22 de mayo de 2016

Hoy no Escuché el Pregón: ¡Vecina Corra, Llegó INESPRE!

Por Alejandro Santana
Sábado 21 de mayo, a las siete treinta de la mañana, le eché de menos al pregón, que desde hacía varias semanas, antes de las elecciones, escuchaba en mi casa a alas 7:30 a.m, cuando me preparaba para ir a trabajar a Acción Mañanera Sabatina.
¡Vecina corra, llegó INESPRE, para que las brahoneras puedan prender el fogón!. Ese era el pregón pre elecciones- Pero ya en la noche, descubro que la energía eléctrica que se mantuvo desde semanas antes de las elecciones, fue suspendida a las 7:30 de la noche en los circuitos que no son 24 horas.
Ah, pero el viernes 20, nos subieron los combustibles, que también se mantuvieron sin variaciones las semanas cercanas a las elecciones.
Recordé, frente a tantas coincidencias, algo que leí o escuché sobre la gloria y el infierno, y como me llegó se lo cuento:
Un hombre muere, va al cielo, donde San Pedro, este le dice que hay reglas en la muerte. ¿Cuáles?, pregunta el muerto. Pues todo el que muere debe pasar tres días en el infierno y tres en la gloria, ¿cuál escoges primero?.
El infierno, dice el muerto, como para salir pronto del mal paso, pero sorpresa, cuando llega al infierno, se encuentra con tremenda fiesta, muchas mujeres bonitas y dispuestas a lo que sea, bebidas diversas y tremenda gozadera.
Disfrutó su tres días en el infierno, regresa donde San Pedro y le dice que ahora le gustaría pasar esos tres días en la gloria. Cuando llega a la gloria no le gustó, muchas mujeres con trajes hasta los tobillos, muchas orando de rodillas y una paz que francamente no le gustó, parecía dominicano el muerto del cuento.
Terminado sus tres días en la gloria, regresa donde San Pedro y le hace saber que ha cumplido con la regla de los tres días en el infierno y los tres días en la gloria.
San Pedro le dice, -pues ya estás en condiciones de decidir donde  pretendes pernoctar por toda la eternidad. -Quiero el infierno, allí todo es más alegre.
Lo envían al infierno y, ¡tremenda sorpresa!, todo estaba distinto, ya no había fiesta, no habían mujeres hermosas, bebidas ni gozadera, todo era un gran horno, con una temperatura de unos 120 grados F.
Ve al diablo soplando la candela y puyando a las almas atormentadas que había en el lugar. El muerto llama al Diablo y le reclama por el gran cambio, pero el Diablo le dice:
-Hace tres días había elecciones, estábamos en campaña, pero ya terminaron, ganamos, y lo que vivirás a partir de ahora es la realidad.
Hice la comparación mental de ambas situaciones y es verdad, cuando estamos en campaña, los políticos son bonachones, te toman las llamadas, te saludan hasta en las multitudes, eres su amigo, el que nunca le falla, el que está dispuesto a volver a dar su voto, pero cuando todo concluye y baja el telón, la cosa es diferente, te ven a través de los cristales oscuros de sus vehículos de lujo, no reconocen el número del cual lo llamas, pero tampoco eres su amigo.

Ya pasaron las elecciones, no escucharemos el pregón de INESPRE, llamando a las amas de casas para que  acudan a comprar, para que puedan encender su fogón; ya  los circuitos que no son 24 horas no gozaran del privilegio de tener energía continua, de calidad y sin interrupción, retornamos al puro infierno. Ah, y los combustibles nos los subirán todas las semanas, ya no habrá que disimular, pasaron las elecciones hermano.

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