Historia de las Ideas Políticas II
Historia del Pensamiento
Por Carlos Darío Sousa S.*
Antes de
entrar en la filosofía antigua, necesitamos acercarnos al término “pensamiento”.
Para ello nos ayudará considerar la historia del pensamiento como estudio de
los progresos filosóficos de la humanidad
a lo largo del tiempo. En este sentido trataremos de situarnos en su orígenes y fijar los
límites espacios temporales de las originales aportaciones de los grandes
pensadores y filósofos de la antigüedad, al torrente de la historia del pensamiento
universal.
Por otra
parte, la historia de la filosofía se entiende mejor si postulamos que la
filosofía es el resultado de una actividad reflexiva propia de seres
libres a lo largo de la historia y, por tanto, que es una
actividad intelectual, que no sólo está determinada de antemano, sino que a su
esencia le pertenece la libertad.
Tenemos que
considerar, que tanto el pensamiento occidental como el pensamiento oriental, tuvieron un arranque similar en su origen temporal – Karl Jaspers lo llamará “tiempo
eje” de la humanidad- (Karl Jaspers “Origen y meta de la historia”, Alianza. 1985), y que con el paso del tiempo, su desarrollo evolucionó por
caminos diferentes, dando lugar a la clara diferenciación que llamamos cultura
oriental y cultura occidental.
Es decir, con la aparición de la reflexión “presistemática”
en Grecia, el pensamiento universal derivó por un camino que, con el paso del
tiempo, se denominará “la filosofía”, para diferenciarse y
separarse del pensamiento fundacional de Oriente, identificado como
“sabiduría”
En esta
clave, nos remontamos al comienzo de la historia, y con el descubrimiento
esencial de la escritura, encontramos ya en las primeras civilizaciones de la
Humanidad prefilosóficas y cosmogonías (Concepción sobre el origen del mundo)
prefilosóficas que intentan dar explicaciones de los orígenes de todo, de forma
totalmente original.
Por ejemplo, Enuma
Elish, es un poema babilónico que narra el origen del mundo, significa
en el idioma acadio, “cuando en lo alto” y son las dos primeras palabras del
poema:
“Cuando en
lo alto el cielo no había sido nombrado, no había sido llamada con un nombre
abajo la tierra firme”.
Poema
de Gilgamesh, también conocido como Istubar, es un personaje
legendario de la mitología sumeria. Es la leyenda sobre el rey de Uruk. Se
cuenta que los ciudadanos de de Uruk, viéndose oprimidos, pidieron ayuda a los
dioses, quienes enviaron a un personaje llamado Endiku para que luchara
contra Gilgamesh y le venciera. Pero la lucha se hace muy igualada, por fin
vence Gilgamesh, y Ediku lo reconoce como verdadero Rey, a continuación, los
dos luchadores se hacen amigos. Juntos deciden hacer un largo viaje en busca de
aventuras, en el que aparecen toda clase de animales fantástico y peligrosos.
En
el libro “Voces de Oriente” (Antología de textos literarios del cercano
oriente: traducciones, introducciones y notas de Ángel Ma. Garay K., Editorial
Porrúa, S.A., Argentina 1990), contiene un amplio recorrido por las culturas del
antiguo y cercano oriente. Acadia, Sumeria, Ugarit, Hititas, Aram y Arabia y
Egipto.
Libro
de los muertos de Egipto, nombre moderno de un texto funerario,
conocido también como “Libro de la Salida al Día”. El
texto contiene una serie de sortilegios mágicos destinados a ayudar los
difuntos a superar el juicio de Osiris, asistirlos en su
viaje a través de la Durat, el inframundo, y viajar al Aaru, en la otra vida.
Los
egipcios también tienen otros textos que pasan directamente al campo de la
política y sobre el cual el profesor Avelino cita en su libro referido, como es
el caso “Sabiduría de Amen-Em-Ope”
En
la India, tenemos el Rig-Veda, antiguo texto sagrado escrito en sánscrito. Se trata
de una colección de himnos que están dedicados principalmente a alabar a los
dioses y varios a sacrificios rituales.
(Hay bastante
información sobre estos textos en páginas de Wikipedia.
Podemos
decir que en un momento dado de la antigüedad, la sabiduría y la filosofía se
encontraron y se fecundaron en las riveras del mar Mediterráneo, como
escribiría muchos siglos después el poeta alemán Goethe: “El Oriente, en todo su
esplendor, cruzó el mar Mediterráneo”. Es más, considerada histórica y geográficamente,
podemos concluir que la iniciativa fecundante perteneció a la sabiduría, y que
los elementos orientales están presentes en los comienzos de la filosofía y de
la ciencia, de manera constitutiva.
