Tierra con agua para quienes la ponen a producir alimentos
Por Manuel Pérez Canario
Hoy (19 de abril) se cumplen tres años de la instalación del Campamento Libertad #1, en el Aguacatico de Tamayo.
Tres años esperando
agua para poner a producir la tierra, más de 45 reuniones, encuentros, visitas
y diálogos llenos de promesas y acuerdos que jamás se han cumplido.
El gran éxito de esta lucha ha estado en que pusimos la lucha en manos de Dios, desde el momento que hicimos los hoyos para la carpa y luego el rancho donde nos alojamos.
Con esa fuerza y presencia de Dios, hemos sido coherentes en el reclamo de "tierras con agua" para producir alimentos y no dejaremos de luchar hasta lograr nuestra meta.
Queremos ver el
Valle de Neiba sembrado, no solamente de caña, sino también de plátanos,
guineos, rulos, frutos menores, aguacates, mangos, coco, limones y hortalizas,
y estamos convencidos de que para alcanzar este sueño es imprescindible el
acompañamiento y apoyo técnico, económico y financiero del Estado como
propiciador del bien común, pues sin eso sería tarea imposible para los
campesinos.
Estamos muy
despiertos esperando que se haga realidad la promesa del presidente Luis
Abinader del día 6 de febrero de 2022, en la entrega de títulos provisionales
en el techado de la ciudad de Neiba, donde anunció que las tierras y las aguas
de la del Valle de Neiba son para que las trabajen los campesinos, organizados
en cooperativas, y que este asentamiento sería el modelo a seguir en el gobierno
del PRM.
Sin embargo, durante
su gestión gubernamental se han realizado tres asentamientos agrícolas en el
Valle de Neiba y hoy muchas de esas tierras están sembradas de cañas y en
ninguno de ellos hay sembrado una sola mata de maíz, ya que fueron entregadas a
personas que nunca han doblado el lomo sobre la tierra para ponerla a parir
alimentos y que ni siquiera viven en la zona, lo que que hicieron fue
arrendárselas al Consorcio Azucarero Central (CAC).
Lo más común es que
aparezcan maquinarias para desmontar, preparar la tierra y montar las
instalaciones del sistema de riego de punta del CAC para producir caña, pero
desde el Estado, en 3 años, no hemos logrado el apoyo necesario para los
agricultores sembrar la tierra y ponerla a producir alimentos.
Los campesinos
estamos muy preocupados, pensamos que así jamás podremos salir del estado de
miseria, pobreza y atraso en que hemos vivido siempre y que la única vía para
lograr tan justo anhelo es que, desde el Estado, se formule ya y ponga en
marcha el Plan Integral de Desarrollo Económico del Valle de Neiba (PIDEVAN),
de manera que las tierras a incorporar a la producción con las aguas que
aportará la Presa de Monte Grande sean puestas en manos de los agricultores, bajo un régimen de propiedad y gestión colectiva/cooperativa y dedicadas,
fundamentalmente, a la producción de alimentos, a luz de la Estrategia Nacional
de Soberanía Alimentaria y Nutricional.
Excelente, camarada!
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