12 de enero de 2021

12 de Enero de 1972

Por José D. Sánchez

Empujado por el desanimo de muchos que siendo testigos y aún estando vivos siguen sumidos en el silencio o se convirtieron en cómplices o iguales que los contrarios con el correr de los años.

Sin el temor de ser desmentido y con la enorme alegría de que se esclarezcan los acontecimientos por atreverme a dar a conocer mis errores de conocimientos por solo haberlos escuchados o leídos.

Para que las nuevas generaciones conozcan como ocurrieron los hechos, la verdad monda y lironda, sin acotejo y sin retoque como nos la están escribiendo actualmente con sus falsos héroes y sus falsos protagonistas.

Los sucesos se concatenan, no ocurren por caprichos y se convierten en realidades.

Durante y después de la Guerra de abril, hubo un gran proceso de cambios, entre los militantes revolucionarios, se produjo una reunificación de fuerzas y de ideas alrededor de los partidos de izquierda, saliendo altamente “beneficiado” El Movimiento Popular Dominicano (MPD), con la llegada a sus filas provenientes de otras organizaciones, la mayoría del 1J4, de jóvenes valiosos, temerarios, luchadores convencidos por las causas sociales, entre los que destacaban, Amín Abel Hasbun y Amaury German Aristy, entre otros no menos importantes.

En la post guerra, el MPD formó Los Comandos de la Resistencia Clandestinos (CRC), bajo la premisa de la táctica Hilda Gautreux, los cuales eran formaciones militares para dar respuestas a las embestidas del régimen de turno y para la defensa de las causas nobles de La Patria, presto para entrar en acción, pero también se convirtieron en el principal soporte de apoyo y nutrición de cuadros para el coronel de abril, Francisco Alberto Caamaño, que se encontraba en Cuba entrenando para encabezar una guerrilla, con la única finalidad de liberar al país de gobiernos títeres y formar uno democrático que favoreciera a la mayoría del pueblo dominicano.

No faltaron los infiltrados, agentes pagados, que llevaron la tea de la discordia hasta las entrañas del movimiento, entre ellos Melvin Mañón, quien también pasó efímeramente a formar fila en el MPD y luego fue responsable del rompimiento de ese partido con Caamaño y también de la salida de Amaury German Aristy, para formar Los Comandos de la Resistencia Dominicana conocido más como Los Palmeros, comandos con altos conocimientos militares que se encargarían de desarrollar las entonces llamadas “Guerrillas Urbanas” y el grupo responsable de crear focos de levantamientos en todo el país, o en sus principales ciudades, cuando el movimiento guerrillero que comandaría Caamaño hiciera su entrada a nuestro territorio.

Fueron los comandos de la resistencia de Amaury German Aristy y Los Palmeros.

Esas intrigas y las infiltraciones, mencionadas anteriormente en el grupo de guerrilleros en las montañas de Cuba, provocó que Caamaño viniera a inmolarse con tan solo 8 hombres, cuando llegó a tener en los campamentos de preparación varios cientos, esas contradicciones fueron mermando las fuerzas, los apoyos y logísticas incluso con las autoridades cubanas.

El MPD continuó escribiendo la historia con páginas gloriosas y se embarcó en la epopeya del secuestro del agregado militar de la Embajada Norteamericana en nuestro país, coronel Donald J. Crowley, caso insólito y único en el mundo conocido de la época, para canjearlo por 20 prisioneros políticos de varias organizaciones de izquierda, aunque un éxito rotundo, el pago en sangre derramada y pérdidas humanas valiosas que tuvo que pagar, fue demasiado alto.

De su lado Amaury German Aristy y Los Palmeros, aún siendo eminentemente clandestinos, se sabía que estaban en el país, aunque no se entendía la forma inteligente y habilidosa de burlar los cercos, emboscadas y persecuciones de que eran objeto, se escabullían, desaparecían mofándose de los aparatos represivos y de “inteligencia”.

