18 de marzo de 2016

Kenia Novas: su Meta, Hollywood, su Límite, el Cielo

Una historia donde a su protagonista sólo le faltó la sarna
Por Alejandro Santana
Escuchar a mi colega y amiga, Kenia Novas, relatar su vida, me recuerda la historia de JOB, una historia de fidelidad, de identificación con sus creencias, sus convicciones, centradas en las buenas nuevas de un Jesús vivo.
Pensé que al acudir a la actividad del lanzamiento de su primera producción discográfica,  ¡Testigo Soy! , sólo escucharía los mementos de glorias de esta joven periodista, locutora, maestra de ceremonia, cantante, buena amiga.
Pero los allí presentes, sus amigos, colegas y compañeros de iglesia, nos enteramos de sus dolores, vicisitudes y de su fortaleza, sustentadas en el Espíritu Santo, para levantarse de cada adversidad.
Su historia no tiene nada que envidiar a la de Job, seis hermanos nacidos  antes que ella murieron por desnutrición, las condiciones de pobreza de sus padres no les permitió una nutrición adecuada,
Narra eso  con la convicción que tiene todo ser humano que arrima todos los actos de su vida a un ser poderoso, lleno de amor, a un Dios vivo.
Cuando habla de eso lo hace con tanta humildad, llena de convencimiento de que en la vida las cosas pasan para gloria y bendición.
Cuando narra lo que tuvo que pasar en tierras lejanas donde andaba con su hijo que sería intervenido de corazón abierto, se me salieron las lagrimas y me pregunté : ¿por qué ella es tan fuerte que no se ahoga en mares de llanto?
La respuesta no se hizo esperar, en esos momentos difíciles de la vida, su historia toma un matiz muy cercano a la historia de Job, allí es donde sus bodas con el Espíritu Santo, se consagran para gloria.
Narra que en esos momentos de dolor, recibe la inspiración divina, su respuesta es cantar, entonar canticos de alabanzas, allí en esos momentos difíciles, recibe las notas y tonadas de las canciones que  plasma en esa su primera producción discográfica.
El señor les da las letras de cada canción. Su comunión en ese momento con Dios, es fraternal, la transforma en un ser consciente de las cosas divinas, de los embates de la vida y hasta donde es grande el amor que  ese ser divino profesa para sus hijos.
Kenia, una luchadora incansable, luchó como la que más por salvar a su hijo, puso sus esperanzas en un Cristo  vivo, que la ha llenado de consuelo y que ha afianzado su fe en el Altísimo, que la ha llenado de amor, y soy testigo de eso, su saludo para con los amigos es una manifestación de amor.
Su narración sobre la producción discográfica es maravillosa: "No soy compositora, no soy arreglista y aunque tengo que registrar este CD, la gloria es de Jesús, Él fue quien me dio la inspiración, para que esto sea una realidad".
"El Espíritu Santo no puede registrar esta producción, yo lo haré por él". Se considera una mujer bendecida, su esposo es su sostén en todo momento, de hecho el es el productor General de ese proyecto, que tiene metas ambiciosas y solo tiene un límite, que es el Cielo.
Kenia, como ser humano ha tenido la bendición divina de contar con un compañero de batallas, con un consolador, con un amigo hermano, con un matrimonio fortalecido en la fe Juan Pablo García, el amor y la fe los fortalece cada día.
Como un ser excepcional que es, ha recibido el apoyo y solidaridad de su pueblo, de sus colegas periodistas, comunicadores, sus hermanos de iglesia, de un pueblo que la quiere.
De manera particular, yo entiendo que Kenia es la manifestación de mujer que cada hombre pudiera desear, es todo amor, irradia ese mismo amor hacia los demás, su saludo es una manifestación de amor a los demás, por eso celebro que sus metas sean ambiciosas y que su límite sea solo el cielo. Todos estamos contigo, celebraremos tus triunfos, así como hemos sufrido contigo todas las vicisitudes que como pruebas has encontrado en tu camino, junto a ti nos sentimos bendecidos.

Estaremos contigo en tu próxima actividad de lanzamiento, que será en Puerto Rico julio próximo, estaremos contigo en espíritu.

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