7 de octubre de 2020

NUESTRAS GLORIAS- Enrique Arias Cancel (Ike)

Por Rafael Matos Féliz

Enrique Arias Cancel (Ike), nació en Barahona el 4 de junio del 1924. Fueron sus padres, Antonio Arias y Andrea Cancel, puertorriqueña. Cursó hasta el 8vo, grado en la Escuela de la Profesora Ercira Féliz, hija del Gobernador Braudilio Féliz (Balén). Ike Arias también completó un curso de Contabilidad, con el Maestro de Música, Gautreaux.

Desde pequeño jugó pelota en el solar que luego ocupó el Mercado de Villa Estela. Debutó en el equipo de pelota “Sin Apuros”, que formó el comerciante Eloy Martínez, quien tenía un colmado

con ese nombre. Allí jugó primera base y right field. Ike creció junto a Paleta Medrano, Come Azúcar, Fiñingue (padre de Raymond Vólquez) y otros jugadores más.

Por su calidad y destreza, Panchito Boché lo recomienda para formar parte del Equipo Juvenil de Barahona. Equipo dirigido por el Dr. Biache, esposo de una hija de Jacobo Lama. Se destacó y mejoró su entrenamiento. Luego es subido a la Selección Amateur de Barahona. En esta nueva escuadra debutó por primera vez en San Juan de la Maguana.

En ese, su primer juego, Barahona perdía 2 a 0, y por San Juan pichaba Armando Mieses. Vino Ike a batear con dos hombres en bases en el sexto inning. Al lanzamiento, pegó un batazo que la bola chocó contra la pared del estadio. Empató el juego y luego el próximo bateador lo empujó y anotó; así Barahona tomó la delantera. La escuadra cuatriboliá ganó el juego y a Ike lo ovacionaron. Esto sirvió para que quedara en el equipo como jugador oficial.

En otra ocasión, Sequi Sarraf lo selecciona para reforzar al equipo de Duvergé, junto a Jacobo Trujillo, capitán del equipo y el refuerzo de Julito “La Bolita”, de cátcher. Duvergé enfrentaba a Neyba. En un batazo de línea hacia la zona de Ike, él abrió los brazos y se le fue la pelota. Eso hizo que Duvergé perdiera el juego. La cuerda que cogió el capitán del equipo fue tan grande, que se ensañó contra Ike. Lo maltrató tanto que para poder regresar a Barahona, los peloteros le buscaron el pasaje.

Con la Selección Amateur de Barahona, fue varias veces “Campeón Bate”, con buen promedio de hits, carreras empujadas y anotadas, además con averages de bateo muy buenos. Jugó contra Azua, San Juan, San Cristóbal, Baní y otros. Jugaba en la primera base.

Recuerda que en San Cristóbal les metían mujeres a los dormitorios para que no puedan dormir y así perder al día siguiente. Pero la escuadra barahonera se salía con la suya y ganaba. Cuenta que en los juegos con San Cristóbal, había muchachas que cuando los jugadores hacían jugadas meritorias, les colgaban cintas de colores y de esta forma, los barahoneros venían con sus cuellos cubiertos de cintas.

Una vez, jugando contra Baní y su estelar pitcher, Wicho Subero, Ike Arias dijo a sus compañeros, "a ese pítcher lo tumbo yo". Le pidió a Boché un bate pesado y al batear, el batazo fue tan fuerte que chocó de línea con la lomita de picheo y Subero cayó largo a largo. En otra ocasión, y también en Baní, Barahona perdía 2 a 0, y en el noveno inning le tocaba batear a Ike Arias, con Albot James en tercera y Confesor Batista en segunda. Su batazo limpió las bases y él mismo anotó por errores del equipo contrario. Ahí mismo Barahona ganó el juego.

Por sus batazos oportunos, llegó a ser 4to. bate del equipo y desde esa posición aportó a la causa barahonera. Se recuerda la ocasión en que un picheo pegado, le pegó un pelotazo en el oído y sus compañeros se preocuparon; pero al final no hubo mayores consecuencias e Ike Arias y su escuadra siguieron quemando la liga deportiva regional. Las hazañas del equipo eran tan extraordinarias, que el Director de Deporte vino desde la capital a ver a esos tremendos jugadores y así conoció a la excelsa novena barahonera.

Ike dejó de jugar cuando en Bani, después que los barahoneros dieron batazos por pipá, no los dejaron bañar y ahí decidió no volver a jugar. Trabajó desde los 22 años en la Bodega del Ingenio Barahona. Fue pensionado por los sindicatos portuarios. Laboró como Contable y asesor para el comerciante Manén Castillo. Con él aprendió y así instaló su propio colmado.

Procreó con su señora, María Consuelo Florián, a Enrique Hijo, Andreína, Wilson y Orlando. Además, tuvo a Nayda y Antonio. En sus últimos años vivió en la calle Esteban Cuello. Ike Arias falleció de un ataque cardíaco el 14 de enero del 2014.

¡¡IKE ARIAS, ERES EXTRAORDINARIO ORGULLO BARAHONERO!!

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