Aún sigue viva la controversia acerca de si
la especulación filosófica occidental es primera y superior a la sabiduría
oriental, o si por el contrario, como ya apuntaron algunos autores modernos:
Christian Wolff; Voltaire (Francoise-Marie Arouet); Johann Wolfgang von Goethe;
Johann Gottfried Herder, “Ideas para la Filosofía de la Historia de la
Humanidad”; Friedrich Schlegel, “Los griegos y los romanos”; Wihlelm von
Humboldt, ”Sócrates y Platón sobre la divinidad”, “Historia de la decadencia y
ruina de los estados libres griegos”; Paul Deussen, que por sus conocimientos
del sánscrito ayudó a estudiar el pensamiento filosófico de la India, el
pensamiento de los Vedas o de Confucio, por ejemplo, sería anterior –y
superior- al de la tradición occidental.
Se podría
escribir una historia de ambas posturas, empezando por Aristóteles, quien ya
discrepaba con Alejandro Magno, en el punto de la fusión de la cultura griega
con la oriental. Esa tesis fue asumida por la corriente principal de la
filosofía occidental y se impuso a lo largo de los siglos.
Podemos
constatar, que a partir del poderoso influjo aristotélico, nuestra tradición
identificó la Historia de la Filosofía con la Historia del Pensamiento, y que
la reflexión anterior a la novedad presocrática, concretamente anterior a Tales
de Mileto, fue calificada con rapidez como orientalista, porque no sería
propiamente filosofía.
La
historiografía filosófica antigua, ha tendido a separar la sabiduría oriental de
la filosofía griega, otorgando una primacía indiscutible a la novedad
especulativa de los milesios con la arkhé como principio y respuesta al
origen de todas las cosas. Naturalmente es claro, que el paso dado por aquellos
griegos acerca del principio desde unas explicaciones míticas cosmogónicas, a
otro tipo de explicaciones más racionales cosmológicas, fue muy original, pero
también es evidente que aquel paso se dio dentro de la propia evolución
del Pensamiento.
Es decir,
sin olvidar que mythos (cuento, relato) es un forma acendrada de
logos (La palabra en cuanto meditada, reflexionada o razonada, es
decir, razonamiento, argumentación, habla o discurso), cuando preguntamos por
los orígenes del Pensamiento universal, llegamos a la conclusión de que,
anteriores, paralelas y posteriores a las especulaciones de Tales
y Anaximandro de Mileto sobre la arkhé
y el logos, otras culturas milenarias
venían reflexionando sobre el Principio de todas las cosas con
extraordinaria fuerza germinal, de tal
manera que no sólo no es riguroso postergarlas, sino que es preciso realzarlas a
su justo lugar
Sin
cuestionar que a partir del comienzo de la Era cristiana se distinguirán cada
vez más nítidamente las tradiciones, la oriental y la occidental, diremos que
en sus orígenes históricos, el sincretismo cultural entre pueblos arcaicos
bastante indiferenciados, posibilitó que, dentro de ese amplio tiempo y espacio
que acotamos bajo el concepto de Antigüedad, el pensamiento desplegó
su espléndida novedad en los primeros escritos o documentos-fuente, desde las
primeras civilizaciones de la Historia.
Diríamos
que en aquel tiempo milenario de la antigüedad, el Pensamiento evolucionó hasta
hacerse patente y “visible” en las principales culturas y civilizaciones
fundacionales de la Humanidad y se concretó en ellas según las distintas formas
o distintas respuestas que cada uno dio a la pregunta por el Principio.
Ciertamente no resultó fácil deslindar sus respuestas, dado que en aquella
perspectiva de tiempos tan arcaicos y espacios tan lejanos, las ideas se
entremezclaban y entrecruzan con extraordinaria riqueza y complejidad. Pero
tomadas ahora en su conjunto por el elemento común que las aglutina, la
búsqueda de la verdad, podemos ver en ellas una magnífica explicación de
totalidad, que de otro modo se nos escapa, como de hecho suele suceder en las
Historias de la Filosofía al uso.
*El autor es catedrático universitario.-
Bibliografía
1.-José
luis Cañas y Juana Sánchez-Gey. Op. Cit.
2.-Rafael
Arrillaga Torrens La Filosofía griega. Ediciones Revista de Occidente. Madrid,
1978.
3.-Ángel
Ma. Garibay K. Voces de Oriente. Ed. Porrúa, S. A. México, 1964
4.-Karl
jasper Origen y Meta de la Historia.. Alianza Editorial. Madrid, 1895
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