Por Tomás Aquino Méndez
Gracias a Dios, el ministro de Medio Ambiente se opuso y esto hizo “razonar” a Castillo, que retiró su inoportuno proyecto. Sin embargo, eso no basta.
Los Haitises sigue amenazado por la presencia “productores” que detentan cientos de tareas en las que tienen decenas de haitianos trabajando a su servicio. Hay que aprovechar para erradicar de esa zona todo cultivo que la amenace. Esperamos una acción contundente de Orlando Jorge Mera. Que, a propósito, también debe poner la mirada en lo que pasa en la cuenca del rio Yuna. Es penoso ver la cantidad de camiones que salen cargados de arena, grava y gravilla en la zona de San Francisco de Macorís y Bonao. Se alega que la construcción no se puede detener, pero los ríos no pueden desaparecer. Con ellos se va la vida. Hay zonas con minas de materiales, pero por lejanas o de difícil acceso, los constructores las descartan. Medio Ambiente debe poner fin a esta práctica. Decenas de ríos y arroyos se han extinguido por esto. Los legisladores en vez de proponer limitar parques, deben velar porque en su región se proteja esas áreas. Todos tenemos que velar para que se detenga la depredación de las áreas protegidas y se preserven los ríos. Cuidar y preservar el medio ambiente es compromiso de todos.
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