28 de agosto de 2021

Mi Última Conversación Personal con Brígido Peguero

Por José D. Sánchez

Es difícil encontrar la fluidez mental y las palabras para rememorar y plasmar en el papel un recuerdo reciente cuando uno de los protagonistas ha desaparecido de forma tan repentina y tan inesperada, sin despedirse, sin poder decir y sin poder estimular las cuerdas vocales para con su voz transmitir los últimos pensamientos que cruzaron por su mente, el viaje sin regreso se encargó de tu cuerpo, transportandolo a un lugar donde no podremos volver a ver tu sonrisa ni escuchar tu voz, pausada, calma y siempre cargada de enseñanzas y ejemplos.

Tuvimos un largo período de años sin encontrarnos, quizás recibiendo noticias esporádicas y no reales, verdaderas o tergiversadas de los pasos que estábamos recorriendo y el derrotero por el que encarrilamos nuestras vidas, que estuvieron fuertemente unidas por ideales comunes en una época y posible por siempre, incomprendidas y para muchos risibles, vistas en esta era y por estas generaciones que nunca podrán entender que no nos pertenecíamos y que nuestro destino y accionar estaba determinado por El Partido, en nuestro caso el Movimiento Popular Dominicano(MPD), nombre que en otro tiempo, solo su mención, era sinónimo de desaparición o muerte.

Lo más sencillo:

Apresamientos, golpizas, vejámenes y para preservar la vida y las ideas teníamos
que ser clandestinos hasta en el seno de nuestras familias, amistades y amores.

Siento demasiado respeto por aquellos que como tú, mantuvieron su pensamiento vertical, hoy llamados, desfasados, inmóviles en el pasado, defensores de una ideología sin destino o tan solo:

"Tan serio que no se atreven a decir que se equivocaron y por eso mantienen su posición sin claudicar".

Los más jóvenes se atreven a decir que no hicimos nada.

La vida preparó un reencuentro y comenzamos igual, sin reclamos, con mayor cariño y más grande la amistad, nos vimos las caras varias veces pero nos comunicabamos con frecuencia y siempre me decías:

"Sanchito tenemos que vernos, tenemos muchas cosas que hablar, pero debemos de tener tiempo porque son demasiadas que debemos de tratar".

Jamás, ninguno imaginamos que esa cita no se iba a realizar.

Pero tuvimos tiempo para mantener una comunicación por mensajes, recuerdo algunos:

Cuando te envié el cuento: "DOS MUJERES COJONUDAS", me devolviste una carcajada virtual y tu respuesta decía:

_ Las mujeres no tienen cojones, tienen pepitas.

Otra vez te pedí que revisaras algunas hojas del libro sobre Henry Segarra, escrito por su hermano y tu respuesta fue inmediata: tiene muchas incongruencias.

Cuando hice hincapié en la necesidad de no dejar desaparecer la historia del MPD, de escribir la verdad sin protagonismo y sin heroísmo, porque nunca hemos reclamado ni deseamos esa condición, me comentaste que tenías un libro terminado y otro muy avanzado, espero se rescaten y se publiquen.

Siempre insistía en que siguiera escribiendo.

Nos vimos la última vez en el aniversario del fallecimiento de Lorenzo Vargas, El Sombrero, te abordé a la salida del cementerio en Santiago y te pregunté, sin sospechar, que sería nuestra última conversación personal, como el que apura la gota de agua que escasea y se acaba.

Brígido, cuando estábamos en las contradicciones en 1981, siempre andaba solo en el Campus universitario, pero nos encontrábamos a menudo, ¿tú me estaba protegiendo?

Presentí tu sonrisa y escuché estás palabras como respuesta:

_Teníamos un compañero, que no quería saber de los miembros de otras organizaciones de izquierda. (No recuerdo el nombre que mencionaste, quizás esté vivo y pueda dar su testimonio, si aún lo guarda en la memoria).

_ Un día, al caer la tarde nos encontrábamos en el parque Los Chachases, Iván Rodríguez (del PTD), se encontraba en la acera esperando transporte para dirigirse a otra provincia._

_ El compañero se mantuvo en vigilia permanente hasta que Iván abordó el vehículo que lo trasladaría, lo encontré raro y me atreví a preguntarle la razón de su actitud conociendo su posición antagonista, y él me respondió:

"NOSOTROS SIEMPRE PROTEJEMOS LO QUE NOS INTERESA".

Así fue nuestra despedida, como fue tu vida, campechana, de entrega, directa e indirecta, firme, amigo, de enseñanza y aprendizaje, temerario, audaz, pausado, inteligente, sobre todo veraz.

Sin el culto a la personalidad que ambos rechazamos.

¡SIEMPRE TE MANTENDRÉ COMO ESTANDARTE!

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