Acusados del asalto de una sucursal bancaria del Royal Bank Of Canada, recrudecieron sus búsquedas y capturas, aumentando incluso el precio por sus cabezas y a cualquier información que lograra dar con su paradero o posible ubicación.

Hicieron caso omiso a la información hecha por el propio Caamaño Deñó de que estaban infiltrados, no creyeron que la traición pudiera venir de algún(os), de sus propios compañeros, y el miércoles 12 de enero se confirmarían lamentablemente los hechos.

Pernoctaron en una casa del kilómetro 14/2 de la autopista Las Américas 5 o 6 personas, Luis Antonio Ruiz, Bienvenido Leal Prandy (la chuta), Ulises Cerón Polanco, Virgilio Perdomo Pérez y Amaury German Aristy.

Sin haber hecho asomo aún la luz del Sol ni la claridad del Alba, estaban rodeados, se dice que medio minuto antes salió uno de los proveedores del grupo sin “toparse” con los sitiadores, por esta sexta persona haber fallecido no ofrezco el nombre que se menciona, porque no puede defenderse.

Al escuchar la voz para que saliera del compañero, presunto detenido, Luis Antonio Ruiz, el cocinero del grupo, abandona la vivienda siendo inmediatamente apresado y luego desaparecido mediante el asesinato para que no pudiera dar testimonios reales y vividos.

El final de los 4 sitiados estaba escrito en grandes letras, sin importar si se rendían, es mejor morir luchando, vender cara la vida antes que sucumbir vejado, humillado y cobardemente asesinado, arrodillado antes los pies crueles y sanguinarios del enemigo, siempre fue la consigna.

El silencio fue roto por el trepidar de las armas de fuego y los primeros rayos del Sol fueron teñidos con sangre, cayendo abatidos en la primera escaramuza, Bienvenido Leal Prandy (la chuta) y Ulises Cerón Polanco, del lado de los revolucionarios y del lado de los militares, aunque varios, nunca se ha sabido ni se sabrá la cantidad ni los nombres, aún hoy sería una vergüenza para los militares tantas muertes de su bando.

Virgilio Perdomo Pérez y Amaury Germán Aristy, siguiendo burlándose del destino, logran abandonar la casa y refugiarse en una cueva desde donde se enfrentarán, dos simples mortales, civiles armados con armas escasas, a una fuerza de varios miles de hombres con cañones, tanques de guerra, helicópteros y aviones bombarderos, apoyados además, dicen que dirigidos, por militares y agentes de altas jerarquías del imperialismo norteamericano, presentes también en el lugar de la refriega todos los altos mandos de los institutos castrenses dominicanos, nada de esto fue obstáculo para que cayeran abatidos, muertos o heridos muchos de ellos.

Después de las 4:00 de la tarde de ese día, se oye una voz dando la siguiente orden:

- Acabemos esto pronto coño -.

Fusiles, ametralladoras 30, 50, tanques de guerra, cañones de hasta 105 milímetros, bombas y metrallas de los helicópteros y aviones, unieron sus fuegos y sus estruendos, humo, pólvora, sangre, sudor y muerte, los defensores han caído después de más de 12 horas de inusual y desigual combate, aunque existe la creencia que antes el inminente y fatal desenlace, Amaury y Virgilio decidieron el suicidio.

Amaury Germán Aristy, al igual que El Che, había hecho una predicción:

“ NO IMPORTA EL NÚMERO DE ARMAS EN LAS MANOS, SINO EL DE ESTRELLAS EN LA FRENTE”.

Sus cadáveres fueron brutalmente mutilados como hacen los cobardes pusilánimes con los cuerpos que no ofrecen resistencia, los quemaron, los acuchillaron, los machetearon, los patearon, los escupieron, los fusilaron después de muertos, les desbarataron las caras para borrar sus sonrisas de complacencia, más solo consiguieron dos cosas:

1.- Sus asesinos están en el basurero de la historia.

2.- LOS INMORTALIZARON.

Martes 12 de enero del 2021.

Cómo paradoja del destino, el miércoles 12 de enero del 2022 se cumplirán 50 años.

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