10 de septiembre de 2021

NUESTRAS GLORIAS- Guido Natanael Espinal Cuello (Nati)

Por Rafael Matos Féliz

Guido Natanael Espinal Cuello (Nati) nació en Barahona el 17 de enero de 1947. Sus padres fueron los señores Guido Espinal y Providencia Cuello. Nati es hermano menor de la gloria deportiva barahonera, Eliezer Espinal. Al cumplir 6 años de edad, inicia sus estudios primarios en la Academia Franciscana. Allí alcanzó el 7mo grado. Jugaba béisbol en la academia y en la cancha Guarocuya.

Entre 12 y 15 años, participa en baloncesto y en desafíos de béisbol; estos últimos, ocurrían en calles, patios y solares de su barriada. Nati Espinal se conoció como dinámico y por reaccionar de forma iracunda cuando se enojaba.

Era frecuente verlo fajarse a las trompadas con todo el que lo sacara de sus cabales. Se peleaba con mucha facilidad. Cuando cumple los 15 años (1962), se va a vivir para San Pedro de Macorís.

En la Sultana del Este practicó voleibol, béisbol y baloncesto. En béisbol, desde pequeño, se le veía porte de estrella. Un día, el instructor de Educación Física, Tomás Bidet, lo vio jugar y notó que frente a él se encontraba un posible prospecto. Acto seguido el instructor, que era uno de los mejores atletas del país y miembro de la Selección Nacional de Lanzamiento de Jabalina, se admiró por su actuación y lo llevó al Presidente de las Estrellas Orientales para que lo observara jugar.

El Presidente, que era Rafael Antún, al verlo no le quedó ninguna duda del prospecto que tenía al frente y de inmediato lo protegió y ordenó que se le entrenara. Su entrenamiento fue con el picheo y dio  instrucciones para que se le entrenara como lanzador. Así, Nati Espinal inicia una nueva faceta de su vida deportiva. Participó con los mejores equipos juveniles de la región oriental. Así se fue convirtiendo en un estelar del montículo. Compitió contra equipos juveniles de la provincia, de la región y de la capital. Perteneció a “Farmacia Báez”, considerado como el mejor equipo juvenil del país.

Para ese momento, rondaba los 16 años y se perfilaba como un lanzador de extraordinarias cualidades. En un intercambio, en 1963, contra un equipo de la capital, Nati, lanzando por “Farmacia Báez”, ponchó 17 bateadores contrarios y ganó el juego de manera apabullante. El escucha cubano, Napoleón Reyes, quien supervisaba y evaluaba las actuaciones de los muchachos, le recomendó a Rafael Antún que lo seleccionara para el ingreso al equipo profesional del Este. A partir de este momento, Natanael fue firmado y pasó a vestir la casaca de las Estrellas Orientales.

La firma de Nati Espinal, para jugar con los elefantes, fue un acto sin precedentes en la historia del deporte, pues se le firmó para el béisbol profesional desde un equipo juvenil, sin pasar por la categoría de amateur. Pero además, fue el jugador más joven firmado para el equipo y fue el mejor pagado para la época. Fue llevado al campo de entrenamiento de los Orientales al inicio del 1964. Allí se entrenó y al poco tiempo fue parte de la alineación de las Estrellas como un estelar novato.

Acompañó a estelares como Ricardo Carty, Rafael Batista, Vidal Nicolás, Chichí Olivo y otros. En el mismo año 1964, fue firmado para la franquicia de los Bravos de Atlanta en la categoría Clase A. Allí duró cuatro años (1964-1968) y también fue firmado para un equipo de la misma categoría en el Canadá, donde pasó dos años como lanzador. Cuando las Estrellas de Pedro González se enfrentaron al equipo de Barahona (1966), Nati pichó contra el equipo local y se comenta que perdió el juego, por triple de Rafael Acosta (Cuchilán).

Como Nati no le aguantaba muchas cosas a nadie y era una persona que no podía ser molestado, un día, en 1968, en el campo de los Bravos de Atlanta, el manager le llamó la atención en forma airada y le amonestó públicamente de manera fuerte y violenta, por una falta cometida. Eso fue suficiente para colmar la paciencia del jugador y su reacción no se hizo esperar, le dio tremendo guantazo al manager que lo tambaleó. Fue severamente sancionado y se le sacó del equipo. A partir de ese momento, no pudo jugar con los Bravos de Atlanta, pero tampoco con ninguna otra franquicia, pues desde ese momento, ningún equipo de Pequeñas y Grandes Ligas, buscó sus servicios.

Nati se quedó a vivir en los Estados Unidos. Se casó con la señora Isabel Reyes, y procrearon 4 hijos: Francisco, Jimmy Natanael, Jaime Manuel y Juana Isabel. En Estados Unidos desempeñó función de Manager en una compañía americana y luego fue pensionado. Regresó al país y ahora está radicado en Haina con su esposa. 

¡¡NATI ESPINAL, NUESTRO ESTELAR Y AGUERRIDO DEPORTISTA. HONOR PARA TI!!

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