Por Alejandro Santana
Como lectura de fin
de semana…
Si recordamos que motivo tuvo esa advertencia, caeremos en cuenta de que en la historia política de nuestro país, en la cotidianidad, en las incidencias, siempre ha habido advertencias que nos frenan.
Policías que son
corruptos, fiscales y jueces que se prestan a componendas, periodistas que se
dedican a desacreditar a funcionarios, médicos que se prestan a malas
prácticas, profesores que manipulan a estudiantes femeninas a cambio de sexo.
Quién mató a fulano, quién dio la orden, por qué matrimonios de 20 y 30 años se disuelven, por qué en un nidal aparecen huevos distintos, y por qué la versión de que de los 6 hijos, el negrito es el único tuyo.
Por qué el marido es
el último que se entera de las metidas de pata de su mujer, son de las cosas
que siempre han estado ahí, de las que todos nos enteramos, de las que nos
llegan versiones desde diferentes ámbitos.
Son un rosario de
cosas que están ahí sobre el tapete, pero que desconocemos aunque sobre ellas
nos han llegado versiones desde diferentes ángulos.
En la obra de
Gabriel García Márquez, "Crónica de una muerte anunciada", nos encontramos con la
versión de que al personaje central, lo matarían, todo el mundo lo sabía, menos él…
Con todo lo
expuesto, sólo quiero dejar en claro, que en el asunto de los policías
envueltos en asuntos de drogas en esta ciudad, a los periodistas les han
llegado versiones desde diferentes fuentes, de quienes son los involucrados en
el asunto.
Hasta esposas de
policías han hablado con periodistas, diciéndoles quienes de las filas han
estado envueltos en aprestos mafiosos, han llegado más lejos al citar nombres
de ilustres abogados, jueces y fiscales envueltos en el entramado mafioso del
momento.
Pero, eso no ha
sido ahora, en otros momentos cuando se han producido acciones mafiosas, se ha
sabido quienes de las filas policiales han estado envueltos en esos asuntos,
pero no pasa nada y todos y todas hablan del asunto pero con miedo, nadie
quiere verse envuelto, porque aquí no se protege al testigo.
Recuerdo que en una
ocasión, en mis años de corresponsalía, denuncié ante un coronel, jefe de puesto, un robo que envolvía al jefe de ese departamento, y a las pocas horas este me
visitó y me hizo saber que ellos no trabajaban solos, que para estar en ese
departamento el tenía que pagar a superiores, no solo en la plaza sino en las
altas instancias de la jefatura.
Que quedé sorprendido y comencé a entender muchas cosas, por ejemplo, muchos hablan
cuando no les dejan caer algo de las acciones corruptas.
Si Asuntos Interno
de la Institución sigue investigando, y habla con abogados, con algunos
periodistas, con mujeres de policías que no han conseguido nada, se enterarán
de buena fuente de quien es el tuerto durmiendo y el cojo sentado.
Hay cosas de las
cuales uno se entera, pero no puede decir nada para no caer en el mismo gancho
que yo caí en los 70, cuando denuncié ante un jefe de policía local de una mafia
policial en la cual él también era parte, y eso ha pasado siempre, hoy hay
ilustres en las calles, disfrutando de sus riquezas mal habidas y alardeándose
de muy santos.
Los vemos, lo
sabemos, los conocemos, pero solo muy por lo bajo hablamos del asunto, porque no
sabemos a quienes estaban ligados cuando hacían sus travesuras confabulados con
autoridades que están para corregir, pero se desvirtuaron…Y por eso la
advertencia de Balaguer, pese a los años, toma vida constantemente: "Si tocas esa
tecla , te hundes"...
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