redes sociales, en el teatro internacional, en cada provincia del país, en cada barrio y en las calles.

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