9 de septiembre de 2020

NUESTRAS GLORIAS- Albot James

Por Rafael Matos Féliz

Otra de las dinastías bateyeras en el deporte, fue la formada por los James. Albert James Nisbitt es el primer dinástico de ella. Nació el 15 de diciembre del 1929 en el Batey Central. Fueron sus padres, el señor Sony James y la señora Liliana Nisbitt. Como su nombre inglés es Albert, su pronunciación degeneró en “Albot” y hoy, a esta gloria del deporte se le conoce como Albot James. Con 9 años se dedicó a jugar pelota en patios y solares de la barriada.  Jugaba con limones, tuzas de maíz, semillas, a veces con pelotas de trapos y bates hechos de ramas, palos y varas. Desde pequeño, se destacó en todas las bases (receptor, paracorto, primera, outfielder y otras posiciones).

El primer equipo organizado de Pequeñas Ligas con el cual jugó, fue “Red Júnior”, y más tarde formó parte de la representación juvenil del Batey Central. Con 18 años, inicia como jugador amateur o de béisbol aficionado, con el equipo del Batey. Allí se desempeñó como paracorto (short stop) y como segunda base. Su desplazamiento era tan rápido que casi siempre le llegaba de frente a todos los roletazos que se conectaban entre las dos bases de su posición. Sus atrapadas eran tan espectaculares y sus lances a primera tan certeros, que casi nunca ningún jugador se embasaba si tenía en la línea de acción al estelar Albot James.

Luego formó parte del equipo representativo de Barahona y compitió con novenas de casi toda la geografía nacional. Una de las atrapadas más recordadas de Albot, fue en una ocasión que jugaba contra San Juan de la Maguana. Un recio bateador de San Juan bateó una soberbia línea, que jugadores y fanáticos perdieron la orientación. Sólo se vio cuando Albot movió el brazo y luego devolvió la pelota a sus compañeros. Al comprender los fanáticos sanjuaneros lo que sucedió, empezaron a vocear  ¡Vaya guante!,  ¡Qué guante que coge! Albot, al escucharlos, buscó de nuevo la pelota, puso el guante en el suelo y le lanzaba la pelota y decía ¡Coge guante, coge! Ahí mismo acabó la burla y la chercha.

Su labor defensiva lo coloca como uno de los mejores short stop y tercera base amateur de todos los tiempos. Fue seleccionado en el 1954 para ir a Venezuela a representar al país, con estelares como Julián Javier, Rafael Gómez y otros. No pudo hacer el viaje por una lesión del hombro izquierdo en una práctica.

Su labor ofensiva fue grande y lo sitúa como el pelotero que más fuerte bateaba en todo el suroeste. Jugando en Barahona contra Las Matas de Farfán en el play que estaba detrás del mercado público, dio un trabucazo que llegó de aire a la calle Colón esquina Padre Billini. La bola rodó con tanta velocidad que se paró frente a la Logia Perseverancia, cerca de la antigua “Casa Emilia”.

También se recuerda, que en Elías Piña había una casa cerca del center field y nunca nadie la había chocado de aire contra dicha residencia. En su turno, Ricardo Joseph, otro aguerrido jugador de la escuadra barahonera, casi le despegó las tablas a la casa, logrando imponer un récord. Luego, Albert James, al batear, disparó un tablazo que voló la casa completa (por encima de los 450 pies). El escándalo tronó en toda Elías Piña y el público quiso conocer al “atrevido” que hizo tal acción. Ese día, Albot rompió el récord implantado por Ricardo Joseph, pero a la vez puso uno nuevo y dejó a los lugareños hablando por muchos años de esa hazaña. No se conoció posteriormente que se hiciera otra acción igual.

Albot, siempre bateó de cuarto bate y por encima de los 300 y siempre fue escogido como refuerzo por todos los equipos sureños que se batían con otras novenas de otras regiones. Así reforzó a San Cristóbal y jugó junto a Mateo Rojas Alou. Enfrentó estelares como Juan Marichal, Sijo Linares, Pedro González, Polo Rodríguez y muchos más.

Dejó de jugar en 1958, al presentar dificultades visuales y pasó a jugar softball, y en el 1959 compite contra Panamá, y en 1963 deja este deporte porque ya no distingue la bola a corta distancia. Laboró en el Ingenio y hoy está pensionado. En diciembre del 2018, fue exaltado al Salón de la Fama del Deporte de Barahona. Vive en la Sexta Avenida del Batey Central junto a su esposa Miguelina Pérez. Procrearon a Lilian Elizabeth, Sony, Alexander Confesor, Rosemary, Mayra Esther, Ruth Eunice, Verónica Iulanda y Albert Samuel. Además tiene a Jersey, Moisés y Luís Enrique.

¡¡ALBOT, HONOR Y GLORIA A TI; EJEMPLO DE DECENCIA Y DECORO!!

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