15 de febrero de 2016

LECTURAS Y VIVENCIAS DE CARLOS DARÍO (Lunes 15 de Febrero, 2016)

Miradas libertarias

Por Carlos Darío Sousa S.*

Desde las perspectivas del anarquismo, esta doctrina política está planteando algunas alternativas a lo que llaman “decadente sistema capitalista”, partiendo de una ciudadanía cada vez más activa y que participa y se implica en las soluciones de los problemas comunes a sus comunidades.

Adrián Tarín coordina un grupo de trabajo que analiza diferentes aspectos de la sociedad actual, partiendo de los orígenes del anarquismo y refutando, a veces, y planteando, en otras, posiciones por las que nuestra sociedad ha transitado en los extensos años por lo que ha transcurrido  hasta llegar a la realidad actual.

Las luchas políticas incardinadas en las luchas sindicales, ofrecieron un amplio campo a la pugnacidad entre marxistas y anarquistas, o autoritarios y antiautoritarios, a las que se unieron después, conservadores y liberales, matizados por clericales y anticlericales. Los primeros siempre refirieron que los segundos no tenían  un sistema científico en la investigación, cosa que los anarquistas responden que lo tienen en “su sustrato ideológico del viejo cuerpo del imaginario anarquista”.

Temas que van desde “la precariedad teórica y conceptual del anarquismo”, “fracaso político de este ideario”, “falla estructural de su planteamiento filosófico”, “pasó desapercibido en el ámbito académico”, a temas que van desde el análisis del poder, utopías, vínculos sociales, grupos excluidos, urbanismo y ordenación territorial, feminismo, derecho, violencia, o el tema de liderazgo, ocupan gran parte del análisis de contenido del libro. 
 
De todo lo referido, quiero solo referirme a temas relativos al “Poder”, “feminismo”, “derecho” “y violencia”. Sobre el poder, partiendo de la definición que da Bobblio en su “Teoría general de la política”, que en la teoría política el alfa y omega es el poder, “Cómo se adquiere, cómo se conserva y cómo se pierde, cómo se ejerce (Maquiavelo sostenía esos criterios), cómo se defiende y cómo nos defendemos de él”.

Desde la perspectiva política del anarquismo y partiendo del modelo de organización basado en la “autogestión y en el federalismo”, tanto lo primero como lo segundo, se basan en la defensa de la libertad individual y colectiva, y en la defensa de la solidaridad entre sujetos y organizaciones humanas, del que no es ajeno el “Orden”.

Koprotkin, analiza en profundidad el tema y quiere destruir el “Orden”, tal como se le concibe en nuestra sociedad actual. “El Orden de ahora, lo que se entiende por “Orden”, es que las nueve décimas partes de la humanidad trabajan para procurar el lujo, los goces y la satisfacción de las pasiones más execrables a un puñado de haraganes”. “El Orden es una minoría ínfima elevada a los sitiales gubernamentales, que imponen…a la mayoría, y que adiestra a sus hijos para ejercer más tarde las mismas funciones, a fin de mantener los mismos privilegios por la astucia, la corrupción, la fuerza, la matanza”.
 
Bakunin dice, “Si hay un demonio en la historia, es el principio del poder y es el que ha producido por sí solo todas las desgracias, todos los crímenes y los hechos más vergonzosos de la historia”.

Las clásicas y modernas tipologías del poder se han concentrado en comprender, establecer, defender y legitimar las relaciones  de poder entre gobernantes-gobernados, Estado-ciudadanos, en últimas, entre quien ordena y quienes obedecen, entre sujeto activo y unos sujetos pasivos.

El anarquismo y el feminismo son dos ideologías estrechamente vinculadas entre sí. Ese vínculo se centra en el principio articulador de ambas propuestas: Libertad humana, al estar el anarquismo basado en relaciones no jerárquicas y en una organización sin gobierno de autoridad.

El feminismo, por su parte, sustenta sus principios definitorios en la eliminación de las desigualdades entre mujeres y hombres, que tienen por consecuencia la merma de libertad de ellas. Es decir, el feminismo reivindica la sociedad igualitaria, pues busca emancipar las relaciones sociales de la dictadura del patriarcado, entendida como una forma de jerarquía sexual a la que obedece la subordinación femenina. En todo momento debemos destacar el término para definir estas actuaciones: Igualdad. Término que subyace en todas las propuestas  anarquistas. “Sin privilegios no hay diferencias entre personas”.

El Derecho es frecuentemente asociado al Estado, no hay dudas de que es el lenguaje del mismo y su hegemonía, en materia de producción jurídica, es prácticamente incontestable. Dos mecanismos podrían cuestionar -y no vamos a analizar- esta afirmación: el análisis histórico y el análisis socio-jurídico de la actualidad. Prefiero entrar en el tema del Estado moderno.

El Estado moderno es producto, tanto de la tradición cristiana trinitaria, como de las derivas de concentración del capital colonial, pero no puedo dejar de asomarme a procesos que se asemejan. El Estado es una construcción teórica con la cual se nombra a una realidad como acumulación de situaciones.

El Estado moderno europeo será una de tantas mezclas posibles dadas a partir de los elementos que lo configuran -vrg., territorio, autoridad, burocracia, fuerza armada, normas y prescripciones, creencias, entre otras posibilidades-, en la que tiene una gran participación a partir del siglo XVI, el colonialismo. Más allá de la estructura formal del Estado, de su arquitectura administrativa, de la forma económica que lo sostenga o del modo de producción en que se desenvuelva, subyace la fuerza que lo impulsa: el Poder.

Y Poder es aquello que se ejerce, se concentra y se emplea para la consecución de un fin, es el elemento en torno al que el Estado se construye.


Por supuesto, cada uno de los puntos analizados, siempre serán un tanto limitados en el tiempo, y puedo asegurarles que profundizando en el estudio de las ciencias sociales, las reflexiones van a enriquecer el acervo político. Pero sobre todo, se va a demostrar que el pensamiento libertario es una alternativa ideológica que sigue vigente.

*El autor es catedrático universitario.-

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